Kara:
Caigo liviana
Me agarra con verso, con rima
La punta de tu mirada, poema desnudo
Tartamudo y del porte de una montaña
Había algo que no podía comprender en su totalidad, y era esa necesidad tremenda que había desarrollado por Lena y por nadie más que ella; era como si el hecho de no tenerla a mi lado solo me hiciera caer en una especie de precipicio y nada pudiese detener mi caída inminente. Esa sensación horrible se extendía en mi pecho hasta que ella venía hacia mí, extendiendo sus brazos tiernamente como si fuese una cómoda cama capaz de arrullarme y protegerme de todo mal en esta tierra.
Eso pasaba en este momento, en el que ella había salido de hace unas horas de ese sábado caluroso. Lena se había ido con Alex, Imra y Maggs a buscar un vestido para ella, para nuestra boda, la que se celebraría dentro de una semana (todo porque ella renegó mi idea de hacerle este mismo fin de semana). Me había dejado a cargo de los niños y había ido con las chicas a un normal día de compras entre amigas; claramente no la dejé ir sin seguridad extra, cosa que no era necesaria que ella supiera explícitamente, así mis hombres la mantenían segura y yo podía estar en casa sin volverme loca.
Un llanto manso y un poco agudo comenzó a sonar por el monitor de bebé, interrumpiendo de una vez la introspección dolorosa en la que me había sumergido solo por el hecho de que ella no estaba conmigo. Miré hacia la pantalla donde pude ver claramente que Lori se removía en la cama demostrando que algo la estaba incomodando y necesitaba ser atendida de forma inmediata.
-Voy mi vida.- Anuncié como si ella me pudiese entender, mientras tanto cogía uno de los biberones que Lena había dejado listo por cualquier eventualidad y por si ella tenía hambre.- Ya llegué amor, no llores más.- Mi mano se extendió en su barriguita, logrando que sus manitos se movieran en aceptación de mis caricias.
Lori cesó un poco su llanto para esperar a que la alzara, pero al sentir que su espalda seguía pegada a la cama volvió a alzar en llanto con furia, perturbando el sueño de su hermanito que ya comenzaba a lanzar vagos gemidos de protestas que demostraban el mal humor que portaba.
-Mi amor, no llores.- Susurré alzando a mi hija antes de que despertara a su hermanito que ya parecía estar comenzando a molestarse por el llanto de la niña. Él comenzaba a retorcerse disconforme como el ruido molesto de la habitación.
Coloque mi mano bajo su cabecita y con sumo cuidado la acurruque contra mi pecho, sintiendo que ella dejaba de llorar en el mismo momento en que su nariz se hundió en la polera suelta que usaba para esos días en los que la casa. Comprendí de inmediato que la necesidad de Lori era única y exclusivamente de mimos y cariños, que se había aburrido de la cunita, además de hacer esos graciosos movimientos con su boca como si estuviera alimentándose.
-Mira que bebé más mimada, solo quería un abrazo.- Susurré tirando hacia atrás mi cuerpo en la mecedora que habíamos puesto en medio de la habitación.- Solo quería abrazos de mamá.- Susurré viendo sus ojitos cerrarse nuevamente mientras su boquita se abría al volver a entrar en un sueño profundo.- Eres una consentida corazón.- Sin querer mi dedo fue a parar en su pequeña palmita, dejándome completamente perdida cuando sus deditos se cerraron alrededor del mío.- Te amo princesa.
Me quedé ahí por largos minutos, asegurándome que ella volvía a estar en paz, que volvía a retomar su sueño tan calmo que tenía hace tiempo atrás. De pronto comencé a sentir que alguien me observaba, y de pronto esos pequeñas orbes verdes me miraban desde la cunita con el entrecejo fruncido. Lex había despertado y me miraba fijamente como si quisiera asesinarme o algo por el estilo, aunque la verdad era biológicamente imposible porque era muy pequeño para ser consciente de ese tipo de sentimientos.
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La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]
ФанфикElla es una bella Rosa vendida en una subasta, la otra, es la bestia que todo el mundo le hizo creer, una poderosa altanera. La Rosa acusa a la Bestia de ser un monstruo. La Bestia llora por los maltratos sufridos durante toda su vida. La Bestia pro...