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SERKAN

Después de la llegada de Engin y Piril nos la pasamos hablando esperando a nuestro cliente. Pero hubo un momento en el que vi a Eda allí en su silla y creí ver muy literal el como me sentía con respecto a ella, tan cerca y tan lejos a la vez así que con esa idea en mente me pare de mi asiento y fui hacia ella que pensó que iba a salir de la sala o no lo se pero jamás se espero que llegara hasta donde estaba y agarrara el respaldo de su silla para arrastrarla hasta llevarla al lado de la mía.

—¡SERKAN!— me grito mientras trataba de agarrase de la mesa para evitar que la moviera. Todo eso en presencia de mis amigos pero poco me importo, y cuando la deje donde quería me senté tranquilamente a su lado sintiendo su intensa mirada en mi.

—¿Que? Aquí será mejor— le dije restándole importancia.

—Solo para la reunión— me respondió ella. 

—Claro— le dije sonriendo mientras pensaba en la idea de tenerla a mi lado todos los días trabajando codo a codo, literalmente.

Antes de que pudiera pensar más escuche el ladrido de Sirius desde la terraza y una risa en la entrada de la sala me hizo girar en esa dirección mientras mi acompañante llamaba la atención de Sirius.

—¡Nuestra hada volvió! Que bueno verla de nuevo Eda— le dijo acercándose a saludar a Eda tomando su mano.

—Es un placer volver a verlo señor Evrem— le contesto ella con una sonrisa.

—Señor Serkan que gusto verlo también— me dijo tomando ahora mi mano.

—Es un placer— conteste yo. 
Saludo también a Engin y a Piril y se sentó al lado del primero.

—¿Ha visto como va el hotel Eda?— le pregunto el señor Evrem muy interesado en la opinión de la nombrada. 

—Serkan me comento que esta quedando muy hermoso pero no he tenido tiempo de ir— contesto Eda con una sonrisa. 

—Pues tienen que ir ambos es obra de los dos, y es cierto esta quedando muy hermoso gracias a su idea.

Iba a seguir hablando hasta que Sirius se acerco a olfatearle la mano que el con gusto le ofreció.

—Veo que ha traído a su perro Serkan— dijo sonriendo.

—Así es el también tenia muchas ganas de ver a Eda— le dije mirando a esta.

—¿Y donde ha estado? Si es que se puede saber claro— pregunto con una mirada de disculpa.

—Claro, estuve en Italia terminando mis estudios— le dijo ella con una sonrisa.

—¿Enserio? Felicitaciones entonces Eda aunque a mi no me hacia falta el titulo para ver su talento— le comento nuestro cliente. 

—Muchas gracias— contesto Eda apenada. 

—Supongo que fue difícil para usted Serkan estar lejos de Eda— dijo mirándome ahora a mi y haciendo que sienta también la mirada de ella en mi.

—De hecho si, fue muy duro pero ahora ya esta aquí— le dije sonriendo brevemente.

—Pero supongo que tiene un nuevo proyecto para nosotros señor Evrem— le dije cambiando de tema.

—Así es, en realidad quería que me hicieran un par de ideas para un nuevo hotel ecológico, tengo pensado expandirme. Todavía el primero no esta terminado del todo y ya tiene muy buenas criticas así que tengo planeado hacer el nuevo si ustedes me hacen el diseño— dijo haciendo que Eda y yo crucemos miradas, el primero nos había costado pero la idea fue magnífica, sublime y uno de nuestros mejores trabajos en todos los sentidos.

—Seria un honor señor Evrem— dijo Piril haciendo que Engin asienta estando de acuerdo.

—Concuerdo con mis colegas seria un honor, necesitaríamos ver los planos del terreno y estimar el presupuesto— le dije mirando a Eda que asentía estando de acuerdo.

—Pues entonces estaré encantado de mandarles los planos y examinen todo lo que tenga que hacer y demás, y llámenme cuando tengan un presupuesto fijo vendré en cuanto pueda— dijo el levantándose de su asiento seguido de nosotros.

—Sera un placer volver a trabajar con ustedes— dijo mientras saluda a Engin y a Piril.

—Fue un gusto verlos de nuevo pero ¿aun no se han casado?— pregunto haciendo que Eda borre su sonrisa y quede completamente muda.

—No aun no, pero créame que estará invitado cuando eso suceda— le dije tomando su mano haciendo que Eda gire su cabeza en sorpresa.

—Seria un honor, desde el primer momento supe el gran amor que había entre ustedes— dijo haciendo que mi sonrisa sea más grande y más el enfado de Eda.

—Es que no puedo esconder lo mucho que la amo— le dije y el fijo su mirada en Eda que sonrió solamente.

—Y su hada es alguien que merece eso señor Serkan— dijo dándole la mano ahora a ella.

—Tiene toda la razón, espero nos veamos pronto entonces. Prepararemos ese presupuesto en breve— el respondí, agradecido internamente de que haya hecho esa pregunta. 

—Ahora mismo llamo para que les manden los planos del terreno, que terminen bien su día— dijo encaminándose hacia la salida seguido de Engin y Piril.

Eda y yo nos quedamos de pie, ella estaba pensando en no se bien que así que me acerque hacia su oído.

—Mi hada, lo oíste— le susurre en el oído viendo como se estremecía pero después de eso me sorprendió cuando se dio la vuelta golpeando mi brazo.

—Ya basta, deja de jugar Serkan— me dijo con su entrecejo marcado.

—No estoy jugando, te amo Eda y te quiero de vuelta conmigo— le dije sujetando sus brazos acercándola a mi sin importarme que estuviéramos en la oficina.

—Serkan ya te dije que no puedo, tu quieres controlar todo, me mentiste y...

—Y te pediré perdón toda la vida si es necesario pero Eda te necesito mi amor, y tu me necesitas— insistí. 

—Serkan por favor— me rogo ella. 
No sabia que más decirle así que hice lo único que se me ocurrió y tomando su rostro la acerque a mi, sus labios seguían siendo los más deliciosos que había besado nunca, no quiso responder primero pero de a poco comenzaba a corresponderme. Quería demostrarle cuanto la amaba y me perdí en ella, mi mano derecha quedo en su nuca y con mi brazo izquierdo rodee su cintura atrayéndola más cerca si era posible, mientras ella tenia sus manos apoyadas en mi pecho haciendo que mi corazón quisiera salirse de mi pecho. La había extrañado tanto pero el ruido de un golpe seco hizo que nos separáramos de repente, girándonos hacia la puerta donde Leyla había dejado caer una carpeta al vernos.

—Lo lamento mucho Leyla— dijo Eda saliendo de mis brazos y yéndose de la oficina sin que yo la perdiera de vista.

—Lo lamento señor Serkan— dijo Leyla corriendo hacia mi dejando la carpeta para después correr hacia afuera. Jamás había hecho algo como eso, nunca me había comportado así tan impulsivamente, ese era el trabajo de Eda pero de verdad no había pensado solo había hecho lo que llevaba tanto tiempo queriendo hacer. Y ni siquiera me sentía mal cuando el antiguo Serkan estaría lleno de vergüenza y castigándose a si mismo por algo así, el actual yo solo sonreía recordando los labios de la mujer que amaba.

























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𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓸𝓵𝓿𝓲𝓭𝓪𝓻𝓽𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora