Capítulo 20.- Primera Cita.

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Kara:

-¿No te duele la cara? - La voz de Maggie llego a interrumpir mi tranquilidad en la oficina.

Resolver.- ¿Por que me debería doler la cara? - Pregunté en el tono de voz más calmo que encontré.

-Te apareció esa cosa en la cara.- Me apunto una vez más.- Esa cosa volvió a aparecer en tu cara Zor-El.

-¡¿Que cosa?! - me levanté de mi escritorio para caminar hacia ella.- ¿Puedes hablar claro Sawyer? Mira que todavía no soy bruja no adivina.

-¡Estas sonriendo! ¡Desde las 7 de la mañana!.- Lanzo con una sonrisa burlesca ocultando su verdadera intención de hacerla rabiar de muchas maneras diferentes.- ¿De verdad no te duele la cara?

Tomé con fuerza el vaso de whisky que había tomado del militar, tomando el líquido ambarino de un solo trago  me voltee a mirarla con la mejor cara de odio que tenía. Más que desesperada el hecho de que esa sonrisa burlesca siguiera bailando en su maldita cara u no la pudiera borrar de un golpe porque ella era mi maldita mejor amiga.

-¡No te aviento el vaso porque me salio caro! - La apunte con furia.- Deberías dejar de molestarme, soy tu jefa.

-Y mi mejor amiga, así que eso te hace altamente molestarme.- Me golpeo el hombro para ir a mi escritorio a hurguetear entre las planillas de suministros.- Ya, dime la verdad ¿Por que tan sonriente?

-Nada en especial.

La mirada inquisitiva de Maggie me dio a entender, que no me reyo absolutamente nada de lo que le dije.

La vi pararse, y antes de decir cualquier cosa, su mano impacto de lleno en mi cabeza, casi ahogandose con el poco licor que quedaba en mi boca.

-Claro, y yo no me tire a media oficina.- El sarcasmo en Maggie era señal de problemas, porque sarcasmo en ella, solo se podía traducir en golpes para mi.- Dime la verdad Zor-El o la saco a presio de tus bolas.

Por inercia me cubri la entrepierna, quizás porque sabía que ella era capaz de golpearme solo por el hecho de ocultarle algo. Ella era mi mejor amiga, y la conocía lo suficiente como para saber que era capaz de dañarme vñcon tal de saber algo que estuviera ocultando, y en ese momento no me convenía una de las torturas reveladoras de Margaret Ellen Sawyer.

-Mañana tengo una cita con Lena.- Lancé rápido, sin pensarlo y quizás como placebo.- Y necesito que compres un vestido lindo para ella.

-Aja.- Seguía mirándome como si a mi historia le faltaran retazo.- ¿Y que más? ¡¿Por que no me cuentas de una vez y nos ahorramos esto?! Ya sabes, eso de que yo te amenazó, tu me cuentas por partes, hay violencia y golpes, y después tu madre me reclama en la cena de Navidad porque su niñita tiene moretones por mi culpa.

-Ella...yo...nosotras.- Carraspeé.- Hicimos...hicimos el amor.

-¡¿Que?! - Sus ojos cafés me hicieron estremecer, ella me estaba analizando de esa manera inquisitiva.- ¿Te la tiraste? ¿Tuviste sexo con Lena? ¿Le quitaste su florecita?

-Hicimos el amor.- Corregí con molestia al escuchar esa manera de referirse a esa acto que fue tan significativo para mi.

-¡Eso es lo mismo Zor-El! -.Exclamó con desespero.- ¡Ambas se tratan de que tu anaconda termina enterrada en su útero!

-Deja de ser tan promiscua.

-¡Ea verdad Zor-El! - A veces odiaba ese afán de no tomar las cosas enserio.- Además, es lo que hiciste.

-No deberías quitarle el romanticismo.- La increpó.- Por eso no te quería contar, porque tu siempre piensas con tu maldita vagina.

-¡Y tu con la cabeza de abajo y yo no reclamo!

La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora