Kara:
¿Que tan beneficioso podría ser el hecho de que Lena estuviera mirándome con esa cara de espanto desde hace un minuto completo?
Yo les diría el beneficio de eso, y es que Lena simplemente no me había golpeado hasta ahora, solo parecía estar procesando el hecho de que mi cuerpo estaba recargado sobre el de ella, completamente desnuda y con la letárgica imposibilidad de moverse siquiera un centímetro. Estaba completamente segura de que en el momento en el que alguna de las dos se atreviera a hacer algún movimiento, mi parte inferior no reaccionaría de una manera muy favorable para mi. Y les aseguro amigos, no hay nada más incómodo que tener una erección cuando tienes total certeza de que esta no será calmada de ninguna manera.
-Yo...yo...- Intente disculparme de alguna manera, pero ni siquiera sabía lo que quería decir.- Es que... es mi habitación.
Ella movió la cabeza con efusividad.- Si.- Volvió su vista a nuestros cuerpos unidos.- Si.- Dijo una vez más, llevando su vista directo a mis ojos frente a ella.- Si.- Termino de decir.
-No te vi.- Me excuse con esa brillantez que me caracterizaba cuando estaba frente a ella.- No...no te vi.
Su respiración acelerada chocaba contra mi cuello, su calor traspasaba la ropa y mi cuerpo, traidor, estaba reaccionando a los fuertes latidos de su corazón. Para mi vergüenza completa, no fue precisamente mi corazón el que reaccionó, sino que más bien las irresistibles ganas de besarla, me pegaron tan fuerte que llegaron a entusiasmar cierta parte que no era propicia para despertar en ese momento.
-Kara.- Llamó ella.
-Mhm.- Murmuré intentando desviar mi atención de todo.
-Tu...tu... cosa me aprieta.- Balbuceo.
Como la reverenda idiota que soy cuando se trata de tenerla a ella al frente, solo me quede con la boca abierta intentando procesar el tipo de mensaje que me estaba enviando en ese momento la linda pelinegra que tenía debajo.
-¿Que?
La mire con real desconcierto. Y aunque así parezca, no, no me estaba haciendo la idiota y mucho menos haciéndome la gra ciosa, de verdad mi cabeza no estaba funcionando en lo absoluto.
-Que... que se pa...paro.- Susurro con las mejillas completamente sonrojadas.
-¿Se paró? - Pregunte torciendo la cabeza con confusión.
El ver ese sonrojo me arrastró directo a la realidad, porque de inmediato mi miembro reaccionó dando un fuerte tirón como si tuviera vida propia. Recién en ese momento me percaté de ciertas cosas que me lanzaron de espaldas lo más alejada posible del cuerpo de Lena. En primer lugar, estaba desnuda, segundo, estaba sobre su cuerpo, tercero, estaba sobre su cuerpo, cuarto, tenía una dolorosa erección que definitivamente me había arrojado de cabeza a la vergüenza pública.
No espere que ella me dijera nada, solo observe espantada mi vergonzosa erección, comprobando la terrible realidad. Simplemente me puse de pie para correr al baño y refugiarme ahi hasta que mi corazon dejara de latir como un idiota.
El doloroso ardor de mis mejillas y el fuego que se concentraba en mi entrepierna me hizo meditar la posibilidad de necesitar otra ducha, esta vez una con agua fría para apagar el incendio que vergonzosamente se había encendido en mi interior. Finalmente fue lo que termine haciendo, castigandome con el frío innegable del agua. Cuando por fin sentí que todo se calmaba, salí y me vestí con ropa deportiva holgada para poder enfrentarme a la vergüenza de hablar con Lena una vez más.
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La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]
FanfictionElla es una bella Rosa vendida en una subasta, la otra, es la bestia que todo el mundo le hizo creer, una poderosa altanera. La Rosa acusa a la Bestia de ser un monstruo. La Bestia llora por los maltratos sufridos durante toda su vida. La Bestia pro...