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Mientras el mayor más se acercaba más claro era el rostro de Calle la cual tenía una enorme sonrisa, estaba feliz, pero Johan estaba decidido a borrarle todo rastro de felicidad.

-¡Eres una maldita!- tras decir eso sacó su arma y apuntó hacia la menor, rápidamente Poché se colocó frente a él, todos los presentes se apresuraron a apuntarle a Johan.

-¡Johan! ¡¿Qué mierda estás haciendo?!- Calle necesitaba respuestas, estaba alterada.

-¡Las voy a matar, malditas! ¡Eso es lo que voy a hacer!- colocó el dedo en el gatillo dispuesto a disparar.

-Johan, antes de siquiera poder disparar voy a dar la orden para que mis hombres te acaben, así que simplemente da la vuelta y vete- Poché estaba angustiada por el peligro que podía correr Calle.

-Joxi, no hagas nada de lo que te puedes arrepentir- Paula intentó tranquilizarlo, no quería que el caos comenzara de nuevo.

-¡¿Arrepentirme?! Sí, me arrepiento, ¡me arrepiento de no haber acabado con la vida de María José tal y como ustedes acabaron con la de Cristóbal!- lo único que quería en ese momento era venganza, quería que Poché sintiera el mismo dolor por perder a la persona que más ama, tal y como Johan lo sentía.

-¿Y a ti en qué te afecta que ese idiota haya muerto? Solamente era nuestro jefe- respondió Paisa aún apuntando al mayor.

-¡Pero no merecía morir así!- sentía un nudo en la garganta enorme, no quería mostrarse débil ante ellos pero lo estaban lastimando en aquel punto que tanto le dolía.

-Joxi, no sé por qué te afecta tanto la muerte de Cristóbal, en verdad no lo sé, y aunque asesines a alguno de nosotros no lo vas a poder regresar a la vida- Pau no quería llamar la atención de otras personas que pudieran reconocerlo, sería muy difícil que eso sucediera pero no resultaba imposible.

-¡Cállate! ¡Tú tienes a la persona que amas a tu lado! ¡Yo lo perdí por culpa de esta mierda! Lo único que quiero es vengarme, quiero verlo sufrir tal y como yo estoy sufriendo...- Johan fue interrumpido por Sebastián el cual estaba entre furioso y angustiado por lo que les pudiera suceder.

-¡No calles así a Paula! Eres un maldito infantil, ya murió, ya deja de joder con eso- odiaba que alguien le levantara la voz a Paula y más cuando la menor intentaba ayudar a alguien.

-Sebastián tiene razón, simplemente deja el pasado atrás, queremos empezar de nuevo aquí, solo tira tu arma y ven con nosotros- dijo la peliazul intentando ser amable con el mayor, no quería más problemas.

-¡No! ¡Ustedes asesinaron a Cristóbal! ¡Por ustedes estoy así! ¡Por su maldita culpa tuve que huir! ¡Ahora solo quiero...!- de nuevo Sebastián lo interrumpió, quería acabar con eso de una vez.

-¡Carajo! Si tu jefe murió fue porque él así lo quiso, él fue quien decidió hacer las cosas mal, quizá hubiera logrado asesinar a Poché, pero al involucrar a Calle de una forma romántica la cagó, así que deja de jodernos más la vida, baja el arma y cállate- pudo desahogar todo lo que tenía guardado, Johan se quedó en silencio, se tiró de rodillas a la arena y, sin poder aguantar más, las lágrimas comenzaron a caer.

-Teníamos tantos planes juntos, íbamos a pasar toda nuestra vida juntos, queríamos casarnos y formar una familia, ¡pero todo se arruinó, carajo! ¡¿Por qué mierda tuvo que ser así?!- lloraba desesperado, todos los presentes estaban en silencio, sólo se escuchaba el sonido de las olas del mar y el llanto de aquel hombre el cual quería regresar el tiempo y hacer las cosas de forma correcta.

Paisa se acercó a su mayor y se puso de rodillas frente a él, por alguna extraña razón sentía el mismo dolor que Johan sentía, tal y como si estuvieran conectados. Simplemente se acercó lo suficiente a él como para abrazarlo, en ese momento Johan abrió los ojos de par en par, era la primera vez que alguien además de Cristóbal lo abrazaba, sentía en calor de los brazos de su contrario como algo especial así que simplemente dejó que este lo hiciera.

-Todo estará bien, Johan, tranquilo- susurró al oído de su contrario el cual se estremeció al escuchar las palabras del menor.

-No quiero estar solo de nuevo- soltó sin pensarlo, se dio cuenta de sus palabras una vez que lo dijo y se arrepentía, no quería escucharse tan necesitado de compañía.

-Y no lo estarás nunca más, lo prometo- respondió también sin pensarlo, por alguna extraña razón al verlo tan débil sintió la necesidad de protegerlo, quizá porque era la primera vez que lo veía así.

Pero mientras ellos dos intentaban sanarse el uno al otro el azabache simplemente los miraba con atención, estaba celoso al ver a Paisa de esa forma, abrazando a alguien más que no fuera él, le daba rabia.

-Es hora de reunirnos con los demás, vamos- ordenó Poché para después tomar la mano de su amada y comenzar a caminar hacia las pequeñas cabañas que se encontraban ahí, debían establecerse de una vez antes de que cayera la noche.

Paisa separó a Johan de él, se puso de pie y extendió su mano hacia su mayor el cual instintivamente la tomó y se puso de pie, caminaron detrás de Calle y Poché, los demás los seguían de cerca por si Johan hacía algún mal movimiento, no querían confiar en él después de todo lo que hizo.

Bueno, ¿quién lo haría? ¿Quién mierda y en su sano juicio confiaría en la persona que intentó asesinar a alguien importante para ti?...

...

-Ya lo buscamos en todo Colombia por cielo, mar y tierra, no hay ninguna señal de él en ningún lado- informó un joven a su jefe el cual se sentía terriblemente estresado.

-¡Mierda! ¡¿Ya buscaron en la casa de Cristóbal?!- gritó, él supo perfectamente sobre el romance de esos dos así que había una posibilidad de que Johan se escondiera en la que fue casa del difunto jefe.

-Buscamos ahí, la viuda esposa de Cristóbal no lo ha visto desde hace años, inclusive está extrañada por relacionarla con Johan- respondió el menor, quería rendirle buenas cuentas a su jefe pero le estaba siendo muy difícil.

-Maldición, no sé si ustedes son incompetentes o Johan muy listo- pensó en voz alta, pero no le importó- Quiero que la noticia se transmita en toda Latinoamérica, no pudo haber ido muy lejos- ordenó, sabía que la seguridad en Colombia era mala pero el hecho de no tener ni un rastro de Johan era decepcionante.

-A sus órdenes, jefe- tras decir aquello salió de la oficina de su mayor.

-¡Maldito seas, Johan! Apuesto que si Cristóbal estuviera aquí estaría avergonzado de ti, pero espero encontrarte pronto para poder acabarte, maldito dolor de cabeza. Una vez que pises esta oficina será tu fin...

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Ando aburrida y estoy subiendo caps de madrugada, cuéntenme gente madrugadora, ¿Que es lo más raro que hacen mientras se desvelan?

Enamoradas en Prisión {Caché G¡P}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora