Capítulo 2. - Monstruo

6.8K 655 117
                                    

Lena

Lena Luthor eres una soberana pendeja, ¿Como se te ocurre hacer enojar a una empresaria loca y muy rica?, de seguro ella quiere violarme, o azotarme para que se me quita lo mal hablada y lo peleadora.

Desde que ella me dijo su nombre no había vuelto a mencionar palabra alguna, tampoco se había acercado a mí, sólo se había mantenido a una distancia considerable mientras miraba las calles por la ventanilla del coche; yo estaba en el otro extremo del coche, abrazando con fuerza la mochila que contenía todos los recuerdos que había tenido en mi vida y de los cuales no me pensaba desprender, y en realidad lo único que ella me permitió sacar.

Desde que ella me dijo su nombre no había vuelto a mencionar palabra alguna, tampoco se había acercado a mí, sólo se había mantenido a una distancia considerable mientras miraba las calles por la ventanilla del coche; yo estaba en el otro extremo ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las despedidas de esa noche habían sido vagas y en realidad habían quedado en el olvido, despedidas que claramente consideraba que eran indignas para la calidad de amigas que habían sido Imra y Alex, a quienes cabe destacar, era probable que no viera nunca más, pero ella no me permitió más.

Todo lo que podía decir de Kara Zor-El es que era controladora, mal educada, llevada a su idea y que definitivamente no estaba a gusto en La Casa De Las Flores, quizás por eso me sacó a rastras de ahí.

Cuando ella se bajó, parecía impecable, y yo parecía un ratón asustado, uno que se asustó aún más cuando se percató del poder que poseía esa mujer, porque apenas sus pies dejaron el carro, al menos 10 hombres comenzaron a moverse de un lado al otro; era como si el mundo fuera hecho para tomar sus órdenes.

De pronto ella pareció recordar mi presencia.

- Necesito que me digas tu talla de ropa y número de zapatos.

Su tono gélido me espantó, incluso fue como si ella odiaba la idea de tenerme ahí, así como si odiada el hecho de tener a alguien prendado de su vida; bueno, a decir verdad era como si ella tuviera una lucha interna la cual no podía resolver. Quizás lo que sentía Kara era un mero deseo de sumisión, por eso se había empeñado tanto en traerme consigo, para demostrarme que era ella quien tenía el poder.

Nuevamente estaba divagando.

- No... no las sé. - Genial, ahora había perdido la capacidad de hablar.

Ella bufo. - ¿Cómo es posible? - Sus ojos parecían querer atravesar. - ¿Cómo te comprabas ropa en esa maldita casa?

- El... el hada ma... madrina. - Susurre apenas. - Ella... ella no....nos daba todo.

Su ceño se frunció, dejándome como una boba mirando sus líneas de expresión. - Sal del carro.- Negué de inmediato.- Que vengas te estoy diciendo.- Masculló entre dientes, y por consecuencia, negué una vez más.- No te lo pediré una vez más.

En efecto no me lo volvió a pedir, solo tomo mi mano y me arrastró fuera del carro, y yo, como una niña asustada solo me aferre a mi mochila, mientras tanto, Kara Zor-El me giraba para meter su mano por el cuello de mi blusa y descubrir la etiqueta, pero parece que mi cuerpo por iniciativa comenzaba a retorcerse para salir de entre sus brazos.

La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora