LII

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SERKAN

Lo rápido que pasaba el tiempo era impresionante, mi hijo crecía cada vez más y ya estábamos en cuenta regresiva para tenerlo en nuestros brazos.
Eda cada día se veía más hermosa, le había sacado unas cuantas fotos que pensaba enmarcar y poner por toda la casa, así como estuve guardando cada ecografia que la doctora nos daba en cada visita.
La verdad es que estaba eufórico, no veía las horas de tener a mi bebé, a mi niño.
Eda y yo habíamos terminado ya de preparar el cuarto del bebé, que aunque no iba a dormir ahí en un principio tenía todo lo que le pertenecía desde ya.

Eda tenía 26 semanas de embarazo, y nuestro bebé era muy inquieto. Me gustaba sentir sus pataditas, era algo mágico.
Mi madre y Ayfer vivían al pendiente de Eda, nos llamaban a la casa o la llamaban a ella en su teléfono. Y yo también vivía al pendiente, aunque se que a veces la irrito de más pero no podia evitarlo cada vez que veía cuanto más crecía su vientre.
Seyfi nos venía a ayudar con la limpieza, aunque Eda no lo dejaba hacer todo sin que ella lo ayudara en algo.

Hace una semana festejamos el baby shower de Piril, mi amiga ya tenía 8 meses de embarazo y Engin iba y venía por detrás de ella.
Ellos se negaban hasta ahora a conocer el sexo de su bebé y aunque Engin estaba confiado de que iba a ser niña yo no se porque pensaba que iba a ser varón.
Por suerte Eda quiso saber de inmediato porque como bien ella y yo sabíamos, no podía con las sorpresas y menos con la ansiedad que iba a tener por querer saber.

Mi hermosa hada estaba cada vez más ansiosa preparando todo lo que sea que faltara para la llegada de nuestro hijo, mientras que yo aparte de pensar en eso también pensaba en que cada vez faltaba menos para nuestro primer aniversario. Aunque ahora tal vez lo pasaríamos cambiando pañales.

Nuestra vida se había vuelto hermosa, perfecta y tranquila. Todo lo que había soñado con Eda. Algunos fines de semana almorzabamos con mi madre, Ayfer y Kemal. Con este último mi relación seguía siendo un poco incomoda pero era mejor que cuando apenas lo vi aparecer, además Eda insistía mucho en que me esforzara por mi madre si después de todo no era un mal hombre.
Con la tía de Eda las cosas estaban más que bien, como le había dicho alguna vez mi madre y su tía se ablandarian con nuestro pequeño y tenía razón. Ellas ahora estaban muy felices, Ayfer cada vez se dedicaba más a su comida y menos a sus flores aunque intentaba no dejarlas tanto de lado e inclusive Melo la ayudaba mucho y Eda cada vez que podía.
Mi mamá estaba ocupada en la casa, con las mujeres de la sociedad o con Kemal. Pero siempre disponible para cualquiera llamada que Eda o yo le hiciéramos.

—Estaba pensando... falta poco para nuestro aniversario— le recorde a Eda cuando nos habíamos acostado a dormir.

—Cierto, todo un año ya— me dijo sonriendo.

—Si. ¿Crees que el bebé ya esté con nosotros??— le pregunte tocando su vientre para ver si mi hijo me sentía.

—Puede ser, justo estaré en mis últimas semanas— me respondio acariciando mi pelo.

—Si... el otro día pensaba y, me gustaría que vayamos a Antalya con él— dije besando su panza.

—Eso seria hermoso, él merece que su papá le enseñe el templo de Apolo y la cascada— mencionó ella mordiendo su labio.

—Si también tiene que escucharte hablando sobre mitologia— le sonreí.

—Podriamos ir también con Engin y Piril, después de todo la primera vez también viajamos con ellos— me dijo.

—Cierto, podríamos ir los seis o podríamos ir con todos nuestros amigos. Melo, Ceren, Ferit— le sugeri.

—Eso suena bien— me contesto. —Aunque deberíamos esperar a que el tenga unos cuantos meses— me dijo acariciando su vientre.

—Si eso es verdad, y para ese entonces el bebé de Engin también ya estará lo suficientemente grande.

—Si, pensar que falta nada para el parto de Piril— dijo mirando el techo.

—Y cada vez falta menos para el nuestro tambien— comente.

—Si— me dijo sonriendo.

—Espero que se parezca a ti— le dije besándola.

—Yo espero que sea tan hermoso como su papá— me dijo.

—¿Soy hermoso?— le pregunte.

—Mucho— me contestó volviendo a besarme.

—No creo que lo sea tanto como mi esposa, porque ella es una mismísima diosa— le dije besando su cuello y escuchándola reír.

—Deja de adularme Serkan Bolat— me reclamó con una sonrisa divertida.

—Yo solamente digo la verdad, no adulo a nadie mi amor— le conteste.

—Claro— me dijo bostezando.

—Mi bebé ya tiene sueño— le dije recibiendo un golpe.

—Callate— me dijo haciéndome reir, no le gustaba que la tratara como una bebé.

Al otro día me desperté solo en la cama.

—¡¿Eda?!— la llame mientras me levantaba pero no me escucho al parecer.
Cuando baje, la encontré en la cocina preparando el desayuno.

—¿Porque no me despertaste?— le pregunte llegando a ella para besarla.

—Era temprano— me respondió.

—¿Y que estuviste haciendo sola?— le pregunte.

—Primero no estoy sola, estoy con tus hijos—dijo apuntando a Sirius y a su panza haciéndome sonreír. —Y segundo creo que puedes ver que estaba haciendo el desayuno amor— dijo burlándose. —Buenos días por cierto— me saludo después sirviendome café.

—Buenos dias— le dije ahora si sonriendo.

Desayunamos tranquilos y después nos cambiamos para ir a la oficina. Amaba ver a Eda con ropa materna, se veía tierna con su pancita.

Llegando a la oficina Ceren entro en la sala de reuniones con los nuevos contratos para los nuevos proyectos, y mientras yo hacia eso Eda se dirigió a la oficina de Piril con quien estaba trabajando desde hace un tiempo. 
Volvió como dos horas después con unas galletas en la mano.

—¿Como van?— le pregunte corriendo la silla para que se sentará.

—Muy bien, estamos a punto de terminar así que tal vez para esta tarde te presentamos ya todo— me dijo comiendo.

—¿Como esta Piril?— le pregunte mirándola saborear la galleta.

—Esta bien, un poquito cansada pero bien— me contesto.

—Y tu y nuestro pequeño— pregunte sonriendo.

—Listos para más trabajo— dijo guiñandome un ojo. —¿A ti como te fue?—me pregunto.

—Bien, ya firme todo. Y ahora dentro de media hora aproximadamente tengo una llamada de un posible nuevo cliente— le conté haciendo que elevará sus cejas.

Eda tenía razón, después de terminar nuestro almuerzo ella y Piril se encerraron a terminar el proyecto que estaba en impecables condiciones cuando me lo entregaron así que lo aprobé de inmediato para su próxima presentación.

Por la tarde Eda y yo pasamos a visitar a Ayfer en su casa, quien nos dijo que tenía pensado poner un restaurante . Lo había pensado mucho y lo había hablado con Ceren e incluso había llamado a Fifi que no se como pero sabia del tema.

Y después de eso, Eda y yo salimos a pasear con Sirius como hacíamos todos los días al anochecer.

























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𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓸𝓵𝓿𝓲𝓭𝓪𝓻𝓽𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora