52

1K 58 3
                                    

"Otro maldito día de mierda, estoy harto de tener que lidiar con los estúpidos prisioneros, cada vez se comportan mucho peor que niños, y no solo eso, los problemas de Cristóbal con su esposa han empeorado tanto que ahora viene Cristóbal a desquitarse conmigo, es algo que no tolero.

-¿Vamos a comer?- cuestionó Daniela al llegar a un lado de Johan, el estrés lo estaba fastidiando, un poco de comida lo haría relajarse.

-No tengo hambre, Daniela, desaparece de mi visita- respondió con suma seriedad, le dolía la cabeza, se sentía tan molesto, lo único que lo hacía calmarse un poco era el ver cómo el sol comenzaba a descender para, dentro de unos minutos, ocultarse.

-Vamos, aunque sea vamos por dulces para que se te quite lo amargado- Calle bromeó a lo que Johan solo movió la cabeza en forma de desaprobación, odiaba los chistes de Calle aún más que los de Paula.

-Si me estás molestando solo porque Galindo no vino debo decirte que te vas a arrepentir, así que saca tu sucio trasero de mi vista o te juro que...- Johan fue interrumpido por su amante, el cual, sin importarle nada, le gritó furioso.

-¡Johan Vera! ¡Ven a mi oficina, ahora!- tras Johan escuchar esto no pudo evitar rodar los ojos, amaba mucho a Cristóbal pero odiaba que lo tratara así.

-Ya vuelvo- dijo a Daniela para después dar media vuelta e ir hacia donde se encontraba Cristóbal, al abrir la puerta notó que otra persona se encontraba ahí cosa que le extrañó. Se trataba de un joven castaño, su piel era un tanto blanca, sus ojos igualmente eran castaños, su altura era casi la misma que la de Johan.

-Vera, él es Daniel Patiño vas a estar a cargo de él así que necesito que le enseñes todo lo que debe saber- Cristóbal informó sin relajar su tenso rostro.

-Mucho gusto, soy Daniel Patiño pero me dicen Paisa, estoy a sus ordenes- se presentó manteniendo una expresión seria. De pronto, un último rayo de luz se coló por la puerta iluminando el rostro de aquel Castaño.

-Johan Vera, será un placer trabajar contigo..."

-¿Cómo es que lo recuerdas tan bien?- cuestionó el menor mientras se acercaba de a poco a su contrario.

-Cuando amas a alguien jamás olvidas lo importante como lo es la forma en que se conocieron- respondió para después rodear su cuello y plantar un beso sobre sus labios.

Paisa no sabía cómo reaccionar ante tal acto, su cuerpo entero estaba temblando, estaba tan confundido en ese mismo instante, su corazón latía con fuerza, le gritaba que era amor verdadero, pero Paisa no lo creía. Después de darle vueltas al asunto durante unos segundos decidió corresponderle el beso, quería intentarlo una vez más, volver a confiar en el amor.

Ambos estaban rotos, estaban decepcionados por culpa de otras personas, pero juntos se estaban intentando reparar, sanar esas heridas, y seguro lo lograrían.

Al separarse se miraron directo a los ojos durante unos segundos, después de eso soltaron una risa nerviosa.

-Perdón, quería hacerlo desde hacía unos días, no encontré un mejor momento que ahora- dijo Johan nervioso, pera quitar sus brazos del cuello de su contrario.

-Debo admitir que fue repentino, pero si hubiera sabido que tus besos son tan dulces te habría besado desde mucho antes- fue la respuesta de Paisa a lo que Johan no pudo evitar sonrojarse.

-Ahora que nos encontramos en esto, quisiera preguntarte, ¿quieres ser mi novio?- fue la importante pregunta de Johan, estaba decidido a iniciar una nueva relación, pero esta vez no sería el segundo.

-Wow..., sí quiero- fue la sincera respuesta del menor, la sonrisa de Johan era radiante, estaba feliz, ambos estaban felices, Paisa ver esto decidió besar una vez mas a su ahora novio el cual, sin dudarlo, correspondió.

-Ganaré la apuesta- dijo Sebastián mientras miraba con sus binoculares la hermosa escena.

