Narra Hugo:
Con Eva las cosas iban mejor que nunca. Nos reconciliamos e incluso nos planteamos ir a vivir juntos. Estábamos ya pidiendo información para ver algunos pisos, pero el trabajo se nos echaba encima.
Ella estaba preparando la primera función y asistiendo a clase, y yo trabajaba en el bar, iba también a clase y las cosas con Sony iban cada vez a más.
Después de ver el primer pase del musical de El Rey León, me quedé boquiabierto. Mi novia era la protagonista, y con razón la habían elegido. Mi hermana también actuaba, y ambas estuvieron fantásticas. Yo me sentía muy orgulloso de mi familia y de la chica que había elegido para que caminara a mi lado.
Al salir del bar después de la función, nos fuimos a mi piso. Íbamos los dos un poco tocados por el alcohol, aunque no nos habíamos pasado tanto.
Hugo: Amor, ahora que los nervios se han calmado un poco, creo que sería el momento ideal para empezar a buscar piso en serio.
Eva: Si, yo iba a proponerte lo mismo. Si quieres mañana nos ponemos a buscar y organizamos visitas para la semana que viene. ¿Qué te parece?
Hugo: Me parece una idea maravillosa, no puedo esperar más ya, tengo muchas ganas de tener nuestro nidito de amor, nuestra intimidad, nuestro proyecto conjunto. El primero de muchos - le comentaba mientras acariciaba su pelo y le daba besitos en la nariz.
Eva: ¡Hugoooo! ¡Para ya con mi nariz! - se quejó ella riéndose.
Hugo: No puedo parar, es tan bonita y redondita que me pide que me la coma a mordiscos - me miró sensualmente.
Eva: ¿Entonces solo te gusta mi nariz? - soltó sugerente.
Hugo: Ven - la acerqué a mí y empecé a dejar un hilo de besos empezando por su cuello, bajando por su escote y llegando hasta la parte inferior de su abdomen. - Me gusta cada parte de ti, así que si lo prefieres puedo comerte entera.
Eva: Pero si me comes no habrá más Eva - se descojonaba y se retorcía.
Hugo: ¿Quieres ver cómo hay Eva para rato? - la puse encima de mí, y froté mi erección en su tanga. Ella puso cara de placer, eso era lo que yo buscaba.
Eva: Quiero... verlo si, si si quiero verlo - decía con la voz entrecortada por gemidos.
Le quité la ropa, e hice lo mismo con la mía. Introduje dos dedos dentro de su intimidad, haciendo circulitos para darle placer. Su parte íntima se humedecía por momentos, e introduje mi lengua en ella, para que llegara al orgasmo dentro de mi boca.
Hugo: ¿Ves como puedo comerte entera y sigues estando aquí?
Eva: Ah no, no, rubito... Esto no se ha acabado aquí - soltó mientras volvía a ponerse encima de mí e introducía mi pene dentro de ella.
Hugo: Hace unos días que no nos estamos cuidando nada pequeña...
Eva: Hugo cállate, ahora no es el momento de hablar de esto - me dijo sin parar de votar encima de mí, y volviéndome loco en cada embestida. - Solo disfruta.
Y eso hice, disfrutar de la diosa que tenía encima, que me hacía perder el control y que era capaz de excitarme con solo una caricia.
Llegamos al orgasmo de manera conjunta, sin respiración y exhaustos de placer.
Nos dormimos profundamente abrazados, y yo no podía parar de reflexionar que en muy poco tiempo íbamos a estar compartiendo piso, conviviendo con la mejor persona que había conocido. Estaba nervioso por todo lo que se venía, pero inmerso en esos pensamientos, me quedé dormido.
El sol entraba por las rendijas de la persiana y noté que Eva estaba ya despierta. Me estaba mirando sonriente, pero era una sonrisa extraña. Algo estaba tramando.
Eva: Buenos días mi amor - me dijo dándome un beso en los labios y apretando mi pene con sus manos. - Buenos días a ti también.
Hugo: Dios Eva, buenos días. Por eso tenías esa sonrisa perversa eh... - solté guiñándole el ojo.
Eva: Ahora vas a ver el por qué de mi sonrisa perversa.
No acabé ni de reflexionar en sus palabras, que ella se había puesto dentro de las sábanas y tenía mi pene en la boca. Normalmente no era de levantarse con el calentón, siempre era yo quién la buscaba por las mañanas. Y me gustó, me gustó mucho la iniciativa que tuvo esa mañana. Me gustó tanto, que en pocos minutos llegué al clímax dentro de su boca.
Hugo: Un día de estos vas a volverme loco. No dejas de sorprenderme. Qué gran despertar.
Eva: Y esto solo es el principio, porque vamos a despertarnos juntos todas las mañanas.
Acaricié su cara, le di un beso en la frente, y nos metimos en la ducha. Seguidamente desayunamos y empezamos la búsqueda del que iba a ser nuestro hogar.
Había muchas opciones, y la verdad es que los precios no eran excesivos. De hecho, nos salía más a cuenta que viviendo separados.
Eligiendo tuvimos algún roce, ya que al que a ella le encantaba, a mi no acababa de gustarme, y al revés. Pero de golpe, apareció uno que nos encandiló a los dos. Era un ático, con parqué en el suelo, pintado de blanco y muy luminoso.
Dicen que tienes que ver muchos pisos antes de elegir el tuyo, pero Eva y yo teníamos claro que si ese seguía disponible, nos lo íbamos a quedar.
Organizamos la visita para el día siguiente por la tarde, ya que por la mañana teníamos que asistir a clase, y nos recibió el comercial de la agencia muy amablemente, enseñándonos cada estancia del piso, y las zonas comunes de la comunidad.
Comercial: Es un piso que está muy bien situado, y muy bien de precio. Además, esta mañana he recibido un mensaje del propietario diciendo que quería alquilarlo ya - Eva y yo nos miramos -. Me ha dicho que si confirmáis y hacéis la paga y señal durante la tarde de hoy, os rebaja 90 euros del precio mensual del alquiler.
Eva me miró dubitativa, yo le cogí la mano y asentí sonriente.
Eva: Nos lo quedamos.
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Los niños ya tienen su nidito de amor!!!! ¿Qué os parece? ¿Creéis que ha sido buena idea irse a vivir juntos?
*Quiero decir que no he actualizado durante varios días porque tampoco veo mucha interacción. Iba a dejar de actualizar, pero he pensado que quiénes sí me leéis y me comentáis vuestras opiniones, merecéis que continúe con esto. Gracias a todxs!
Si le dais like actualizo más a menudo, prometido ;)
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Siempre nos quedará Madrid
Teen FictionDos caminos que se cruzan en una estación de tren de Madrid. Eva y Hugo se mudan a Madrid para estudiar. Desde su primer encuentro y un seguido de coincidencias de la vida, sus vidas les llevan a conocerse más a fondo. Eva conoce al Hugo despreocupa...