Capítulo 37

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Narra Hugo:

Eva: ¿Qué haces aquí? - soltó sorprendida, pero al mismo tiempo fría.

Hugo: Mi amor, yo...

Eva: Tú, ¿qué? ¿Ya recordaste que tienes una novia que se preocupa por ti y por tus proyectos? - una lágrima cayó de sus ojos y a mí se me encogió el corazón.

Hugo: No es lo que parece Eva - le dije acercándome - me quedé dormido ayer y por eso no te respondí.

Eva: No te acerques, quizás la que necesita espacio ahora soy yo. - soltó dura - ¿Te dormiste a las 3 de la tarde? Porque recuerdo haberte enviado un mensaje animándote y no recibí respuesta.

Hugo: No te alejes por favor. - Estaba quebrado - Puedo explicártelo.

Eva: Tengo más hambre que ganas de escucharte.

Hugo: Pues ven, acompáñame al comedor - le mostré lo que había preparado y su cara se destensó un poco.

Eva: Mira, vamos a comer y luego hablamos, a ver si cuando entra la comida a mi estómago se me quita un poco el cabreo que llevo encima.


Empezamos a comer y yo no podía parar de mirarla con cara triste. Ella ni siquiera me miraba. Estábamos en silencio, un silencio tenso como nunca antes había habido entre los dos.

Cuando acabamos, me levanté para recoger su plato, ella me miró y sujetó mi brazo para que dejara el plato y le prestara atención.

Eva: ¿Por qué?

Hugo: Por qué, ¿qué? - pregunté confundido.

Eva: Entiendo que no tengamos que dormir juntos todos los días y que necesites tiempo para ti, a solas, contigo mismo. Pero, ¿por qué me has hecho sentir como si me alejaras del proyecto con Sony?

Hugo: Eva mi niña, nunca he querido que pienses que quiero alejarte, ni del proyecto ni de absolutamente nada. Desde que me llamaron el domingo por la mañana estaba nervioso, y no quería transmitirte a ti ese sentimiento negativo. Me encerré en mí y lo siento muchísimo, ya que hablando la gente se entiende y creo que debería haberte explicado cómo me sentía. Y en cuanto a lo del mensaje que no te respondí, Paco acababa de abrirme la puerta, y no creo que decirle "oye, espera que respondo un WhatsApp" fuera lo más profesional cuando acababa de conocerme...

Eva: ¿Y por qué no me llamaste al salir, como te había pedido?

Hugo: Porque estaba inmerso en todo lo que acababan de decirme, llegué a casa y me quedé dormido - me levanté y me puse a su altura -. Te juro por mi vida que no quiero alejarte, es que vamos, no quiero ni que lo pienses - expliqué llorando y abrazándola.

Eva: Hugo... - ella acogió mi abrazo, y me abrazó también -. Quizás yo también estaba demasiado sensible, pero realmente pensé que algo andaba mal entre nosotros. Prométeme que si algo va mal me lo dirás, que no te encerrarás.

Hugo: Te lo prometo mi amor, eres lo más importante que tengo alrededor - nos dimos un beso en los labios que parecía haber calmado las cosas.

Eva: ¿Entonces tengo un novio famoso? - preguntó y no pude evitar soltar una carcajada.

Hugo: Aún no sé nada claro. Ven, vamos al sofá y te cuento todo.


Le expliqué todo lo que me habían dicho y se puso muy contenta por mí. Eva y yo nos queríamos de una manera tan sana, que éramos capaces de ceder y asumir nuestros errores para estar bien. Al final, había sido todo un malentendido y no íbamos a permitir que nos afectara negativamente. Al contrario, esa discusión sin importancia fortaleció nuestra relación.

Hugo: Cariño, tengo que irme. A ver qué me dicen hoy... - solté nervioso.

Eva: Te digan lo que te digan, todo va a ir bien. El talento que tienes nadie lo puede negar, así que ellos sabrán si quieren aprovecharlo o si se pierden a la mejor estrella del panorama mundial - dijo mientras me abrazaba.


Nos despedimos y me fui. Al llegar a la puerta de Sony, decidí enviarle un mensaje a Eva: "Te quiero, gracias por darme la fuerza que necesitaba para afrontar lo de hoy". Ella me respondió con un corazón, y entré sonriente a ver qué deparaba mi futuro.

Paco me dijo que la canción de "Superheroína" les había gustado mucho a todos, y que hoy íbamos a grabar dos o tres canciones más. No podían prometerme un contrato fijo, pero sí iban a formarme y representarme durante mis inicios. A partir de ahí, si mi música gustaba al público, iban a ofrecerme un contrato indefinido. Todo dependía de mí.

También me comentaron que no era necesario que dejase de tocar en el local dónde me conocieron. Consideraban que eso podía ser mi lanzadera, ya que si ellos me habían conocido ahí, quién decía que no podía conocerme más gente y empezar a generar impacto en el panorama musical.

Salí contento de la reunión, aunque no tenía nada seguro, lo que me habían ofrecido me valía por el momento.

Lo primero que hice al salir fue llamar a mi madre y contárselo. Rebosaba orgullo incluso a través del teléfono. Estaba muy contenta por mí. Al colgar, le envié el audio con la canción de "Superheroína" y le dije que escuchara bien la letra, que se la había dedicado con todo mi amor. Y que no lo enseñara a nadie, que esa canción ya pertenecía a Sony y ellos iban a decidir cuándo sacarla.

Eva me esperaba en su casa. Fui casi corriendo para poder explicarte todo lo antes posible. Se puso histérica de emoción y muy contenta. Ella decía que estaba segura que en un tiempo me iban a contratar y que mi música sonaría por todos lados. Adoraba cómo ella siempre confiaba en mí, y me daba esa fuerza para seguir adelante con mis sueños.

Nos tumbamos en la cama, íbamos a dormir, pero un pensamiento apareció en mi cabeza. La miré, sonreí y se lo solté.

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¿Qué pensamiento se le habrá venido a la cabeza? Hagan sus apuestas jiji os leo!

Perdón por no actualizar antes, he tenido bastante mal día... para compensar, os subo otro mañana por la mañana!!!!

Siempre nos quedará MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora