Capítulo 11: El gimnasio
Era una mañana temprana de un sábado que prometía una elevada temperatura, madre e hija llegaban al "LifeTime Fitness", un club deportivo privado y de buen prestigio. El estacionamiento estaba frente al edificio, casi en su totalidad, vacío.
Por fuera era grande, con varios ventanales dando vista al interior al club.Emily caminaba incómoda detrás de su madre, que iba vestida con un short verde fosforescente extremadamente corto y un top tan negro como ajustado.
Que Emily supiera, su madre no se ejercitaba, ¿entonces por qué los músculos de sus largas piernas se marcaban al caminar?
En cambio, Emily iba ataviada con una licras deportivas hasta la rodilla y en la parte de arriba una blusa de tirantes gruesos en color rosa, y como siempre, no faltaba su sudadera del mismo color que la blusa.
-Buenos días -dijo su madre al hombre de la recepción con voz terciopelada.
-Buen día tenga usted también -el hombre le sonrió-¿En qué le puedo ayudar? -preguntó el recepcionista con una sonrisa coqueta.Liana se inclinó por sobre el escritorio de madera y susurró algo al hombre que Emily no alcanzó a oír. Lo que si distinguió fue la mirada lasciva por parte del señor y luego un asentimiento.
-Aquí tiene -el hombre le otorgó un papel firmado aun sonriéndole.
Su madre le devolvió el gesto y dijo:
-Gracias.
-A usted -dijo por último el hombre con la misma ávida sonrisa.Emily siguió a su madre hasta una puerta automática custodiada por una mujer de barriga abultada y mala cara.
-¿Tiene su tarjeta? -formuló la encargada después de barrer con la mirada a Liana.
Su madre se limitó a estirar la mano con el papel anteriormente firmando y entrar al club sin esperar a la aprobación de la empleada.***************************************************
<Las ventajas de una mamá zorra> le dijo una voz en su mente, provocando que Emily dejara de seguir a su madre.
Últimamente escuchaba una voz inundando su cabeza, siempre la misma.
Iban caminado por lo que parecía la zona principal del club deportivo, con tiendas de ropa para entrenamiento, y una cafetería con mesas metálicas en el exterior.
-¿Mamá? -dijo a Liana alcanzándola.
-¿Hmmm? -soltó su madre observando las señales del gimnasio.
-He estado escuchando...voces.
Liana, que iba por delante de su hija siguió andando pero sus ojos se abrieron alertados.
-¿Qué...qué te dicen las voces?
-Cosas -contestó, no pensaba revelarle el último susurro misterioso que le había llegado.
-Son imaginaciones tuyas -dio por echo Liana, aunque en realidad supiera exactamente de que se trataba.Las voces interrumpiendo sus pensamiento eran nuevas pero las pérdidas de memoria llevaban años...pensándolo bien, desde que había vuelto del orfanato.
Y por más que le decía a su madre, ella le decía lo mismo una y otra vez.
-Ya casi llegamos -dijo su madre sin reducir su velocidad.Recorrieron un tramo más, pasaron por varias albercas olímpicas, salones de yoga, canchas de tenis, rings de boxeo y por fin llegaron al gimnasio.
En todo el camino Liana había sido el centro de atención, las miradas de ambos sexos la estudiaban sin consideraciones.
Y Liana disfrutaba de eso.
Subieron una hilera de escaleras en forma de caracol para poder acceder al gimnasio, que estaba echo de vidrios bien limpios y ubicado en la parte más alta del lugar.
Desde ahí se veían las canchas de tenis y un verde campo de golf. Dentro, la música estaba a todo volumen, las personas se movía en los aparatos sin parar, claro que había una que otra excepción.
Liana y Emily se acercaron a un escritorio donde se postraba una mujer oscura y de radiante sonrisa a pesar de las tempranas horas matutinales.
-Buenos días, necesitamos un entrenador -informó Liana sonriendo a la mujer.
-Claro, veré si hay alguno disponible. Si hay alguno yo se lo mando.Pedir la supervisión de un entrenador requería anticipación, por eso no era seguro que Liana consiguiera alguno.
-El entrenador es para ti, ¿cierto? -preguntó Emily recargada en el alto escritorio.
-No, será todo tuyo -Liana le guiñó el ojo y se alejó con su cadera contoneándose.
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Doble Personalidad
Teen FictionAsiste a la escuela, estudia, tiene una familia y tiene que lidiar con las complicaciones de una vida adolescente. Lo único que la hace diferente es que carga con un problema mucho más grande que ella misma. Y es que tiene dos personalidades. Estu...