...emociones repentinas...

8.7K 759 660
                                    

Las horas pasaban con lentitud, y la fría mañana se avecinaba a la ciudad de musutafu, trayendo consigo los primeros rayos de sol que entraron por una pequeña ventana, iluminando una pequeña habitación cubierta de cerámica.

Las cenizas del ultimo cigarrillo de la cajetilla cayeron al suelo, brindando una última bocanada a un ser lleno de miedo y tristeza, quien luchaba con sus voces internas para no caer en el pensamiento de darle fin a su existencia.

Las cenizas del ultimo cigarrillo de la cajetilla cayeron al suelo, brindando una última bocanada a un ser lleno de miedo y tristeza, quien luchaba con sus voces internas para no caer en el pensamiento de darle fin a su existencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Izuku llevo el cigarrillo a su boca y le dio una profunda bocanada, para luego tirar la colilla por la ventana.

El humo se mantuvo durante unos segundos en sus pulmones, para luego ser expulsado con lentitud, disfrazando un suspiro pesado lleno de melancolía.

Su teléfono mostraba las 7:20 am, y los pasillos emitían el ruido de las pisadas de todos los que pasaban cerca de la habitación del peliverde, mostrando que el día martes ya había dado inicio para algunos.

Izuku se quito su ropa y busco una toalla, para luego meterse bajo el frío chorro de agua helada, el cual cumplía la misión de quitarle el sueño, ya que no había dormido nada desde ayer.

Sus párpados pesaban, y su cuello tenía un ligero ardor, producto de la quemadura del cigarrillo que raspaba con su collar anti don.

Aplicó algo de shampoo en su cabello para lavarlo, generando bastante espuma, la cual poco a poco comenzó a desaparecer con el agua, acabando con la ducha de izuku, quien cerró la regadera y tomó una toalla para secar su cuerpo con tranquilidad.

Se colocó la toalla en la cintura y salió del baño, para buscar su uniforme y luego vestirse, aunque, como todos los días, sus ganas de asistir a la UA eran mínimas.

Dio un ligero bostezo mientras se acomodaba su corbata, para luego abrochar sus zapatillas rojas y tomar su mochila del suelo, viendo en el interior de esta si tenía todo lo necesario para sus clases.

Estaba todo en orden, por lo que salió de su habitación, caminando por el pasillo hasta el ascensor, bajando al primer piso, para salir de los dormitorios y dirigirse al salón de la clase 2A.

Sus sentidos estaban algo desorientados, por lo que era normal que tropezara con cualquier desnivel en el suelo, además de desconectarse por breves momentos, quedando con la mente en blanco, sin escuchar ni ver nada de su entorno.

Con cada pestañeo se encontraba en un lugar diferente, hasta terminar sentado en su pupitre, sin siquiera tener una idea clara de cómo había llegado.

Recostó su cabeza en el escritorio y se quedó así durante unos segundos, escuchando los  múltiples susurros y voces, tanto de su mente, como las de sus compañeros en el salón...

Momo estaba a unos cuantos puestos de distancia, observándolo con detalle mientras tenía una ligera sonrisa... tal ves vuelva a hablar con el durante el receso, o vuelva a hacerle una visita en su habitación después de clases, no estaba muy segura del todo, pero quería saber la respuesta del peliverde hacia su propuesta, ya que no había logrado nada la noche anterior.

Solo...déjame pensarlo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora