Sábado. (Kara)
Sentía algo raro apenas despertaba, algo realmente raro. Para empezar, alguien respiraba en mi cuello, segundo, lo que abrazaba se movía, y por lo general yo abrazaba una almohada completamente inmóvil; y tercero, la cosa de entre mis piernas dolía de manera tremenda.
Abrí los ojos de manera perezosa, entendiendo que tenía que despertar para poder solucionar los problemas que me aquejaba en ese momento. Apenas enfoque mi vista me di cuenta de dos cosas importantes. La primera era que la cosa que abrazaba no era una cosa, era una persona, mejor dicho una Leña que tenía el cuerpo encajado contra el mío. La segunda, mi miembro estaba más duro que de costumbre porque la calidez del muslo de Lena contra el mío había hecho que esa cosa palpitara en respuesta a ella.
-Ay Dios.- Susurre completamente sonrojada al darme cuenta de la forma que tenía de aferrarme a ella.- ¿Porque haces esto amigo? - Pregunte a mi miembro como si él tuviera mente propia y pudiera bajarse por compasión a mi.
Moví suavemente mi pierna para desencajar de entre la de ella, luego me acosté de espaldas con las esperanzas de escapar sin despertar, pero lo unico que logre fue que su pierna cruzara por sobre mi cadera, aplastando mi miembro en el acto, arrancándome un penoso gemido por la fricción.
-¡No, por favor! - Suplique a los vientos como si ellos pudieran separarla de mi.
Luego de muchos intentos de moverle y separarme de ella, lo único que conseguí fue que vergonzosamente me excitara más, haciendo casi imposible continuar con los malditos boxer que parecían estrangularme ahí abajo. Sabía que la única solución me iba a dejar en vergüenza y como una completa pervertida, pero ya no podía aguantar más la presión.
-Lena.- Comencé a moverla suavemente del brazo, ella solo rezongo.- Lena necesito... quiero que saques tu pierna de mi... de mi... - Opté por callarme y seguir moviendo.
La vi abrir sus ojitos lentamente, y entonces el palpitar de mi entrepierna pasó al olvido. Ella era hermosa recién despertando; era como cuando en la navidad te quedabas despierta para esperar a Papa Noel; sus ojitos eran como dos estrellas, su cabello despeinado, sus mejillas sonrojadas, todo, absolutamente todo era hermoso en ella cuando despertaba.
-¿Kara? - Pregunto un tanto desorientada.
Yo tenía la boca seca, así que decidí que lo mejor para mi salud y para la de ella era que cerrara la boca para intentar decir algo coherente. No fue necesario, el muy desgraciado dio un tirón haciendo notar que estaba completamente despierto.
El sonrojo invadió a Lena al instante, separándose de mí con más rapidez de la que me gustaría.
-Per...per...perdón.- Y la tartamudez había decidido aparecer.- Siempre... siempre despierto así.
Mi pequeña princesa pareció reaccionar por mi nerviosismo, acercándose con cuidado para acariciar mi mejilla con un rostro afable y confiable.
-Lo siento, no sabía si estaba bien abrazarte.
El sonrojo tomó mis mejillas.- Me gusta... Me gusta mucho.- Respondí, volviendo a caer en cuenta de mi malestar en la parte inferior.
-¿Esa cosa no se baja? - Preguntó ella entre risas.
No pude evitar hacer una mueca.- No, no se quiere bajar.- Sin querer mi voz salió un poco estrangulada.
Mi cara se vio tomada con fuerza para enfrentarla a la de ella. Sus ojitos preocupados me hicieron distraerme del dolor en la zona baja; en ese momento parecía que la afligida era ella, porque su carita se transformó en una profunda preocupación.
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La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]
FanfictionElla es una bella Rosa vendida en una subasta, la otra, es la bestia que todo el mundo le hizo creer, una poderosa altanera. La Rosa acusa a la Bestia de ser un monstruo. La Bestia llora por los maltratos sufridos durante toda su vida. La Bestia pro...