Irresistible |ITZER|

32

Itzan se volvía mas desesperado por no ver a Ester durante todo ese tiempo, se le hico muy difícil no verla en la universidad. Conocerla le hico entender algunas cosas que antes no podía y ahora que ella no esta le hace sentir un gran vacío en el corazón.

Se sentía más tranquilo al ver una llamada perdida de Marta, ella le prometió llamarlo en cuanto se pone en contacto con ella, algo que no haría si eso habría pasado hace seis meses.

Ahora se dio cuenta de que Itzan realmente está preocupado por Ester, siente algo por ella y esos sentimientos le hacen querer saber dónde está y que le está pasando. Por otro lado se volvió desesperado, estar esperándola tanto provoca mucha intranquilidad y desesperación, tanto que casi todos los días está a punto de reconciliarse con Danna.

Ese día se encontró con Marta en un café cerca de su piso, ese encuentro le recuerda mucho a Ester y la primera vez que salieron juntos, la primera vez que la beso y ella le empujo.

Una gran sonrisa se pinta en su cara tras recordarlo, la llegada de Marta le despierta y vuelve de nuevo a realidad donde Ester no se encuentra delante de él.

-Hola. – la saluda

Llamo a camarero, Marta hico su orden y volvió hacia Itzan.

-¿Te llamo? – cuestiona el castaño de inmediato

Marta fue sorprendida por su comportamiento, ni siquiera había sentado y el ya inicia el tema de Ester.

Ella le regala una sonrisa, no podía creer que ese chico que se supone que debía ser un mujeriego y mala persona en realidad busca encontrar a Ester y hacerla volver, parece que sería capaz de mover la tierra con tal de conseguirlo.

-Me dijo que volverá pronto.

-¿Cuándo?

-No sé, Itzan.

-¿Por qué me has llamado entonces? Yo pensé que te dije algo importante, por ejemplo cuando volverá a Madrid. – se queja

-Me fascina que sigues tan preocupado por ella.

-Solamente quiero saber que está bien y que nada malo le paso.

-Puedes estar tranquilo.

El camarero le traigo a Marta su orden y se retiro.

-¿Sabes qué? Cuando te conocí por primera vez te odie, sabía que no vas a poder hacer nada para que yo cambie mi opinión... - empieza decir Marta

-¿Por qué me lo estás diciendo? Yo fui un hijo de puta toda mi vida, es normal que tú también me odias.

-Pero cambiaste.

Itzan baja la mirada, no soportaba que alguien más que Ester vea su lado vulnerable, le basta con que todos siguen pensando lo que piensas de él, al menos hasta que Ester vea su verdadera cara le basta con que todos lo odian.

-No podemos llevar esa conversación ahora.

-¿O no lo puedes hacer conmigo?

-Eso.

Marta le toma por la mano, fue un gesto bastante inesperado.

-Ella volverá, Itzan. – le asegura

Itzan la mira a los ojos, le cree.

-No tienes ni puta idea cuanto la extraño. – confiesa en voz baja

-Yo también.

-Lo mío es diferente.

Marta sonríe, toma un sorbió del café, escucha al castaño atentamente.

-No tengo con quien hablar y si hablo con alguien no es lo mismo, es lo primero que se me pasa por la cabeza cuando pienso en ella. Lo nuestro... bueno, de hecho nosotros nunca hemos tenido ninguna relación pero si algún día quería estar con alguien creo que ella estuviera mi primera y única opción. No tengo ni puta idea que quiero, no sé que busco, no sé si estoy preparado para tener una relación como una persona normal pero la extraño y la necesito aquí ahora mismo.

-Lo que acabas de decirme tendrías que decirle a ella también.

-¿Por qué? Dudo mucho que valga la pena...

-Ester va apreciarlo.

El siguiente día Itzan se fue a la universidad, pensaba que no va poder soportar otro día sin Ester, simplemente la extraña demasiado, por lo menos quiere tenerla en clase, nada más. Le basta con tenerla de cerca, no tienen que hablar...

Cuando caminaba por los pasillos acercándose al aula se encontró con una chica que le dio espalda, ella también esperaba el profesor, tenía una postura firme, brazos cruzados y cuando bajo la mirada notaba esas piernas largas.

-El profesor tardara un poco. – le informa Itzan

La chica da vuelta haciéndole sonreír, fue la sonrisa más grande que ha tenido...

-¡Regresaste! – casi grita de alegría al ver a Ester

Ella seguía callada, quería comportarse normalmente, no podía decir nada cuando de pronto sintió manos de Itzan sobre ella, sobre sus espaldas.

-Joder, por fin llegaste. – suspira

Ester se dejaba disfrutar de ese abrazo, le respondía, cierro los ojos, notando ese olor de Itzan que pronto podría hacerle desmayarse.

-Te llevo buscando por días. – suspira de nuevo Itzan

Después de un momento se apartan, el queda mirándola, es como si fue hipnotizado.

-Si, regrese. – responde

-Hable con Marta.

-Si, ya se.

-Estos par de meses de tu ausencia fue lo peor... te extrañe tanto que a veces creo que vi muchas personas parecidas a ti.

Itzan trata acercarse a ella, está a punto de pasar la mano sobre su pelo...

-¿Qué haces?

-Pensé...

-¿Qué pensaste?

Itzan da un paso hacia atrás...

-Nada, olvídalo.

-Itzan, agradezco mucho tu preocupación pero yo necesitaba irme, quería alejarme de todo esto de una buena vez y ahora que volví veo todo más claramente.

-¿A, si? De seguro ni tienes ni idea como me volví loco por no tenerte cerca, si Marta no me hubiera dicho donde esta entonces de seguro movería todo el Madrid tratando a encontrarte.

-¿Qué es lo que no entiendes? Tu y yo no funcionamos bien...

-Eso es mentira.

-Es la verdad, vamos a estar juntos, podemos ser amigo novios o lo que sea que tú quieres y luego vas a aburrirte y volver a ser el mismo de antes, la gente no cambia tan de repente.

-¿Eso es lo que piensas de mi?

Ella queda callada, así confirmándolo.

-Deberías estar con Danna, ya te lo dije y voy a volver a repetirlo, ella te ama mucho, mucho más que yo. – responde un poco triste

-Yo no quiero estar con ella.

-Vas a tener que hacerlo y vas a tener que dejarme en paz de una buena vez, olvídate de mí. – dice, alejándose

Itzan quería caminar detrás de ella, buscar más excusas, sentía como si algo mas paso, ella no podía cambiar tanto por unos meses de ausencia, no entendía porque sigue empujándolo hacia Danna y hasta cuándo piensa hacerlo.