Narra Eva
Llegamos super rápido a la discoteca. Estaba todo decorado super bonito con globos dorados y negros. La gente iba muy arreglada, así que habíamos elegido bien nuestra ropa.
Nos fuimos a nuestro reservado. A parte de las botellas que compramos para tener toda la noche, con la entrada de la fiesta podíamos pedir una consumición gratis, así que le dije a Samantha que me acompañara a buscar las bebidas a la barra.
Eva: Sam y yo vamos a por las bebidas. ¿Qué queréis tomar?
Hugo: Yo quiero un gintonic con ginebra de fresa.
Flavio: Yo un gintonic pero con ginebra normal.
Eva: Perfecto, pues ahora volvemos. No nos echéis demasiado de menos - dije mientras le daba un fugaz beso en los labios a Hugo.
Cuándo íbamos dirección a la barra vi que Sam miraba nerviosa y con cara de asco a alguien. Estaba bastante oscuro y tampoco creía que fuera a conocer a la gente de Córdoba, así que no le di más importancia.
Llegamos a la barra y había muchísima gente haciendo cola. Se notaba que la primera ronda de bebidas era gratis. Tuvimos que esperar unos cinco minutos hasta que nos atendieron. No era mucho rato, pero estando de fiesta, si no te sirven al instante sientes que pierdes horas para bailar. Y no estábamos dispuestas a perder más horas.
El camarero nos sirvió lo que le pedimos y nos fuimos con nuestros respectivos novios, que no se habían movido de nuestra zona del reservado.
Flavio: ¿Qué... ya estabais ligando que habéis tardado tanto? - dijo haciendo broma.
Sam: Sí cariño, hemos hecho hasta un trío con el camarero, imagínate. - y nos descojonamos todos.
Hugo: Pues vosotras os lo perdéis eh. Miradnos que guapos estamos. Me atrevería a decir que somos los dos chicos más guapos del local.
Eva: Claaaaaaaro que si. - dije divertida. - Aunque por muchos pibones que haya, lamentablemente solo tenemos ojos para vosotros.
Acto seguido, Hugo me cogió de la cara mordiéndose el labio y me dio un beso apasionado por lo que acababa de decir.
Sam: Eh eh, que corra el aire hombre que para esto ya tendréis tiempo cuando lleguéis a casa. - revoleamos los ojos sin hacerle caso.
De golpe empezó a sonar "Maniac" y Sam me cogió de la mano separándome de Hugo y nos volvimos locas. Inventamos en ese instante una coreografía y nos pusimos a bailar como si no hubiese un mañana. Nuestros chicos estaban en el sillón mirándonos con una sonrisa mientras bebían de su copa.
Después de varias canciones y bailes creyéndonos las reinas de la pista, sonó "Blinding Lights", la canción favorita de Hugo. Cruzamos nuestras miradas y se levantó a por mí. Bailamos muy pegados y cuando acabó la canción le comuniqué que necesitaba ir al baño.
Hugo: Si quieres te acompaño para ayudarte a bajarte la cremallera del vestido. - me dijo con un tono vacilón.
Eva: No hace falta que me bajes la cremallera porque ya nos conocemos... Pero si me quieres acompañar hasta la puerta del baño, no hay ningún problema.
Caminamos los dos riéndonos sin soltarnos de la mano hasta la puerta del baño. Al llegar le dí un buen beso.
Eva: Espérame aquí y no te vayas con ninguna que ahora vuelvo. - le susurré en el oído haciendo que se le erizase su piel.
Hugo: No tardes mucho que sino voy a tener que entrar yo a buscarte y de ahí sí que no salimos.
Entré al baño e hice pis. Cuando terminé me miré al espejo para retocarme un poco mi pelo y volverme a maquillar mis labios de rojo, ya que con tanto beso con Hugo se me había corrido todo.
Una vez lista, salí para volverme a encontrar con mi rubio, pero cuando miré hacia la izquierda vi una escena que no se lo desearía a nadie. Mi novio estaba en una esquina con una chica rubia muy pegados.
Salí corriendo hacía el reservado con lágrimas en los ojos. Solo necesitaba el consuelo de alguien, y qué mejor que fuese el consuelo de mi mejor amiga. En ese momento, estaba borracha y rota, y Sam se dio cuenta enseguida. Me cogió de la mano y me llevó para fuera.
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Creo que no hace falta que hagamos apuestas para descubrir quién es esa rubia...
¿Por qué creéis que Hugo estaba así?
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Siempre nos quedará Madrid
Novela JuvenilDos caminos que se cruzan en una estación de tren de Madrid. Eva y Hugo se mudan a Madrid para estudiar. Desde su primer encuentro y un seguido de coincidencias de la vida, sus vidas les llevan a conocerse más a fondo. Eva conoce al Hugo despreocupa...