Maggie:
Si no supiera lo que mi mejor amiga tenía entre las piernas, en algún momento de ese extraño día me habría encargado de lanzar algún comentario soez frente a los estúpidos cambios de humor que Kara había protagonizado.
Esa estúpida princesa de piel pálida había llegado completamente sonriente, moviendo efusivamente las manos al caminar y saludando a cuanta persona la miraba por más de cinco segundos. Se paró frente a mí, sonrió de manera más amplia, besó mi mejilla y simplemente siguió. Como nunca, decidió no almorzar porque quería irse temprano ( ella solía reclamar que las horas no le alcanzaban para poner todo en orden ). Para cuando eran las 17:38 en punto, ella ya estaba ordenando su escritorio mientras una siniestra aparecía en su cara.
No pude evitar entrar a su oficina para saber lo que pasaba, no me podía quedar con la duda hasta mañana, arriesgándome a que su rostro paco volviera a hacer acto de presencia, y por consiguiente, enviando al olvido esta Cara completamente "feliz".
-¡¿Quién rayos eres tú y qué hiciste con mi mejor amiga?! - Susurre apoyando mi espalda en la puerta para evitar cualquier huida.- ¿Por qué demonios tienes esa cosa en tu cara?
Ella me miro con esa cara de completa idiota en todo su esplendor. Debió admitirlo, me causaba gracia verla en ese extraño estado de aturdimiento, incluso llegando a suponer que en algún momento ella estaba en una especie de catatonia que no le permitía hablar. Entonces, ella pasó la mano por su cara.
-¿Qué tengo? - Pregunto en ese tono gracioso de confusión.- ¿Tengo mayonesa?
-Esa cosa.- Seguir apuntando a su cara, acercándome de a poco hasta estar frente a ella.- Y sigue ahí, no desaparece.
-¡¿Qué cosa tengo?! - Comenzó a parecer desesperada cuando pasaba las manos por la cara.- ¿Puedes pasarme el espejo de tu bolso?
Sonreí con auténtica gracia. Me encantaba ver ese tipo de actitud despistada y completamente inocente, incluso llegando a confundirse con la característica personalidad de una niña pequeña que creía todo lo que sus padres le decían, y no esa fuerte personalidad propia de una empresaria exitosa, y hasta entonces, solitaria.
-¡Esa cosa rara sigue en tu cara Kara! - Fingí espanto, haciendo esfuerzos sobrehumanos para no lanzarme a reír.- ¡¿Es una sonrisa?! - Termine con el misterio que agobiada a Zor-El.- ¡Oh por Dios, estás sonriendo! ¡Que alguien llame a los bomberos!
Solo sentí un golpe en mi cabeza, y aunque no había dudas de que lo merecía, se lo devolví con el doble de fuerza.
-¡Eres estúpida! - Bramo con rabia.- Me haces perder el tiempo.
Sonreí al verla hacer ese puchero.- ¿Y qué más ? ¿Qué pasa? ¿Por qué esa sonrisa tan linda?
-No pasa nada.
-¿Entonces por qué te quieres ir a casa temprano? - Pregunté con picardía.
Torció la cabeza evidenciando su confusión.- No me estoy yendo temprano.- Aclaro.- Casi son las 18:00 horas, el horario de salida de todos en la empresa.
-Pero tu eres, Kara Zor-El.- Puntualice.- Tu no te vas a estas horas.
-¿Qué tiene? - Me pregunto con un puchero. En realidad Kara podía parecer una niña regañada sin el mayor esfuerzo. ¿De verdad ella es la jefa?
-¡Que desde que tenemos 22 tu no te vas a menos que sean más de las 21:00 horas! - Exclame.- Tiene que estar pasando algo realmente bueno para que tu te vayas temprano!
-Solo quiero ir a comprar la cena.- Explicó con esa obviedad.- A veces puede haber mucha fila y pueden demorar.
¡Eso era ridículo! ¡Excusas estúpidas!
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La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]
Fiksi PenggemarElla es una bella Rosa vendida en una subasta, la otra, es la bestia que todo el mundo le hizo creer, una poderosa altanera. La Rosa acusa a la Bestia de ser un monstruo. La Bestia llora por los maltratos sufridos durante toda su vida. La Bestia pro...