Enamoradas en Prisión {Caché G¡P}

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-¡Mario!- gritó la peliazul, inmediatamente se acercó al azabache el cual ahora estaba tirado en el suelo. La bala dio directamente en una de sus piernas.

-Tranquila, tranquila, estoy bien- dijo el azabache intentando que Poche mantuviera la calma, sabía de lo que era capaz, se volvería loca si las cosas hubieran sido peor.

-¡Mierda! ¡Maldito!- gritaba Sebastián para después apuntarle al mayor el cual había disparado hace unos instantes.- ¡Te asesinaré, idiota!

-Es mejor que corras, niño bonito, no puedes hacer nada por ellos dos, están perdidos- dijo Johan en un tono de burla, Sebastián se enfureció aún más.

-No dispares- ordenó Poche al ver que Sebastián estaba decidido a hacerlo.

-¡Tengo que hacerlo, carajo!- gritó el menor mientras sostenía su arma con fuerza.

-Si lo haces le volaré la cabeza en mil pedazos- amenazó el mayor mientras apuntaba hacia la cabeza de Poche .

-¡Ya basta, Johan Vera!- gritó una Daniela desesperada, no sabía lo que hacer para frenar todo eso.

-¡Cállate, Daniela! Mataré a tu noviecita si te mueves- el mayor amenazó, Calle no tenía otra opción más que mantenerse callada, no quería empeorar las cosas.

-Vete, Sebastián , vete rápido- pidió Mario con dificultad, no quería que Sebastián se fuera solo, le dolía demasiado el hecho de pensar que podía perder a uno de sus mejores amigos.

-No, no te voy a dejar- respondió con un nudo en la garganta.

-¡Vete ahora! ¡Es una orden!- dijo Poche  mientras intentaba parar la hemorragia de la pierna del azabache.

-¡No, Poche! ¡No me iré!- respondió mientras colocaba uno de sus dedos en el gatillo, dispuesto a disparar.

-Ya vete, Sebas , solo lárgate que no quiero perderte- cuando Mario dijo eso Sebastián no pudo hacer más que dar media vuelta e irse de ahí con los demás hombres con los que iban.

Comenzaron a escucharse disparos en la sala de espera, no eran nada más y nada menos que Sebastián con sus hombres y los oficiales, inmediatamente tres oficiales entraron a la habitación para llevarse a Mario.

-Están locos si creen que se lo llevarán así, necesita atención médica- la peliazul se puso frente al azabache, el cual se veía tan débil.

-Claro que no, idiota, muévete- ordenó uno de los oficiales, inmediatamente Calle se acercó a su novia y se colocó frente a ella, tomó su mano.

-Necesita atención médica, cuando se recupere la oficial Galindo se encargará de él, largo de aquí- la castaño haría cualquier cosa por su amada, incluso si se trataba de proteger a los mejores amigos de la peliazul.