Lena:
Sentí como ella deslizaba suavemente las manos por la parte baja de la camiseta ancha que usaba por pijama. El roce de su palma me hacía fallar la respiración, y su fuerte aliento a menta fresca me hacía temblar de pies a cabeza.
Pronto sentí su lengua comenzando a pasar suavemente por mi cuello, humedeciendo al instante la piel que ella misma se estaba preocupando de lacerar con sus propios dientes. Su cuerpo caliente se deslizó contra el mío, terminando por sentir cada músculo suyo acariciar la cara interna de mis muslos.
-Mirame Lena.- Susurro besando el centro de mi mentón.- Quiero que abras tus ojitos y me mires.
Jadee por la profundidad de su voz.- ¿Qué estás haciendo Kara? .- Pregunte un tanto desorientada por haberme despertado con tan impropias caricias.- ¿Porque me besas?
La presión de su pulgar entreabrió mis labios.- Porque lo quieres, se que lo quieres tanto como yo.- Casi ronroneo sobre mis labios.
-Eso es falso.- Lance con el tono de voz menos increíble que había empleado en mi vida.
-Abre los ojos.- Exigió con esa voz estridente.- Abre los ojos y mírame mientras me dices que no quieres esto, que no lo deseas.
Tome su mandíbula para alejar su boca de mi, para poder respirar. Lentamente abrí los ojos para encontrarme con sus pupilas dilatadas, con sus ojos ennegrecidos por el más puro deseo, y, por sobre todo, con sus carnosos labios pegados a los míos.
-Desgraciada, maldita y seductora Zor-El.- Sorte de manera completamente gutural.
La única respuesta que obtuve a mis insultos sin sentido fue su boca asaltando a la mía con la misma fuerza con que yo la insultaba cada vez que se me insinuaba. Su boca me asaltaba con agresividad, casi con violencia y sus manos acariciaban con cautela.
Sabía lo que pasaría aquí, sabía que le daría el poder de poseer mi cuerpo, sabía que arderá entre sus manos, que su cuerpo se fusionará con el mío, ella corromperá mi inocencia y yo se lo permitiría. Todo quedó claro cuando la punta de sus dedos acariciaban el borde de mi ropa interior y su erección presionaba por sobre la tela.
Entonces...
-¡Santo Dios! - Exclama moviendo mis brazos como si me estuviera ahogando. Seguido de eso, un fuerte dolor en mi mano, y luego un sonido hueco de algo impactando en el piso.
-Mmm.- Se escuchó.
Un poco aturdida miré hacia mis costados, dándome cuenta de dos cosas muy importantes. La primera, no estaba en mi habitación, y por la manera que tenía de decorarse, podía asegurar que era la de Kara. Segundo, si lo primero era cierto, que estaba casi completamente segura de que lo era; ¿Porque Kara no estaba durmiendo a mi lado? ¿Dónde demonios estaba ella?
-¿Kara? - Y como era de esperarse, no obtuve ninguna respuesta.- ¡Con un demonio! -Acaricia mi rostro con pereza, intentando buscar las fuerzas para salir y asegurarse de que no se había matado mientras yo dormía.- Tengo que ir a buscarla.- Suspire.
No alcancé a estar dos malditos segundos de pie porque algo blandito me mandó de cabeza al piso de la habitación; dejándome ver, por primera vez, que lo que estaba al lado de la cama no era precisamente una alfombra.
Ahí, de barriga en el suelo con las manos levemente metidas bajo su cabeza, estaba profundamente dormida Kara Zor-El. La muy hija de puta ni con el golpe despertó y yo casi me quebré una pierna por su gran trasero.
La golpee.- ¡Mmmm! - Gruñó moviéndose un poco, pero permaneciendo completamente dormida.
-¡Zor-El! - Vocifere, pero ella ni se inmuto.- ¡Despierta mierda! - La moví con el pie.
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La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]
FanfictionElla es una bella Rosa vendida en una subasta, la otra, es la bestia que todo el mundo le hizo creer, una poderosa altanera. La Rosa acusa a la Bestia de ser un monstruo. La Bestia llora por los maltratos sufridos durante toda su vida. La Bestia pro...