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La peluazul se cruzó de brazos y levantó un ceja extrañada, a simple vista se nota que Paula no sabe guardar secretos pero tampoco pareciera como si tuviera tantos.

-Bueno, entonces dime- respondió la mayor. Paula se veía muy nerviosa e incluso angustiada, simplemente soltó un suspiro y comenzó:

-¿No se te hace raro que, de la noche a la mañana, Calle haya dejado de maltratarte siendo que eres una gran criminal? Piénsalo, el primer día fue totalmente una mierda contigo pero, de buenas a primeras, todo eso cambió- la menor se estaba atrepintiendo pero ya no había marcha atrás. Poche frunció el ceño, le desconcertaba que Paula dijera eso.

-¿Será porque soy su novia?- respondió, el ambiente se sentía raro, Poche comenzó a sacar conclusiones apresuradas sobre el por qué de las palabras de la menor, pero la dejó continuar.

-Ok, eres su novia, bien, ¿y no se te hace raro que el jefe o Johann no se hayan interpuesto a eso? El jefe te hubiera asignado a otro oficial, pero no lo hizo, ¿no te extraña eso?- la menor no quería decirle directamente a Poche el plan del jefe y Calle, quería que ella misma se diera cuenta de lo que este quería decir.

-Calle es una oficial de un muy buen rango, es difícil que Johann o tu jefecito se metan con ella- miraba con atención las manos de Paula las cuales seguían jugueteando con cualquier cosa que encontrase en el suelo solo para intentar controlar sus nervios

-¡Agh! Ya, te lo diré directamente, el jefe y Daniela tienen un plan- soltó sin dar más rodeos. La expresión de Poche cambió, ¿qué quería decir la menor con eso?

-¿A qué te refieres con eso?- se puso de pie a lo que Paula hizo lo mismo, quedaron frente a frente, pero Paula no quería pelear.

-Ambos tienen un plan para perjudicarte, en 5 meses exactamente acabarán con tu vida, pero antes de eso, el jefe le ordenó a Daniela que te enamorara para que pudieran saber dónde están tus hombres y así asesinarlos también- explicó rápidamente, la mayor no podía creerlo, simplemente no podía.

-Estás mintiendo- fue su respuesta, se negaba a creer que la castaña le hiciera aquello.

-¿Por qué carajos debería estar mintiendo? Es verdad, ambos me lo dijeron de...- es interrumpido por la peliazul, la cual estaba furiosa.

-¡No es cierto! ¡Solo lo estás diciendo porque Daniela ya no te presta atención! Es por eso que me estás diciendo todas estas cosas solo para separarla de mí- era la explicación más "lógica" que la mayor podía encontrar ante la confesión de Paula, esta última no pudo sentirse más furiosa.

-Estás jodidamente loca, en verdad me das pena, por favor, cuando veas que tengo razón no vengas a buscarme, intenté advertirte- tras decir aquello salió de la celda de la mayor la cual, al ver que Poche salió, comenzó a golpear la pared como loca, ella pensaba que Calle no sería capaz de hacer tal cosa, ni siquiera porque estuviesen enfadadas la una con la otra, pero la realidad era otra.

Los nudillos de la peliazul estaban sangrando, pero aún así no dejaba de golpear la jodida pared, estaba muy enfadada, tenía demasiado estrés acumulado, necesitaba liberarlo de una u otra forma y qué mejor que con una fea y vieja pared que con su novia.

-¡¿Qué estás haciendo?! ¡Basta! ¡Deja eso!- gritó la castaña aterrada al ver lo que la mayor estaba haciendo, la sujetó fuertemente de los brazos y, con su propio cuerpo, la empujo hasta el catre para que la peliazul tomara asiento.

-¡Suéltame! ¡Lárgate de aquí!- forcejeaba con la castaña, no quería golpearla pero la menor no le estaba dejando otra opción.

-¡No te voy a soltar! ¡¿Qué te sucede?! ¡Cálmate!- intentó sujetarla con más fuerza pero se estaba lastimando a sí misma y, claro, estaba lastimando a la peliazul.

Enamoradas en Prisión {Caché G¡P}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora