Narra Hugo
Hoy tenía el día tonto. Se había juntado la conversación con mi madre de ayer que me hizo abrir los ojos y darme cuenta de la pedazo de mujer que tenía al lado, y el sexo mañanero frustrado por culpa de Sam.
Quería contarle a Eva la conversación, pero no sabía si estaba suficientemente preparado para desnudar mis sentimientos de esa manera. Así que decidí desnudarla a ella primero, y ya luego vería lo que haría.
La miraba provocativamente, sabía que mi mirada intensa la ponía nerviosa y cachonda. Empecé a quitarle la camiseta poco a poco. Quería hacerlo lento, cariñosamente, sin prisa. Aunque la realidad era que estaba excitadísimo y quería estar dentro de ella cuanto antes. Pero no, hoy no tocaba eso.
Seguí por sus pantalones y la dejé en ropa interior. Ella me miraba sedienta de deseo y buscando desesperadamente mi boca, pero yo iba con movimientos tranquilos, impidiéndole llegar a mis labios y haciéndola volver loca.
Empecé a desabrochar mi camisa, y cuando iba por la mitad, Eva se desesperó y me quitó de golpe toda la ropa mientras me besaba sin parar. Toda la calma con la que había empezado se esfumó. Parecía que el juego de no poder tocarme, a Eva la había excitado de verdad, porque me besaba con desenfreno. Nuestras lenguas jugaban dentro de la boca, y cada vez hacía más calor en esa fría tarde de enero.
Eva bajó hasta mi miembro y se lo puso en la boca, disfrutando de mi enorme erección provocada por ella.
Hugo: Eva, para. Voy a llegar ya sino. - le dije intentando separar su boca de mi pene.
Eva: Yo siempre acabo dentro de tu boca, quiero que hoy lo hagas tú. - soltó prácticamente susurrando.
Y así lo hice, acabé dentro de su boca. Pero ambos queríamos más. Eva se limpió rápidamente la boca con agua, y volvió poniéndose a horcajadas encima de mí. Mi chica quería tener el control, y yo no iba a quitárselo.
Se introdujo mi pene y sus manos estaban apoyadas en mi pecho. Empezó a mover su precioso cuerpo con movimientos lentos, refregando bien cuerpo con cuerpo, mordiéndose el labio de placer y con la mirada fija en mis ojos, quiénes la miraban de la misma forma excitada.
Cambiamos varias veces de posiciones, hasta que noté que sus piernas empezaban a temblar, dándome a entender que estaba a punto de llegar al placer máximo.
Hugo: Vamos, córrete Eva, soy tuyo y puedes hacer conmigo lo que quieras. - le susurré con voz ronca porque sabía lo que generaba en ella.
Eva: Dios mío Hugo... - y no pudo hablar más porque llegó al orgasmo.
Yo, escuchándola y viéndola disfrutar, llegué también de nuevo.
Estábamos tumbados, mi cabeza reposaba encima de su pecho. Seguíamos desnudos y con las piernas entrelazadas.
Hugo: ¿Sabes qué? - le pregunté dubitativo.
Eva: Dime amor - respondí mirándome.
Hugo: Ayer tuve una conversación muy bonita con mi madre...
Eva: ¿Cuándo? Si estuvimos todos juntos todo el rato.
Hugo: Cuando jugabais a las cartas. Nos pilló mirándonos y me dijo que es muy bonito lo que tenemos, y que no dude, que tú eres la persona. - sus ojos se humedecieron y me abrazó muy fuerte.
Eva: Mi niño... tú también eres mi persona. No tengo ninguna duda. Me he sentido muy a gusto con tu madre estos días, la verdad. Me lo ha puesto todo muy fácil.
Hugo: Porque se dio cuenta desde que entraste por la puerta de que tú me haces bien. Y si ella me ve feliz, directamente ama a la persona que consigue ese sentimiento en mí.
Eva: Espero no defraudarla nunca. - soltó sincera.
Hugo: No la vas a defraudar. Confío en ti. Y te quiero. Estoy completamente enamorado de ti.
Eva: Me dejas sin palabras - dijo con la voz entrecortada por la emoción-. Cada parte de mí también está completamente enamorada de ti. Me tienes loca.
Después de esa conversación, nos besamos lentamente e hicimos el amor de nuevo, pero olvidando la excitación y centrándonos solo en el sentimiento que desprendíamos el uno por el otro. Fue una de mis mejores veces, la sentí tanto que quería quedarme ahí, tumbado en la cama con Eva, para siempre.
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Adoro que sean fogosos y a la vez tan tiernos...
Hugo ha decidido contarle a Eva la conversación con su madre. ¿Eva decepcionará a Ana? ¿O seguirá siendo la novia ideal?
Me queda suuuuuper poco para acabar de escribir la novela. Tengo muchísimos capítulos por subir... así que cuántos más likes y comments, más posibilidades de que haga maratón :D
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Siempre nos quedará Madrid
Teen FictionDos caminos que se cruzan en una estación de tren de Madrid. Eva y Hugo se mudan a Madrid para estudiar. Desde su primer encuentro y un seguido de coincidencias de la vida, sus vidas les llevan a conocerse más a fondo. Eva conoce al Hugo despreocupa...