Capítulo 23

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Narra Hugo

Hoy era fin de año e íbamos a celebrarlo con mis amigos de Córdoba. Me parecía increíble la manera en que Eva había conectado con mi madre y mi entorno. Le presenté a Marta y se cayeron genial desde el minuto uno. La verdad es que la gente que me rodeaba estaba muy feliz por mí, por verme tan contento al lado de esa niña.

Sam: Flavio también viene a celebrar fin de año con nosotros - dijo emocionada.

Eva: Qué bien, voy a acabar el año con las personas más importantes que he conocido en 2020. - soltó Eva, abrazando a Sam y mirándome. Yo sonreí, estaba de acuerdo.

Sam: ¿Quién nos iba a decir que después de robarte un taxi recién llegados a Madrid, ahora estarías aquí con nosotros?

Hugo: Qué cosas tiene la vida eh... - me acerqué a Eva por detrás y la abracé por la cintura, dejando un beso en su cabeza.- La verdad es que yo también estoy muy contento de que hayas aparecido en nuestras vidas. - se giró y me dio un tierno beso en los labios.


Durante la mañana fuimos a comprar todo lo necesario para preparar la cena, que iba a ser en mi casa. Después de la cena saldríamos a una discoteca del centro. Flavio llamó diciendo que acababa de llegar. Cogimos el coche Sam, Eva y yo, y nos dirigimos hacia la estación a recogerlo.

Comimos los cuatro con mi madre, y después nos echamos la siesta, porque la noche tenía pinta que iba a ser larga. Eva y yo nos dedicamos unas caricias para acabar cayendo en los brazos de Morfeo.

Nos despertamos de la siesta y empezamos a arreglarnos todos. Las chicas se fueron juntas a la habitación de Sam, ya que siempre tardaban más y nosotros dos nos quedamos en la mía.

No podía esperar para ver qué se ponía Eva, seguro que iba a ir guapísima. No quiso enseñarme el modelito antes porque decía que era mejor el efecto sorpresa. Solo esperaba que se pusiese el conjunto de lencería rojo que le había regalado. Tenía las expectativas muy altas. Ella siempre vestía super bien y se maquillaba de manera muy natural, resaltando las facciones de su cara.

Yo me puse un pantalón de vestir capri muy ajustado en color azul marino, con una camisa blanca y una americana azul marina. Me puse unos zapatos de color negro, aunque no me gustasen mucho por un día no iba a pasar nada. Entré al baño e intenté arreglar mi pelo haciéndome un tupé. Cogí el bote de colonia y me rocié por todo el cuerpo.

Cuando estábamos listos Fla y yo, bajamos al salón a esperar a nuestras princesas. A ambos se nos notaba que estábamos nerviosos por ver cómo nos sorprendían. De repente las vimos bajar por las escaleras. Se me salían los ojos de las órbitas viendo lo guapas que iban. Eva llevaba un vestido negro corto de manga larga de brilli brilli. Tenía un escote en pico, que hacía que le resaltaran los pechos. Se había hecho una cola de caballo en el pelo y se había maquillado muy natural, resaltando sus hermosos labios de color rojo. Me estaba volviendo loco.

Hugo: ¡Madre mía de mi vida! - dije acercándome a ella.- Vas preciosa mi amor.

Eva: Tú también vas muy guapo gordi. Espero que no se te acerquen muchas chicas.

Hugo: Ya sabes que aunque se me acerquen yo solo tengo ojos para ti. - me acerqué a ella para darle un beso en los labios.


La cena transcurrió entre risas y anécdotas. Estaba compartiendo mesa con las personas más importantes de mi vida. Las campanadas iban a sonar y nosotros estábamos ya preparados con las 12 uvas. Cuando acabaron, nos abrazamos entre todos para felicitarnos el nuevo año. Yo me acerqué a mi chica y le di el primer beso del año. Fla y Sam hicieron lo mismo.

Nos tomamos algunas fotos con las copas de cava y escuchamos que el taxi estaba pitando para que saliéramos. Normalmente siempre era yo quién conducía el coche cuando salíamos de fiesta, pero esta vez decidimos coger un taxi para ahorrarnos peligro e irresponsabilidades. Ni Eva ni yo bebíamos mucho, pero Nochevieja era Nochevieja

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Nos han salido responsables los niños eh...

¿Cómo creéis que irá la fiesta? ¿Se emborracharán mucho?

Os leoooooo!

Siempre nos quedará MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora