Capítulo 31.- Te amo.

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No culpen de nada a Lena, saben que ella tiene serios problemas de confianza con el mundo, quizás más que Kara pero ella no lo demuestra. Digo, ¿quién no los tendría si te secuestran cuando eres un enano? Sin más que decir, me retiro.

Lena:

Apenas vi su cuerpo desplomarse, una inseguridad súbita azotó mi cuerpo, sabiendo que quizás había arruinado su futuro y todos sus planes con ese resultado, y tal parece que su corazón también, porque el pasar de minutos era implacable frente a esa chica completamente dormida y fuera sí.

¿Quién demonios era yo como para arruinarle la vida de esa manera? Era una idiota, quizás ella ni siquiera lo quería, quizás ella no estaba preparada para ningún tipo de responsabilidad y yo había llegado a su casa con un puto examen de embarazo que marcaba positivo a todas las maneras posibles. Era una completa idiota ¿Cómo demonios había pasado esto?

-¿Debería asustarme? - Susurró Imra, arrancándome de inmediato de ese estado de catarsis pura en el que me fueron.- ¿O solo tomo como una humorada el hecho de que ella no se esté moviendo en absoluto?

-Tiene...tiene...tiene una falencia cardiaca.- Logré susurrar apenas.- Hay...hay...hay que llamar al doctor.

Imra me tomó bruscamente de los hombros y me zamarreó con fuerza.- Lena, necesito que me digas que mierda hacer!.- Lo mismo me pregunté yo.- Dame el número del maldito doctor aunque sea.

¡Maldita sea! ¡Kara estaba desmayada! ¡Debía llamar al doctor!

El doctor Raiken, el mismo que había atendido a Imra y a Alex hace un tiempo era mi salvación, pues el hombre me había dado su número cuando se enteró que yo vivía con ella y que lo nuestro era una relación estable. Mis dedos parecían perezosos a la hora de buscar su número entre los contactos del maldito aparato, y cuando por fin di con él, el maldito parecía no querer contestar.

-Theo Raiken ¿Con quién hablo? - Preguntó en ese característico tono extremadamente profesional que poseía.- ¿Diga? Si no habla me veré en la obligación de cortar.

-Kara.- Susurré con apresuro.- Ella... ella... llegó ella y...y se fue al suelo.- Expliqué completamente convencida de que esa había sido la mejor explicación del mundo.

-¿Eres Kara? - Preguntó un poco perdido en la conversación.

-No, Lena.

-¿Eres Lena?

Asentí con fuerza, para luego darme cuenta de que él no podía verme.- Si, si soy...soy Lena.

-De acuerdo Lena.- Él parecía tan calmado y yo tan idiota.- ¿Quién se desmayó? ¿Kara?

-Si, ella...ella se...se desplomó.

-¿Dónde te encuentras ahora Lena? - Su voz calma estaba desesperando de manera horrible.

-Estoy en casa.

-Kara está en casa contigo o alguien te llamó para decirte que ella se había desmayado?

Esto estaba tomando demasiado tiempo, y este desgraciado no quería querer cerrar la puta boca.- ¡Solo venga de una vez! - Exigí quebrantando completamente mi estado de calma inducida.- ¡Estamos en casa, venga de una maldita vez!

Apenas me cortó me arrojé directamente sobre el cuerpo inerte de Kara, quien al menos respiraba con calma, signo de que seguía con vida. Sabía que el doctor tardaría al menos 10 minutos en llegar, y también sabía que mantenerla conmigo durante esos 10 minutos, era mi responsabilidad mantener a Zor-El respirando, aunque fuese lo último que pudiese hacer en la vida.

La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora