𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓸𝓵𝓿𝓲𝓭𝓪𝓻𝓽𝓮

XV

EDA

Aunque le había dicho a Erdem que no comentara más sobre lo que había pasado a nadie, sabia de sobra que con la bocota que tenia todos ya estaban enterados de Serkan besándome en plena oficina.

La verdad era que aunque yo no quisiera reconocerlo tal vez si era estricta al igual que Serkan en el aspecto profesional, ahora me sentía incomoda sabiendo que todos sabían respecto a nuestro beso y ya estarían sacando sus propias conclusiones.

Pasando de eso, Serkan me trajo al restaurante donde vinimos después de que el comprara mi anillo de compromiso, hablamos de muchas cosas pero nada relacionado al pasado o a nosotros en si, cosa que agradecí.
Me encantaba pasar tiempo con él, yo le conté sobre cada recorrido que di en Italia aunque no le dije que eran uno de mis únicos momentos felices. Y él me contaba sobre cuando el viajo, y sobre lo que pensó y sintió cuando visito los mismos lugares que yo.

Por un momento nos quedamos en silencio solo mirándonos de vez en cuando. Hasta que el fijo su vista en mi.

—Te he dicho lo hermosa que eres— me dijo y yo le sonreí.

—Serkan— susurre algo tímida. 

—¿Que? Estoy diciendo lo verdad— dijo el como si se estuviera defendiendo. 

—Tu eres hermoso— le dije haciendo que su sonrisa se ensanchara, yo no era de decirle ese tipo de cumplidos alabando su belleza pero era la verdad, es guapísimo no hay como negarlo.  Mucho menos cuando yo me quedaba a veces embobada mirándolo.

No dijo nada más después de eso, y terminando mi postre nos fuimos hacia su auto para volver a la oficina.
Durante el trayecto Melo me envió mensajes que se convirtieron en miles por segundo cuando le dije que había ido a almorzar con Serkan.

Cuando llegamos a la oficina nos bajamos y Leyla nos esperaba en la puerta.

—Eda, señor Serkan ya enviamos el presupuesto al señor Evrem, la confirmación llega dentro de unas horas— dijo Leyla toda apurada caminando con nosotros al lado.

Cuando estábamos llegando a la oficina Engin apareció corriendo detrás de nosotros.

—Tengo un plan y necesito su ayuda— dijo empujándonos a ambos adentro de la oficina y cerrando todas las puertas.

—Espera Engin... ¡ya cálmate!— le dijo Serkan tomando mi mano para sacarme del camino.

—¿De que estas hablando Engin?— le pregunte.

—Tengo un plan para invitar a Piril a cenar pero necesito su ayuda— dijo sonriendo de una forma extraña.

—No me digas que Eda y yo vamos a tener que prepararte todo Engin— le dijo Serkan rodando los ojos.

—No, ósea si si quieren pero no hace falta. El problema es que... tal vez no le dije que era una cita cita sino más bien una cena para cuatro— dijo haciendo que yo entienda todo de inmediato.

—Engin... ¿hiciste una cita doble?— le pregunte negando.

—¡Es que no se me ocurrió otra cosa! Además ustedes no tienen que quedarse toda la noche, pueden poner una excusa o no se, por favor Eda— me dijo con las manos juntas.

—Así que ahora Eda y yo estamos envueltos en esto también, Engin porque no la invitaste y ya— le reclamo Serkan. 

—Porque tu sabes me pongo nervioso y antes de que me diera cuenta y de que ella se enfadara dije que era una cena para nosotros cuatro, por favor Serkan— dijo mirando a su amigo.

—De hecho podríamos ir y luego inventar una pequeña excusa— dije mirando a Serkan mientras este empezaba a negar.

—No, no Eda yo no hago esas cosas no juego a cupido y eso— me dijo mientras yo empezaba a sonreír y a mirarlo fijamente. —No, no me mires así— me pidió.

—Vamos Serkan, solo vamos un rato y después le decimos a Melo o a Seyfi que nos llamen con alguna excusa— le dije solucionando el problema en segundos. 

—SI, ESO!! Vamos Serkan— le dijo Engin insistiendo.

—Pero yo te busco en tu casa y te llevo, no te podrás escapar de mi Eda Yildiz— me advirtio mientras Engin levantaba los puños al aire festejando.

—Los amo, de verdad los amo— dijo Engin mientras abría una de las puertas y salía.

—¿Que? Vamos a ayudarlos, tu sabes mejor que yo que se aman— le dije cuando lo vi mirándome.

—Si lo se, y además lo voy a usar para mi beneficio. Tu y yo iremos, después vamos a cenar tu y yo solos, tienes que conocer mi departamento— me dijo con una sonrisa ladeada mientras mi mente me jugaba sucio pensando en esa invitación como algo más.

—¿Creo que podríamos cenar en cualquier otro lugar no?— le pregunte.

—Tenia pensado que me ayudes a cocinar así que no no podemos— me dijo sonriendo.

—¿Vas a cocinar?— le pregunte ahora sonriendo yo.

—Solo cocino para ti— me contesto.

—¿Cocinaras saludable otra vez?— pregunte haciéndolo reír.

—Si, pero podría hacer algunas papas fritas para ti— me ofreció. 

—Es un buen trato, lo pensare— le dije dirigiéndome a mi silla.

Pasamos el resto de la tarde trabajando hasta que nos llegó a ambos un mensaje de Engin avisándonos la hora y el restaurante a donde iríamos. Así que después de eso me marche a casa para prepararme.

Me bañe y me maquille suave, íbamos a ir a un buen restaurante así que decidí ponerme un vestido corto de mangas largas color vino con unos tacos negros y un bolso a juego con un saco fino arriba.

Baje las escaleras despacio, y ahí estaba esperándome con un traje casual de color negro y una camisa blanca.
Su mirada estaba fija en mi en todo momento hasta que llegué a él.

—Serkan— le salude.

—Eda Yildiz, mi ángel— dijo dejando un beso en mi mejilla haciéndome cerrar los ojos.

Me guio hasta el auto y y nos fuimos hacia el restaurante escuchando música de fondo.
Al llegar Engin y Piril ya estaban ahí, la última estaba hermosa con su pelo ondulado y un vestido corto con mangas largas pero de cuello cerrado y de color naranja. Era obvio que se había esmerado para Engin, esperaba que esta noche les fuera bien a ambos.

Nos saludamos y antes de sentarme Serkan me ayudo a quitarme mi abrigo para después correr mi asiento que estaba a su lado.

—No podrías estar más hermosa— me dijo al oído haciendo que un escalofrío me recorra el cuerpo, y sabía que el se dio cuenta así que solo lo miré un momento a los ojos antes de comenzar a charlar con Piril.

Esta iba a ser una noche muy larga...

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