Capítulo 26: Dos regalos
Asistir a la escuela sabiendo que su doble personalidad podía saltar de un momento a otro la aterrorizaba, tenía que confiar en que Renne se comportaría bien en su ausencia. Tener un brazo roto le había acarreado atención innecesaria, preguntas como: "¿Qué te paso?" se le presentaban a cada dos pasos que daba por los pasillos. No podía permitirse bajar la guardia ni un segundo; tal vez Renne estuviere esperando una simple distracción para entrar en escena.
Según los datos que las demás personas le habían proporcionado acerca de su otra personalidad... Renne no era tan mala como la imaginaba, ¿tenía razón?
Podría ser maliciosa y persuasiva la mayor parte del tiempo; pero como todo en esta vida, Renne tenía su lado bueno. Y características como defender en lo que creía se sumaban a la lista.
Se preguntaba si un día lograría dejar atrás esa faceta.
-Yo no vengo a enseñarles; ustedes deberán aplicar lo que ya saben para aprender -iba explicando la maestra de español.
Los alumnos se miraron entre ellos. Abril sonrió por lo bajó y alzó la mano.
-¿Si? -cedió la mujer al frente.
-¿Entonces por qué es maestra?
La profesora expresó indignación con una alzada de cejas.
-Esto que les dije no quiere decir que no fueran a aprender conmigo.
-Viene a cobrar el cheque, ¿no? -siguió Abril, sin que los demás dejaran de mirar el inicio de una discusión segura.
-Así como yo te respeto, pido que tu me respetes -espetó la maestra cruzándose de brazos.
-La incertidumbre es una posición incómoda, pero la certeza es una posición absurda.
Una risas se oyeron al final del salón.
-Es todo, ve a la dirección -ordenó.
Abril sabía lo sensibles que eran las educadoras en ese tonto instituto, precisamente por eso había abierto la boca, no le apetecía la clase y la excusa de ir al baño ya la había usado. La joven pelirroja se levantó del pupitre y azotó la puerta antes de salir. Sólo para verse más dramática.
Emily reprimió una risa, ya que sabía exactamente el motivo de Abril.
***************************************************
Abel se estaba encargando de traer y llevar a Emily a donde necesitara, por lo tanto, él la había transportado de vuelta a casa. Parecía que le habían cocido la boca con alambre metálico nada más se había subido al auto con Abel como conductor, cada que él trataba de sacarle conversación sobre temas tan sencillos como el descaro de las personas que conducían rápido, ella se limitaba a respuestas cortas.
-Ayer no tuve oportunidad de felicitarte por el ambiente de la sala... felicidades.
-Gracias.
La noche anterior no había dejado de pensar en los policías.
El panorama fuera del auto lucía caluroso por donde miraras, ella no lo sentía en su propia piel gracias al aire acondicionado. ¿Cómo le estaría yendo a Seth con el auto?
Era un muchacho responsable, no tenía porque preocuparse en lo más mínimo. Antes de enterarse que su chofer podría ser el padre de su futuro hermano o hermana, se abría sentado en el asiento de copiloto y charlado con Abel como a un amigo, pero ahora iba bien aferrada con el cinturón de seguridad en la parte trasera.
Con el brazo roto y las costillas frágiles, se daba cuenta que uno no apreciaba la salud hasta que la veía perdida; lo mismo pasaba con los objetos y las personas.
ESTÁS LEYENDO
Doble Personalidad
Teen FictionAsiste a la escuela, estudia, tiene una familia y tiene que lidiar con las complicaciones de una vida adolescente. Lo único que la hace diferente es que carga con un problema mucho más grande que ella misma. Y es que tiene dos personalidades. Estu...