Narra Eva:
Estábamos dentro de la consulta del ginecólogo. Hugo le estaba prestando extremada atención a la pantalla mientras me hacían la ecografía. No sabía qué le pasaba, pero estaba como inquieto.
El doctor estaba intentando ver el sexo del bebé, pero parecía que estaba en una mala posición y no nos permitía descubrirlo tan fácilmente.
De golpe, sentí un fuerte dolor en la barriga, parecía una patada. Miré asustada la pantalla y vi que había cambiado de posición. Me giré y Hugo estaba más sonriente que nunca, señalando con el dedo una parte de la pantalla y sin poder mediar palabra.
Ginecólogo: Por tu expresión, - dijo señalando a Hugo - me da la sensación de que has visto lo mismo que yo - yo no entendía de lo que estaban hablando.
Hugo: Eso es... ¿es el pene? - tartamudeó.
Ginecólogo: Efectivamente, Sr. Cobo. Eso es el pene. - Felicidades papás - dijo mirándome también a mí -, vais a tener un campeón más en la familia, y por la patadita que te ha dado, parece que le gustará el fútbol - me eché a reir.
Eva: Que feliz nos hace saber que será niño. Hugo estaba como loco por recibir esta noticia.
Ginecólogo: Normalmente los papás quieren siempre la parejita, así que le comprendo.
Hugo: Solo espero que no te haga sufrir mucho con estas patadas, porque me ha dolido hasta a mí - soltó igual de sonriente mientras me daba un beso en la frente.
Estuvimos hablando con el doctor acerca del embarazo, de lo que se podía y lo que no se podía hacer realmente, ya que en el otro fuimos exageradamente prudentes en cuanto a sexo, comida, viajes y demás. Él nos dijo que se puede hacer vida normal, lo único importante es llevar un ritmo de vida saludable y no tomar café, alcohol ni drogas.
Todo iba genial, el ginecólogo nos dijo que nuestro hijo estaba sano y que no había por qué preocuparse. Es por este motivo que decidimos organizar una cena con nuestros amigos ese mismo día para darles la noticia.
Dejamos todo preparado para la noche, e hicimos una videollamada con mi madre, con mi padre y con Ana para contárselo. Estaban que explotaban de felicidad. Coincidían todos en que el hecho de tener "la parejita" era super bonito, para poder disfrutar de ambos sexos y ver las similitudes y las diferencias que hay entre unos y otros.
Dicen que la adolescencia de las chicas es más dura que la de los chicos, pero desde mi punto de vista, todo es cuestión de la educación que les da su entorno. Y nuestros hijos iban a crecer en un entorno de amor, respeto y humildad, así que no nos preocupaba lo más mínimo lo que fuese a pasar al cabo de unos años.
Empezaron a llegar nuestros amigos, y nadie sabía el por qué de esa reunión improvisada. Todos tenían sus vidas y era difícil a veces coincidir. Pero siempre estaban para mí, y se organizaron para poder acudir todos.
Sam: ¿Se puede saber qué es tanto misterio? Si ya os habéis casado, ya nos habéis dicho que estáis esperando otro bebé... ¿ya qué más hay que explicar? Nos os vayáis a mudar lejos eh, por favor.
Yo no podía aguantar la risa con las primeras palabras de Sam tras abrirle la puerta. Sin responder, la abracé y le di un beso, tranquilizándola para que no especulara durante más rato.
Eva: No tienes que preocuparte, que a mí no me sacan de Madrid.
Sam: Madre mía, quiero saber todo ya.
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Siempre nos quedará Madrid
Novela JuvenilDos caminos que se cruzan en una estación de tren de Madrid. Eva y Hugo se mudan a Madrid para estudiar. Desde su primer encuentro y un seguido de coincidencias de la vida, sus vidas les llevan a conocerse más a fondo. Eva conoce al Hugo despreocupa...