-¡¿Qué?! Déjame ver eso- Poché le quitó los binoculares a su amigo y vio por sí mismo cómo esos 1,000 dólares se le escapaban de las manos.

-Entonces quiero mi dinero, que sea en billetes de dos dólares, por favor- Sebas se burló.

-Aún no cantes victoria, solo se están besando, no creo que lleguen a follar hoy mismo- respondió la peliazul mientras le devolvía a su contrario los binoculares.

-¿Qué? ¿Acaso ustedes no follaron la primera vez que se besaron?- fue la pregunta de Sebastián a lo que Paula se avergonzó inmediatamente, cubrió su rojo rostro con sus manos.

-No- respondieron Calle y Poche a la vez, estuvieron a punto de hacerlo pero no sucedió.

-Oh shit- fue lo que respondió al ver su error, entonces sólo Paula y él lo hicieron cuando se besaron por primera vez.

-Qué asco- se burló Calle mientras reía a carcajadas, Paula estaba tan roja que podían confundirla con un tomate.

-Picarones, tan inocentes que se ven- Poché siguió con la burla así que Sebastián no hizo más que abrazar a su pequeño tomate.

-Tranquilo, Pau, no los escuches- le dijo a su prometida con una sonrisa.

-Esperemos a mañana, si Paisa llega caminando raro es porque sí le dieron como cajón que no cierra- comentó Poché divertida.

-¿Qué? Pero Paisa es el activo, Johan es quien va a quedar en silla de ruedas- dijo Calle abrazando a Poché por la cintura.

-Calle tiene razón, Johan es el pasivo- defendió Paula, pero Sebas opinó:

-Niñas, ustedes están mal, Paisa es el pasivo, ustedes están pequeñas y por eso no saben nada- estaba 100% seguro de lo que decía.

-¿Qué, ancianos? ¿Quieren apostar?- retó Calle, otra apuesta se veía venir.

-Acepto, esta vez serán 2,000 dólares, mil para Poché y mil para mí- fue la respuesta de Sebas, más dinero para él.

-De acuerdo, entonces ya quedamos- dijo Paula con una sonrisa triunfante, estaban seguras que ganarían.

-Entonces mañana nos vemos aquí a las 11:00 a.m. Juntos vamos a la cabaña de ese par y lo comprobamos por nosotros mismos- citó la peliazul, estaba segura que ganaría.

Ambos estaban mirando en el balcón la hermosa noche, mientras tanto bebían un suave vino, perfecto para acompañar con algunas frutas que tenían como botana.

-¿Sabes? Ese día que te encontramos aquí me sentí quebrado al verte llorar, lo que menos quería era que sufrieras, desde ese día me prometí que te protegería de todos, incluso de Poché si es necesario, creí que simplemente era por el hecho de haber pasado tiempo de trabajo contigo, pero ahora que lo pienso es porque estaba enamorado de ti- explicó Paisa para después darle un sorbo al vino.

-Ahora que lo mencionas, ese día me sentí tan reconfortado, eres la compañía que quería y que necesitaba para recuperar mi brillo- sonrió tras decir aquello.

Ambos guardaron silencio durante unos segundos, pero Paisa fue el que rompió todo silencio:

-Vamos a nadar...

____________

OMG, ESTAMOS EN LA RECTA FINAL...

DECIDI QUE EL MARATON NO SE HAGA PARA PODER SEGUIR ACTUALIZANDO, PRONTO COMENZARE A CONCENTRARME MAS EN "PROHIBIDO"  PARA PODER TERMINARLA Y COMENZAR CON OTRA, SI NO LA HAN LEIDO AUN LOS INVITO A PASARSE POR MI PERFIL Y LEER LO CAPITULOS QUE ESTAN PUBLICADOS.

SIGUEME EN TWITTER: girl_cache

EL SHIPP DE JOHAN Y PAISA SOLO OCURRE AQUI, SIMPLEMENTE ES UNA PAREJA RANDOM QUE CREE DENTRO DE LA ADAPTACION

LXS AMO ❤




Enamoradas en Prisión {Caché G¡P}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora