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Cuando Itzan volvió a casa demasiado tarde, encontró a Ester ya un poco dormida.

-Ester...

Sin embargo, la rubia despertó y exigía una explicación.

-¿Dónde estabas todo el día, Itzan?

-Resolviendo un asunto.

-¿Cuál?

-¿Podemos hablarlo mañana?

La rubia ve como su novio quita toda la ropa, quedando en bóxer y metiéndose en cama, a su lado.

-Realmente no te entiendo, Itzan.

-Ester, todo está bien, tenía que resolver el problema y ahora todo está bien.

Ester bufa frustrada, vuelve a dormir.

-¿No me darás ni un solo beso?

-Buenas noches.

Itzan se frustra, no tenía intención de enojarla pero tampoco podía decirle que estaba con la persona cuya vida de cierta manera destruyo, no era algo que debía contarle en la cama  y en esas horas.

El siguiente día Ester recapacito un poco, quería saber en que estaba metido Itzan y el castaño estaba decidido en contarle todo.

-Y bueno... entonces me encontré con ella.

-¿Ella te busco?

-Tenía que hacer esto, Ester... llevo sintiendo culpa desde aquella noche, es difícil.

Ester se mostro un poco desconfiada, las dudas estaban creciendo y su malestar no le dejo sentirse calmada.

-¿Por qué no me dijiste nada de esto cuando saliste?

-Quería verla antes de decírtelo, necesitaba hacerlo.

-No entiendo lo que busca contigo, eso ya paso hace muchos años y no vale la pena abrir viejas heridas.

-María siempre ha sido buena persona, no tienes por qué preocuparte de eso.

-¿Crees que estoy celosa?

-Eso parece...

-No estoy celosa, igual como tú no sientes celos de Alejandro.

Itzan se pone un poco incomodo, hasta angustiado.

-¿Por qué estamos hablando sobre él?

-Dime... ¿estás celoso de mi ex?

-María no se puede comparar con tu ex.

-¿Nunca has tenido nada con ella?

Itzan queda callado, no quiere responderle nada.

-¿Vas a negar que has tenido una relación con ella?

-Yo nunca tuve nada serio con alguien, solamente contigo.

Ester le cree, pero el malestar que siente por culpa de María es el mismo sentimiento que Itzan tiene cada vez que piensa en Alejandro.

-Entonces, ningún problema.

-Ester, si hay algo que tienes que contarme sobre el hazlo ahora, no soporto las mentiras.

-Yo tampoco, pero parece que te gusta mentir.

-No te mentí, te dije todo lo que paso y el hecho de que estas sintiendo celos es ridículo.

-Alejandro estaba aquí la otra noche.

Itzan aprieta las manos.

-¿Me oyes?

-Bien – dijo molesto

-No sabía que iba venir, solamente apareció y quería hablar conmigo, yo quería oír lo que tiene que decirme.

-¿Ves?

-¿Qué?

-Tú también me has mentido.

-Pero, por lo menos yo no tengo ganas de fingir ser amiga de mi ex o pasar tiempo con él.

-Ester, estar peleando así por María o por Alejandro es una ridiculez, yo nunca sentí nada por ella y ella es la persona cuya vida es poco normal por mi culpa, quería averiguar que está bien.

La angustia de Ester seguía presente, pero siempre ha estado segura que si Itzan se enamoro de ella es porque nadie se compara a ella, eso ya le había dicho muchas veces.

Su seguridad no la deja, pero cercamiento de esa tal María con su novio le hace tener ganas de vomitar.

Había un paso importante que Itzan y Ester tenían que hacer antes de poder funcionar como una pareja con poca toxicidad: dejar de sentir celos y tanta inseguridad, algo en lo que tendrían que trabajar duramente.

-Igual tienes razón – dijo Ester

-Ven.

Itzan la abraza, besando su cabeza y acariciándole la espalda.

Irresistible |ITZER|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora