10

518 38 5
                                    

Después de quedar dormido en brazos de Ester, el siguiente día estaba volviendo a realidad. La noche anterior bebió demasiados tragos, tomaba alguna droga también aunque quiso olvidarse de ese hecho. Ahora, al abrir los ojos bien se encuentra en un piso muy conocido, el piso de Ester pero estaba solo.

Juraba que recuerda haberse dormido en sus brazos, ahora estaba solo, quizás lo merecía.

Se levanto, tratando acomodarse.

-Joder. – suspira

Su cabeza fue como una bomba a punto de explotar.

-Buenos días. – dice Ester trayéndole café

Llevaba una pijama que a Itzan le parecía demasiado corta, es la segunda cosa que notaba, la primera es que no llevaba maquillaje. Por primera vez se sintió diferente, jamás notaba esas cosas en chicas, debe ser porque siempre las usa para follarlas y se levanta antes que ellas para poder irse a casa.

-Hola. – dice Itzan

Ester sienta a su lado.

-Voy a hacerte un café.

-Eso no va ayudarme.

-¿Cómo estás? – pregunta preocupada

-Muy bien, voy a estar bien dentro de pocas horas.

-¿Sabes que hoy tenemos un examen?

-¿Ya?

-Joder, Itzan. ¿Por qué eres tan irresponsable?

Itzan sonríe de manera encantadora.

-Necesito serlo, soy irresponsable e irresistible a la misma vez. – suspira

De un minuto a otro volvió ser el Itzan de antes, eso fue un caos, justamente cuando Ester creyó estar en camino de conocer a verdadero Itzan sufrió un decepción.

-¿Sabes que es tu problema?

-No tengo problemas, la verdad.

-Eres muy triste, por dentro, piensas desamasacarlo todo pero no puedes. Algo te pasa desde hace mucho tiempo, estas sufriendo y crees que nadie lo veo pero yo sí.

Itzan sonríe de manera arrogante.

-¿Por qué no me dices que te pasa?

-¿Quién te crees que eres? – pregunta al levantarse

Ester le sigue, no pensaba dejarlo ir así, sin decirle porque se comporta así la noche anterior.

-Alguien que quiere convertirse en tu amiga, si me dejas claro.

-¿Amiga?

-¿Qué tiene de malo?

-Nosotros no somos amigos, nunca podríamos ser amigos. ¿No te das cuenta de lo que estoy tratando a hacer desde que te conocí?

-Anoche estaban en mal estado, ni tú mismo te diste cuenta de eso.

-Estas muy equivocada, todo está bien conmigo.

Ester sigue con mucha preocupación, no quería decirle nada claramente.

-¿Por qué no dejas que gente te ve así como eres y no como un chico malo que lo único que sabe hacer es pensar en sí mismo?

-Ester, no me conoces, estaba borracho, nada más.

Ester perdía paciencia, entendía que piensa negarlo todo y seguir esa vida alocada, no podía hacer nada para cambiar su opinión, tampoco quería hacerlo.

-Vale.

-Espero que lo entiendas y ahora podríamos volver a nuestro asunto.

-¿Qué asunto?

Itzan sonríe coquetamente, pone mano sobre cintura de Ester.

-Itzan...

-Como me gusta cuando dices mi nombre, me pone mucho.

Ester pone manos sobre pecho de Itzan, tratando alejarlo de ella aunque no podía mentir a sí misma, ese pecho fue tan fuerte que quería quitarle esa camisa y dejarlo unos besos en el abdomen.

-Eres un imbécil.

-¿Qué más?

-Idiota.

-Ay, pero tu ni siquiera sabes cómo maltratarme, eso no es nada.

-Cretino.

-Vas al buen camino...

-Malcriado.

-De eso deberías hablar con mi madre.

-Caprichoso.

-Si.

-Mujeriego que cree que el amor no existe, que lo único que importa es placer.

-¿Eso es todo?

-Eres triste y siento tanta pena por ti, creo que jamás vas a encontrar alguien quien podría quererte y ensenarte como querer a alguien.

Itzan la mira con media sonrisa.

-Eres un sociópata, Itzan.

-¿Por qué me dejaste quedar aquí entonces?

-Pensaba que podrías hacer algo mal, que podrías hacer el daño a ti mismo, todo sería mi culpa.

-Bueno, ¿tienes algo más que decirme?

-¿Tu de verdad no tienes sentimientos? ¿Cómo puedes quedar tan tranquilo después de todo lo que acaba de decirte?

Itzan se acerca a ella, empieza acariciarle mejilla.

-Tengo algún sentimiento ahorita mismo.

-Me das asco.

-Eso significa que tú sientes algo por mí.

-Por dios, pero tú no aprendes.

Itzan sigue acariciándola, su mano baja hacia cuello.

-Ya te dije que vas a rogarme para que me acuesta contigo, es una promesa que pienso cumplir.

La mira de Itzan cae sobre camiseta de Ester, sus pechos son notables, por accidente. Itzan pasa con labios sobre boca, es como si tuviera hambre o sed, así se sentía.

Lo que no quería confesar a sí mismo es que Ester no presentaba un trofeo para él, no quería solamente ligarse a ella, si estaba haciendo tanto esfuerzo es por algo mucho más importante que simple aventura de una noche.

-Sal de aquí.

-¿Por qué?

-Porque no puedo seguir mirándote sin tener ganas de cachetearte.

-Vale pero recuerda de lo que te dije, yo siempre cumplo con mis promesas.

Itzan da vuelta, tomando sus cosas y saliendo del piso. Ester queda pensativa y preocupada a la misma vez, hubo algo en Itzan que le atraigo aunque no quería decirle en voz alta, de esta manera podría olvidarse de eso y no convertirlo en mas realidad de lo que ya es.

Irresistible |ITZER|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora