Capítulo 57.- Una Bestia anda ahí y no hay duda.

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TBOL22

-Lori, amor.- Intenté llamar la atención de mi hija con suaves caricias en su carita roja.- Mi vida, soy yo, no llores más.- Pero tal parece que todo tipo de intento de consuelo era una completa mierda para ella, porque cada vez parecía estar llorando con más fuerza y tristeza.- Amor, necesito que respires para mamá.- Pero ella solo se ponía más rojita a medida que las gruesas lágrimas caían por las mejillas gorditas.

-¿¡Puedes callar a esa niña de una vez!? - Espetó con furia Andrea Rojas, entrando a la estancia con sus manos masajeando las sienes con exageración.- ¡Me está provocando dolor de cabeza! - Y con la sola manifestación de su voz, el pequeño Lex marcó un profundo puchero en su boquita, demostrando que estaba a nada de acompañar a su hermana en el desolado llanto.- ¡Y ahora empezará el niño!

Le di una mirada de reproche.- No pueden evitarlo.- Justifiqué.- Ellos tienen una rutina demasiado marcada y ya van varios días en las que la han saltado.

-¿¡Y qué tienen de importante esas rutinas!? - Para mi suerte, Lex no pasó de unos sollozos mansos que se detuvieron cuando acaricié su carita.- No creo que sea tan difícil controlar a dos niños.

-¡Extrañan a su madre! - Rugí fuera de control, tomando el cuerpecito de mi pequeña Lori para acunarlo y consolarla de alguna manera.- Lex no duerme a menos que escuche como su mamá le canta a Lori y la pequeña, duerme exclusivamente si su madre está con ella.

La sola mención de Kara hizo que el ambiente se volviera tenso, pesado y casi irrespirable; Andrea Rojas parecía tan rígida como una pared de concreto y tan impenetrable como el sólido cristal, sus ojos gélidos miraban a mis niños como si quisiera arrebatármelos para tirarlos por la ventana y finalmente, la vena sobresaliente en su cuello le hacía ver más desagradable de lo que ya era.

-Entonces.- Sus palabras fueron arrastradas y pesadas.- Tendrán que aceptarme a mi para hacer esas cosas.- Dio pasos torpes, casi descuidados en dirección a la cuna de mi hijo y yo estaba tan abrumada por el llanto de Lori que apenas me vi capacitada para dar un par de trompicones e intentar evitar que llegase hasta él.- Desde ahora, yo seré su madre.

Claramente, Rojas no sabía que intentar tomar a mi pequeño enano gruñón sin su consentimiento era una proeza a la que nadie se atrevía, y, en efecto era porque el pequeño no toleraba a nadie más que su abuelo y a sus dos madres. Andrea Rojas recibió el primer grito de un bebé desconsolado apenas las manos se pusieron a la altura de sus costillas; lo siguiente en la lista de desgracias fue ver al pequeño tirando de sus cabellos mal teñidos y manoteando hasta el punto de casi arrancarle un arete.

Sin importar lo cansada que estuviera y lo mucho que me entretuviera ver a esa idiota ser acribillada por el berrinche de un bebé sensible, me acerqué a ellos y quité a Lex de su regazo, haciéndole espacio en el mío para que se acomodara junto a su hermanita; ambos bebés se aferraron a mi cuello y continuaron con sus desconsoladas protestas.

-No puedes obligarlos a quererte.- Susurré intentando que comprendieran que yo estaba para ellos.- No te conocen y encima los obligaste a separarse de su madre, no puedes pretender que solo te acepten por estar dos días merodeándolos e intoxicándote con alcohol.

-Yo no tengo instinto maternal, mi Rosa.- Lanzó secamente alzando su copa.- Soy una mujer de noche que le encanta el glamour, la fiesta y en exceso, el alcohol.- Sus palabras no hicieron más que enfurecerme y tentarme a romperle la cara.- Ellos me tendrán que aceptar así y aprenderán a decirme madre... con el tiempo.

Intenté controlar mis palabras, juro que lo intenté, pero únicamente me encontré con la ácida quemazón de las maldiciones retenidas.- Si tanta aberración le tenías a la maternidad, ¿por qué demonios me hiciste venir?

La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora