Irresistible |ITZER|

41

Jaime era un buen amigo de Itzan quien vive en su viejo barrio, lo conoce desde que era niño, es cinco años mayor que él y también es un vendedor de drogas. Siempre las ofreció a Itzan y es cuando el empiezo usarlas, sabia dárselas gratis pero a veces tendría que pagarle.

En ese momento los dos se encontraban en casa de Jaime, buscaba pasar varios días en un lugar donde no se encuentra su familia, amigos o Ester. Necesitaba estar lejos de todos, por un momento.

-¿Cuándo piensas irte a casa? – cuestiona al sentar al lado de Itzan en el sofá

-No estoy seguro.

-Si necesitas algo para calmarte dímelo, no tengas miedo.

Itzan queda pensando sobre esa propuesta, sin embargo no le dice nada.

-¿Te estoy molestando aquí?

-No, amigo... que va.

De pronto oigan el timbre de puertas, Jaime las abre y se sorprende al ver a Miguel.

-¿Cómo te puedo ayudar?

-Quítate.

Miguel entra en la fuerza, acercándose a Itzan.

-Sabias que ibas estar aquí.

Itzan hace una mueca de desagrado, es la última persona que pensaba ver tan pronto.

-No hui tan lejos como pensaba.

-¿Por qué viniste aquí?

-¿Quieres que le eche de aquí? – cuestiona Jaime

-Déjanos solos por un momento.

Jaime entra en habitación, los dos hermanastros quedan solos y en silencio.

-¿De todos lugares posibles tu viniste aquí?

-¿Dónde pensabas que iba irme?

-No sé, primero pensé que estabas con Ester pero ella también está preocupada por ti.

-Ya...

-Podrías mandarle un mensaje, la pobre no durmió en tres noches.

-No tendría por qué preocuparse por mí, estoy bien, mejor que nunca – responde con sarcasmo

-Vuelve a tu departamento, no tienes por qué estar aquí.

Itzan se levanta de sofá, caminando por la casa, se sentía más nervioso que nunca.

-¿Qué haces aquí, Miguel?

-Tratando a hacerte ver que no mereces estar aquí.

-Jaime se ha mostrado como el mejor amigo que por cierto tengo pero le importa una mierda como me encuentro. ¿Quieres que deje de vivir aquí, el único lugar que parece a mi hogar?

-No sabes lo que dices.

-Vete, por favor.

-¿Eso es lo que quieres? Estoy tratando a hacerte entrar en la razón, si te quedas aquí ya sé cómo vas a acabar.

-Vete.

Miguel asienta con cabeza y sale de casa.

Pronto Jaime también sale de habitación al ver que Itzan está solo pero regresa con unas pastillas.

-Esto es lo único que necesitas ahora – le comenta

Itzan da vuelta, mirándolo.

Al fin toma las pastillas, tragándolas.

Pocos días después Itzan apareció en la universidad, lo hico para que su madre no le molestara con ese asunto, allí se encontró con Ester quien se lo acerco de inmediato, preocupada.

-Eres un idiota por no responder mis llamadas.

Itzan se muestra desinteresado, sienta por la mesa, parece que las drogas que volvió tomar dejaron de tener su efecto, necesitaba más.

-¿Itzan? – le llama al poner mano sobre su cara

-Déjame.

-¿Qué te paso?

-Nada, necesitaba pasar un rato con viejo amigo, llenarme de energía positiva.

-¿Energía positiva?

-Estas muy tensa, eso me molesta.

Ester lo mira incrédula, le parecía como otra persona.

-Yo no te reconozco.

-¿Qué pasa, pensabas que voy a tratarte como princesa? No soy así, acostúmbrate.

-¿Has tomado algo?

-Siéntate en tu lugar y deja de molestarme.

-Este es mi lugar.

Itzan se levante del escritorio, saliendo de aula, le enojaba tener que pelearse con ella, lo único que quería es seguir sintiendo efecto de drogas para poder olvidarse de todo lo que le rodea.

Cuando volvió al departamento se encontró con Álvaro y Danna sentados en el sofá, ha perdido todo el día paseando por calles de Madrid tratando a luchar contra deseo de drogarse entre otras cosas.

-Hola – le saluda Álvaro

Itzan se les acerca, no reacciono de ninguna manera al verlos juntos.

-¿Qué hacen?

-Itzan, tenemos que hablar contigo – le dice Danna

Itzan les escucha atentamente al mirar televisión.

-Queríamos comentarte algo – añade Álvaro

Itzan les mira, parecía que no tenía ni tiempo para hacer lo que quería, todos seguían torturándole con sus cosas, al menos así se sentía el.

-Danna y yo estamos juntos, queríamos ser nosotros quienes te lo dirán, no quiero que lo descubres por otra persona – dice Álvaro al apretar mano de Danna

Itzan asienta con cabeza, parece estar en su propio mundo, esa información no le hace la vida ser más difícil.

-Vale – responde

-¿No te molesta? – cuestiona Danna

-Para nada.

Itzan se levanta del sofá, toma algo de dinero que le quedó en la mesa.

-¿A dónde vas? – pregunta Álvaro

-Salgo, nos vemos después.

Itzan sale del departamento, dejándolos solos para que pueden seguir viendo película.