TU: Crawford, hay muchos chicos huérfanos en el mundo, no soy la única. Aparte, puedo decir que tú eres mi hermano.
C: Claro, Crawford Daniel Collins, hijo de Matt Collins, el de la gran empresa en Nueva York, ese es tu hermano.-dijo. Estaba en lo cierto.
TU: Podemos decir que tu mamá no es mi mamá pero que tu papá tuvo una aventura con mi mamá hace mucho.-sonreí. Negó con la cabeza y rió.
C: Eso no tiene sentido, linda.-rió.
TU: Bueno, diré que soy huérfana y que tú eres mi tutor.-sonreí. Estaba bien ideado.
C: Okey y cuando tenga que inscribirte en el colegio, preguntarán por mi estado civil y tendré que decir que estoy casado porque es verdad, por lo tanto, pedirán que mi esposa vaya a firmar.-dijo. Torcí la boca.
TU: Me disfrazo y voy contigo.
C: _____, deberías escribir cuentos, tienes mucha imaginación.-dijo y se puso de pie.- No vas a ir a ningún colegio.
TU: Okey, pues muérete.-dije y me puse de pie yo también.
C: No empieces, ¿quieres?-dijo fastidiado mientras se desataba las zapatillas.
TU: No, tú has empezado. Crawford, tengo derecho a aprender.-dije y azoté la puerta del baño, acto seguido, me senté en el pequeño banco de madera.- ¡Imbécil!-grité desde allí.
No respondió, pero estaba más que segura que me había oído.
Tenía derecho a aprender, a estudiar y a hacer nuevos amigos pero, como siempre, Crawford se empeñaba en hacerme la vida imposible, en molestarme hasta que terminaba odiándolo. Pero ciertamente no lo odiaba, tenía ganas de mandarlo a la ahorca pero no lo odiaba, lo quería y demasiado.
C: ¿Vas a salir o debo entrar a buscarte?-preguntó luego de veinte largos minutos. No quise responder.- Siempre haces lo mismo, nos peleamos, te encierras en el baño y luego acabas llorando. Lo peor de todo es que yo, como gran estúpido, te doy consuelo y te quedas dormida en mis brazos.
TU: Pues déjame en paz y vete. Esta vez no será igual, no entraras al baño, no me harás llorar y tampoco dormiré contigo.
C: Okey, como digas. Lo único que voy a decirte es que no pienso dormir en el sillón.-gritó y le dio un fuerte golpe a la puerta.
TU: Has lo que se te de la merecida gana.
C: Bueno, de todas maneras, esta vez no voy a rogarte tras la puerta.-dijo. Bufó y tres minutos después volvió a hablar.- ¿Puedes salir? Quiero hablar contigo.-dijo. Sonreí.
TU: No quiero salir, vete a dormir y mañana hablamos.-dije y me puse de pie.- Odio que nos gritemos cualquier cosa cuando estamos peleando así que hablemos mañana cuando los dos estemos enfriados.-dije. Suspiró.
C: Está bien. ¿No quieres cenar?
TU: No, gracias.-dije. Sentí sus pasos alejarse.
C: No pienso cenar solo.-dijo en un bufido.
Estaba aburrida y sentía los pasos de Calum por toda la habitación. Ni siquiera sabía qué hora podía ser pero el hambre aún no me invadía. Observé por la pequeña ventana del baño y pude ver a varios autos andando por la calle. No debía ser muy tarde. Me senté en el banco de nuevo y torcí la boca pensando que podía hacer. Tal vez podía meterme al agua templada del jacuzzi, si eso haría. Llené el enorme jacuzzi de agua y espuma, mientras los chorros largaban agua tibia, me metí allí. Eché mi cabeza hacía atrás y me relajé por un rato. Cerré los ojos y pronto caí en un profundo sueño.Cerca de las tres de la mañana, el frío se apoderó de mi cuerpo desnudo. Rápidamente salí de allí para envolverme en una toalla. Tomé mi ropa y giré la llave para salir del baño. Las luces de la habitación, permanecían apagadas. Pude divisar la cama y una enorme montaña en ella, seguro era Crawford. Corrí hasta el pequeño living y encendí las luces para revolver mi valija. Tomé mi pijama y me lo coloqué. Dejé la toalla tirada sobre el sillón y me coloqué unas medias, ya estaba más templada. Apagué las luces del living para irme a dormir, no pensaba acostarme en el sillón, iba a compartir la cama con mi esposo.
Por desgracia, Collins, estaba tendido en la cama dejando un solo y pequeño hueco para mí, no entraba allí. Lo moví un poco para que me cediera un poco de espacio pero se negó y se puso boca abajo aplastando su rostro con la blanca almohada.
TU: Crawford, hazme un hueco.-acaricie su cabello mientras intentaba ser suave al despertarlo.- Tengo frío.-me quejé. Se removió bajo las sábanas y levantó la cara para observarme, aún con los ojos casi cerrados.- Hazme un hueco.
C: No, duerme en el baño.-dijo fastidiado y dejó su cabeza caer de nuevo en la almohada, esta vez, de costado.- Estás enojada conmigo y no me quieres perdonar.
TU: Si te perdono y también te pido perdón.-dije acostándome en el pequeño espacio que había.- ¿Puedes perdonarme?-susurré a su oído.
C: Si, te perdono.-dijo y se hizo a un costado dejándome espacio.- Ven aquí.-dijo luego y abrió la cama para que yo entrara.
Le hice caso y me metí bajo las sabanas. Crawford no tardó en abrazarme y colocar su cabeza en mi hombro. Respiró profundo y cerró los ojos.
C: ¿Puedes prometerme que no pelearemos más?-preguntó en un susurro.
TU: Lo prometo.-susurré y cerré los ojos para quedarme dormida por segunda vez esa noche.
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Beauty & the Beast ( Crawford Collins y tu )
FanfictionEsta novela no es mia es adaptada y espero que les guste tanto como ami... ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ SINOPSIS: Que feo es cuando la pers...