XL

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SERKAN



Eda solo se reía nerviosa por haberle dicho mi más profundo deseo. Aunque quisiera decir que lo decía en broma, mentiría.

-Casate conmigo- le dije entrecerrando mis ojos, viendo como los suyos se abrían a más no poder.

-Serkan Bolat... estas jugando no??- me dijo tragando duro.

-De hecho no mi amor- le dije  acomodando un mechón de su pelo detrás de su oreja.

-Pero... llevamos solo días viviendo juntos- me dijo seria.

-Cierto, pero te amo desde hace mucho antes de eso Eda Yildiz y eres el amor de mi vida- le dije, ella no volvió a responderme nada solo me miraba como buscando alguna señal de que todo lo que dije no era verdad.

-Casemonos- le susurre.

-Estas seguro de que quieres que sea tu esposa porque no se si podrás soportarme toda tu vida- me dijo sonriendo un poco, para terminar el tema.

-Creo que tu no me soportaras toda tu vida a tu lado- le dije serio.

-Sabes que eso no es cierto, yo...- me dijo pero se corto de inmediato.

-Tu... termina la frase Eda- le pedí porque necesitaba escucharla.

-Que... yo no me imagino una vida sin ti, eso- me dijo agachando la mirada.

-Entonces porque dudas cuando te digo que nos casemos?- le pregunte.

-No es que dude, es solo que no se si este sea un momento para preparar una boda. No dudo de querer pasar todos los días de mi vida contigo- me dijo sonriendo.

-Pues entonces no hagamos una boda y ya, lo que más quiero es que seas Eda Bolat, la mujer de mi vida, la madre de mis hijos- le dije rozando su nariz con la mía.

-Hijos??- me pregunto con su sonrisa hermosa.

-Claro, vamos a tener al menos dos para que se acompañen- le dije sonriendo.

-Unos mini robots- me dijo riendo.

-Yo quisiera una pequeña hadita- le dije, ese era mi próximo sueño. Jamás antes había pensado en ser padre pero con Eda eso nacía solo para mi. Quería tener todo, con ella.

-Pero nos casariamos antes?- pregunto entrecerrando los ojos.

-Exacto, nos casamos ahora- le dije y soltó una carcajada.

-Enserio ahora- me dijo jugando conmigo.

-Bueno no exactamente ahora, primero tendríamos que pedir una cita pero supongamos que en un par de horas- le conteste.

-Suena como un buen plan- me dijo mordiendo su labio.

-Es muy bueno, tu crees que lo hacemos?- pregunte.

-Yo digo que si- me dijo, y fuimos interrumpidos por Leyla que llego a avisarme que tenia una llamada importante.


Me ocupe de mi trabajo y mientras, Eda empezó a diseñar el paisaje de la mansión del príncipe ya que ayer no trabajo mucho porque fue donde Ceren.

𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓸𝓵𝓿𝓲𝓭𝓪𝓻𝓽𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora