XLV

2.9K 177 10
                                    

EDA





Esta mañana me había despertado con unas nauseas horribles, culpe a toda la pizza que comí anoche pero como no quería preocupar a mi hipocondríaco esposo decidí no decirle, y después de pasar ese horrible momento me fui directo a preparar el desayuno.


Después de eso todo continuo relativamente normal, fuimos a la oficina nos encontramos con Engin, trabajamos, pero a media mañana sentía que otra vez empezaba a sentirme mal así que con el pretexto de preparar café corrí fuera de la oficina.
Por suerte esta vez no devolví nada, solo fueron unas nauseas intensas pero seguía sintiéndome rara.

-Buenos días cariño- me saludo Ceren cuando entre en la cafetería.

-Hola Ceren- le dije sonriendo un poco.

-Que te pasa Eda?- me pregunto escudriñándome con la mirada.

-No se, tengo unas nauseas terribles. Tal vez tendría que ir a la farmacia a comprar algo- le dije dirigiéndome a la cafetera.

-Nauseas?? Desde cuando?- me interrogó mi amiga.

-Desde esta mañana de hecho, pero debe ser que me sentó mal la pizza- le explique concentrada en mi trabajo.

-Mmm- dijo mi amiga para beber de su taza de té, haciendo que me de la vuelta para verla.

-Porque Mmm?- le pregunte para mi era muy obvio.

-Mmm de raro, sabes yo ya estoy indispuesta- me comento haciéndome fruncir el ceño.

-Y eso que tiene que ver con que yo esté descompuesta del estomago o con tu rara respuesta- le conteste riendo un poco.

-Bueno... tiene que ver con mi rara respuesta porque tu y yo estábamos sincronizadas y algo me dice que tu no estas sincronizada conmigo ahora- me dijo haciendo que yo abra los ojos.

-No, no eso no puede ser- dije sacando mi teléfono y buscando la aplicación con la que seguía mi periodo notando que tenía un atraso de 2 días.
Mis ojos no se podían abrir más del asombro y cuando levante la vista Ceren me miraba con una pequeña sonrisa.

-Supongo que mi sobrino vendrá antes de lo que habías pensado eh- me dijo pero yo estaba como en shock.

-Que hago ahora??- le pregunte en un momento con los ojos llenos de lágrimas.

-Pues se lo cuentas a tu esposo- me dijo riendo.

-No no se lo puedo contar a Serkan aun, que tal y no estoy. Que tal si es una falsa alarma o algo así- le dije.

-Bueno si es así, ve a comprar un test de embarazo y comprueba que seré tía- me dijo contenta.

-Y porque estas tan segura?- le pregunte.

-Porque tu y yo desde hace años que somos regulares con nuestros periodos y tu síntoma grita embarazada- dijo como si fuera lo más obvio.

-La tía ni siquiera sabe que estoy casada- le dije golpeando mi frente un segundo pero me distraje con el ruido de la cafetera así que me gire para servir el café.

𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓸𝓵𝓿𝓲𝓭𝓪𝓻𝓽𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora