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-Cariño, espera- Calle corrió detrás de Poche la cual simplemente decidió ir hasta el patio, no quería ver a Mario porque estaba segura que lo mataría. 

Las palabras del azabache fueron claras y, hasta cierto punto, hirientes para la mayor. 

-Poche, tranquila, sabes que no...- la menor es interrumpida, su novia estaba furiosa. 

-Mario tiene razón, carajo, tiene toda la puta razón- fue lo único que respondió, las palabras de su mejor amigo se repetían en su mente y se sentía cada vez más culpable de todo:

-"Sí, todo es tu puta culpa, si no hubiese sido por ti estaríamos con Sebastián justo ahora, si alguien lo captura y lo daña te juro que te haré pedazos- el azabache no podía estar más molesto con la líder, después de 2 semanas seguía reclamándole todo lo sucedido.

-¿Mi culpa? ¡Já! Si no hubiera sido por tu maldita forma de enseñar a tus estúpidos subordinados yo no estaría aquí, no supiste enseñarles cómo actuar ante una situación en la que yo estuviese en peligro, me dejaron ahí y tuvieron que 'salvarme' en el hospital, cosa que no lograste por tu puta...- la mayor es interrumpido

-A ver, idiota, el rescate del hospital hubiese salido a la perfección de no ser por ti- reclamó con ganas de soltarle un puñetazo a su contraria

-¡¿Por mí?!- la peliazul cuestionó furiosa, no podía creer que su mejor amigo le estuviera diciendo aquello.

-Por supuesto, si no hubiera sido por Roma nada de esto estaría sucediendo, te enamoraste de una maldita policía y no solo eso, el otro idiota te amenazó, ¡te amenazó, puta madre! ¡Caíste en su jodido juego y preferiste salvar a esta niña en vez de a tus propios amigos! Eres una inútil, siempre lo haz sido...- Mario hizo una pausa y después continuó-... Ahora entiendo por qué tus padres querían deshacerse de ti."

-María José , no tienes la culpa, carajo, solo deja de pensar aquello- pidió la menor mientras sostenía la mano de la peliazul. 

-Es por eso que no me gusta enamorarme de nadie, me vuelvo una completa estúpida y... Perjudico a los demás, porque estoy dispuesto a dar la vida por la persona a quien amo- explicó la mayor para después mirar directamente a los ojos de la castaña. 

-¿Te arrepientes de enamorarte de mí?- cuestionó la menor con cierta tristeza. La peliazul acarició el rostro de su contraria y le sonrió ligeramente. 

-No, claro que no- dejó un pequeño beso en la comisura de los labios. 

-Yo sí me arrepentiría si fuera tú- respondió la menor mirando hacia el suelo, inmediatamente la expresión de Poche se tornó seria. 

-¿Qué quieres decir con...?- la menor lo interrumpe. 

-Mira, si yo fuese una criminal y llega una niña a frustrar mi plan no me enamoraría de ella, haría hasta lo imposible para destruirla, sin embargo, tú no lo haces, te enamoraste de mí y yo de ti, pero si yo estuviera en tu lugar y me hubiera enamorado de mi raptora ahorita mismo me estaría dando un tiro en la cabeza- tras decir aquello soltó una pequeña risa, la peliazul no sabía si molestarse, sentirse triste o reír también. 

-¿Eso significa que no me amas?- cuestionó la mayor mientras se alejaba un poco de su contraria. 

-¿Qué? ¡No! Claro que no, no quise decir eso, te amo como loca y aún me parece increíble que compartamos ese sentimiento...- la mayor lo interrumpe. 

-¿Estás insinuando que crees que soy incapaz de sentir algo como el amor solo porque soy una criminal? ¿Es eso lo que quieres decir?- Poche estaba malinterpretando todo y eso estaba haciendo enfadar a Calle. 

-Poche, estás poniendo palabras en mi boca que... ¡Agh! Intento ser algo romántica contigo y vienes a joderlo todo- la castaño estaba más que molesta, no sabía si consigo misma por no saber ser romántica o con la peliazul por no entender cuando Calle intenta serlo.

-¿Ahora soy yo la que jodo todo?- la peliazulada solo estaba buscando pelea y Calle ya se había dado cuenta de ello. Las miradas de los demás prisioneros que también se encontraban en el patio se habían centrado en la pareja, no era novedad para nadie del lugar, todos sabían de su relación, tanto oficiales como prisioneros, ya era normal para ellos escuchar todas las noches a ambas chicas teniendo sexo, parecía que estaban realmente enamoradas. 

-María José, no empieces, ya cállate y solo bésame- ordenó la menor intentando evitar una discusión. 

-¿Así es como arreglaremos nuestros problemas? ¿Solo con besos? Estás loca- la más bajo se sentía, hasta cierto punto, utilizada. 

-Carajo, Poche, solo quiero evitar una posible pelea, déjame amarte y ya, solo quiero demostrarte cuánto te amo, no quiero pelear contigo- Calle tomó a Poche de la cintura y la acercó tanto como para poder juntar sus labios, la mayor ladeó la cabeza despreciando así los labios de la más alta la cual sintió un dolor en el pecho al ver la acción de la mayor- ¿Qué acabas de hacer?- cuestionó enfadada. 

-No quiero que me beses- replicó la más bajo, comenzaron a escucharse murmullos por todo el lugar pero la pareja estaba tan centrada en su discusión que no prestaban atención a su alrededor 

-¡Mierda, Maria José Garzón! ¡Eres una maldita infantil! ¡Intento ser linda contigo y te enfadas, soy una mierda contigo y también te enfadas! ¡¿Qué es lo que quieres?!- la castaño se estaba desesperando, era la primera pelea que tenían y ya se estaba hartando. 

-Vete a la mierda- respondió la mayor para después dar media vuelta y entrar de nuevo para después irse a su celda. 

Daniela no podía creer lo que había sucedido:

-Qué estúpida- bufó para después entrar al comedor y, seguido de ahí, a aquella habitación que había adquirido antes de enamorarse de la mayor.

Su relación iba demasiado bien, o por lo menos muy bien como para ser entre una oficial y una criminal, a excepción de esta primera discusión que habían tenido hace unos instantes. La castaña cansada de todo eso decidió recostarse en la cama, intentó relajarse pero su mente no descansaba, su voz interior le gritaba que arreglara las cosas pero su orgullo era mucho más así que simplemente lo ignoró, se desnudó y entró a la ducha. 

En otra parte de la prisión una peliazul estaba recostada en su incómodo catre, intentaba dormir pues las noches anteriores no había podido pegar los ojos gracias al sexo desenfrenado que tenía con su amante. La puerta de aquella celda se abrió, Poche ni siquiera abrió los ojos, imaginaba que se trataba de una castaña arrepentida y a punto de pedirle perdón, pero no podía estar más equivocada. 

-¿Estás bien?- cuestionó la más baja mientras tomaba asiento en el suelo a un lado del catre de la mayor.


-Claro, ¿debería estar mal?- respondió la peliazul seca al darse cuenta de quién se trataba.

-Escuché que tuviste una discusión con Calle, quería asegurarme de que todo estuviese bien- respondió una Paula mientras jugueteaba con las agujetas de sus botas.


-Sí, nada importante, ya sabes cómo es tu amiga- tras Poche decir esto miró a Paula extrañada, sentía que algo raro sucedía pues desde que la mayor salió del hospital Paula no se había acercado mucho.- ¿Tú estás bien?- cuestionó la peliazul mientras se incorporaba, la menor se veía nerviosa, incluso inhaló profundamente para después exhalar de una forma un tanto curiosa.


-Necesito confesarte algo...

Nuevoooo capitulooo y literal son las 2:00 am JAJAJA perdón no tengo sueño .

Comenten que tal les esta pareciendo la historia, a 10 votos subo el próximo capitulo


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Enamoradas en Prisión {Caché G¡P}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora