Capítulo 36: Manos a la obra
El día comenzó como cualquier otro: el molesto sol filtrándose por la ventana y un olor matutino sofocando el ambiente. Los lejanos ruidos del tráfico eran lo único que impedía un silencio absoluto en el departamento.
En su habitación, Emily se enfundaba los calcetines a toda prisa. La escuela no perdonaba... y mucho menos a una alumna con un examen por delante. Desayunó una barrita integral que encontró al fondo de la alacena y salió despedida del hogar.
~*~
Se detuvo de golpe al ver por el rabillo la inconfundible silueta de papá. Al dar vuelta en redondo comprobó que se trataba de Frank.
El hombre estaba recargado en su auto negro con las manos en los bolsillos. Ese día vestía una sonrisa serena que ocultaba más de lo posible.
Emily se acercó a él sin saber que pensar o decir.
—Hola...
—Buenos días —respondió Frank mientras se incorporaba.
—¿Qué haces aquí? —Trató de no sonar grosera.
—Vengo a recogerte.
—¿Si? ¿Me llevas a la escuela hoy?
Su padre hizo un no con la cabeza y rodeó al auto hasta la puerta del conductor
—Sube —le indicó.
Emily prefirió no cuestionarlo. Lo notaba un tanto impaciente e incómodo. Así que se limitó a tomar su lugar de copiloto junto a Frank. Después tendría noches enteras para arrepentirse de no haberse parado a preguntar cuál era su destino.
El auto negro con dirección al hospital psiquiátrico "The Ridges" surcó las calles al ritmo poco fluido de la ciudad. Los altos edificios se veían reflejados en el parabrisas uno tras otro según avanzaban.
Un choque ocasional los hizo desviarse más de lo que Frank habría querido, de por si su viaje seria largo. Semáforo tras semáforo los minutos se fueron añadiendo al reloj, y con ello, la preocupación de la chica por no llegar a tiempo al instituto.
Emily se extrañó aún más cuando dejaron atrás la zona urbana que daba paso a las afueras de la ciudad.
—¿A dónde vamos?
Frank mantuvo su posición al volante. Seguramente iba tan absorto en los ruidos de su cabeza que no la había escuchado.
Emily transmitió impaciencia a sus uñas.
El auto se adentró en una recta que recorrió como cierre en la espalda de un vestido.
Emily observaba a través del vidrio las fugaces formas de los árboles a ambos lados del camino. La música que despedían las bocinas no ayudaban a distraerla de sus dudas.
—¿Salimos de viaje? —preguntó.
Frank lo negó.
—¿Vámonos a visitar a alguien?
Obtuvo la misma respuesta.
La muchacha dejó escapar un suspiro silencioso que quedó ahogado en los repiqueteos de la música.
ESTÁS LEYENDO
Doble Personalidad
Подростковая литератураAsiste a la escuela, estudia, tiene una familia y tiene que lidiar con las complicaciones de una vida adolescente. Lo único que la hace diferente es que carga con un problema mucho más grande que ella misma. Y es que tiene dos personalidades. Estu...