EPILOGO

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6 AÑOS DESPUES - ANTALYA

—¡PAPI!— escuche gritar a mi pequeña que venía corriendo a mis brazos haciendo que la levantara en el aire.

—¿Que sucedió princesa?— le pregunté levantando una ceja y ella se acercó a mi oído con su manito tapandola.

—¡Kiraaaz! Mami dijo que los secretos no valen— escuche quedarse a mi hijo haciendo que mi niña ría.

—¿A donde vamos a ir esta noche papi?— me pregunto susurrando.

—Ya les dije a ambos, es una sorpresa. Además falta mucho para la noche vayan a jugar— dije haciéndome el serio.

—Papaaaa— se quejaron al unísono dos de las razones de mi vida.

—¿Que paso ahora?— apareció preguntando mi tercer razon de vivir.

—¡Mami! Papi no quiere decir cual es la sorpresa— se quejo Mustafa con ella haciéndola sonreír.

—Pues es una sorpresa bebé y... ¿les cuento algo?— le dijo a mis hijos mientras ellos asentian acercándose más.

—Yo tampoco lo sé, y ustedes saben que a mamá tampoco le gustan las sorpresas— les dijo ella haciéndome rodar los ojos.

—Y yo no voy a decir nada, y no me van a obligar— dije serio entrecerrando los ojos y viendo como mis dos pequeños se cruzaban de  brazos antes de irse a jugar a la piscina. Mientras yo miraba a su madre con una ceja levantada.

—¿Asi que no sabes a donde vamos?— le pregunte haciéndola sonreír.

—No lo tengo bien claro— me contesto, y yo tire de su brazo para atraerla a mi regazo.

—Son  igual de impacientes que tu, les va a dar algo hasta la noche— dije negando.

—No les hubieras dicho desde ya— me dijo encogiendose de hombros.

Eda y yo habíamos comprado la casa en la que nos encontrábamos ahora hace ya casi 6 años, desde que Mustafa llegó a nuestras vidas. Era una casa hermosa la cual Eda decoro, tenía varias habitaciones, piscina, era perfecta para nuestra familia que un año después se vio agrandada por la llegada de mi pequeña Kiraz.

No podía explicar lo hermosa que era, tenía su cabello igual al mio que no terminaba de entender muy bien de que color era, pero era sedoso y brilloso como el de su madre, tenia los ojos café con ese brillo particular iguales a los de Eda. E irónicamente era lo contrario a Mustada que tenia el cabello de color castaño como el de Eda pero había sacado mi color de ojos.

Mi madre hasta el día de hoy se impresionaba diciendo que Eda y yo mezclamos perfectamente nuestros genes. Hablando claro de lo físico porque de la personalidad digamos que nuestros hijos tenían un poco de ambos pero se notaba que mi hijo era muy parecido a su madre en ciertos aspectos mientras que mi pequeña era más parecida a mi en cierto modo.
Pero Kiraz y Eda tenían algo en común que era la capacidad de ponernos locos a Mustafa y a mi, de verdad podían sacarnos de quicio pero así como yo no podía enojarme con mi hermosa esposa, mi pequeño no podía enojarse con su hermanita, y ellas lo sabían y se aprovechaban de eso.

Este año decidimos volver a Antalya porque ahora si tenían edad para caminar hasta el templo de Apolo, ver la lluvia de estrellas y si querían al otro día podríamos ir a la cascada.
Esa era su sorpresa porque nuestros hijos compartían tanto mis pasiones como las de Eda y por eso ambos sabían de estrellas tanto como de flores.

De hecho estas eran las primeras vacaciones que no compartíamos con Engin, Piril y su hijo Can que era muy amigo de nuestros hijos. Aunque Engin seguía insistiendo y sacandome de quicio diciendo que su hijo iba a terminar casado con mi hija, por lo que me gustaba mi sobrino lo bastante lejos de mi Kiraz por el momento. Eda se burlaba de mi diciendo que no podía ser tan celoso con nuestra pequeña, ella en algún momento crecería y tendría novio y era algo que yo no podría evitar, y tal vez tenía razón pero por el momento era mi bebita no podía permitir que Can ande por ahí besando su mejilla, tomando su mano o regalándole cosas.

Tampoco habíamos viajado con nuestros otros amigos porque ellos estaban ocupados, Melo y Tahir estaban de luna de miel porque, mi cuñada se caso. Y Ferit y Ceren estaban como buenos padres primerizos muy atentos a nuestra sobrina que había nacido hace menos de dos meses.
Por lo que esta vez éramos solamente nosotros.

Cada vez que veía a nuestros hijos jugar con Eda no podía creer que hubo veces en las que la perdí, por imbecil la dejaba irse o la alejaba yo mismo. Pero ahora estábamos aquí, y ella, solo ella me había dado todo lo que tengo, todo lo importante que nada tenía que ver con trabajo como en algún momento hace muchos años creí.

Pensar que cuando se fue a Italia pensé que la había perdido para siempre, que tal vez estaria haciendo su vida con otro, mientras yo estaba en Estambul solo sin poder olvidarla. Pero aquí estábamos, en una casa que habíamos comprado ambos, siendo socios, esposos, amigos, compañeros que pelean codo a codo, que tienen una hermosa familia.

Juntos, siempre juntos.

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De verdad muchas muchas gracias por leer este fic de Eda y Serkan.
Muchísimas gracias por leer, y también por comentar. Me alegro un montón de que a varios les haya gustado lo que mi cabeza se fue imaginando.

Amo la historia de Eda y Serkan, amo Sen Çal Kapımı.

Creo que puse todo aquello que me imagine o que quise ver en la serie. Perdón si por ahí le falta un arco más pronunciado a la historia o si la narrativa no está bien definida. Pero es una de mis primeros fics.

Espero que hayan disfrutado de esta historia tanto como yo disfrute escribirla. 

(Y perdón si por ahí hubo algún que otro error de ortografía en la escritura pero espero que se haya entendido todo)

GRACIAS
💋🦋

𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓸𝓵𝓿𝓲𝓭𝓪𝓻𝓽𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora