Kara:
Era increíble la facilidad con la que le podía abrir el corazón a Lena, lo rápido que miraban mis palabras sin tartamudeo alguno, lo natural que me salía el abrazarla y dejarme envolver en su piel, más bien, era totalmente correcto estar entre sus brazos, era lo único que se sentía especial, que se sentía perfecto.
Esa noche, esa velada en específico fue maravillosa, no solo por el hecho de que ella acepto mi corazón para resguardarlo junto al suyo, sino que, por primera vez, tuve plena conciencia de lo que el alcohol podía hacer con Lena.
Ella, sin provocaciones alguna se puso de pie y tiro de mi hasta tenerme en el centro de un pista improvisada, posicionando mis manos en su cintura y pegándose a mi como si de eso dependiera de que nosotras siguiéramos respirando. Hipnotizados por esa suave música, nuestros cuerpos comenzaron a vaga por el espacio, en un baile que parecía llevarnos sobre las nubes e instalarnos al lado de la luna.
Cuando fue el momento de irnos a casa, el cuerpo de Lena había procesado dos copas de champagne y media de vino; teniendo en cuenta que ella en la vida había consumido alcohol, este le pateo bastante fuerte, desinhibiendo un poco más de lo necesario su actitud, volviéndolo impetuosa, descarada.
-Eres linda.- Me dijo apenas subí a mi puesto tras el volante.
Todo, en ese preciso momento me gritaba peligro, partiendo por la manera poco decorosa que tenía de morder su labio inferior. El segundo signo que representaba sus macabras intenciones era la manera ligera de hacerse un ovillo con las piernas casi desnudas en su totalidad apuntando hacia mi; el último y tercer indicador de que corría peligro en ese espacio reducido fue esa manera burlesca en que su mano cayó sobre la parte superior de mi rodilla y por cómo sus dedos comenzaron bailando en caricias ascendentes y descendentes por una pequeña porción de mi muslo.
-Tu también eres linda Lena.‐ Respondí con la voz atorada en el fondo de mi garganta.- Muy linda de hecho.
-¿Por que no me das un besito?
Su rostro se acerco un poco más, dejando sus labios a mi disposición. Ella vio claramente que no estaba reaccionando, que solo estaba mirandola con la reverenda cara de boba que la misma Lena puso de mí; fueron dos segundos en el que sus labios desaparecieron de mi campo de visión para hundirse en mi cuello e hincar sus dientes en ese lugar de pulso que latía incluso más fuerte al sentir su perfume invadir mis fosas nasales.
-Lena.- Jadeé.
Por inercia tome los cabellos de su nuca y los jale con fuerza hacia abajo, sabiendo sus ojos para enfrentar los míos. Esos ojos rebosantes de deseo y esos labios con una sonrisa maliciosa hicieron rugir ese animal hambriento que representaba mi livido. Tome su labio inferior entre mis dientes y lo aprete con fuerza; ella lanzó un gemido de dolor en protesta a mi acción, momento que aproveché en el acto para forzar mi lengua contra la suya mientras mis labios hacían lo posible por tomar su boca de muchas maneras diferentes. El agarre de mi mano no aflojó, de hecho utilice mi ventaja para acercar mucho sus rostro a mi.
Tomé su cintura en un intento por calmar mi maldito livido, pero ella mordió la punta de mi lengua haciéndome temblar lanzandome de cabeza al fracaso.
No pude soportar el hecho de tenerla tan lejos, así que tire con violencia de ella para dejarla sentada a horcadas sobre mi regazo. De inmediato presione su cuerpo contra el volante y tome con mas fuerza su cabello para evitar que su boca se separase de la mía, dando paso a un beso pasional, lujurioso; esa especie de besos solo se Dan cuando te estás quemando por dentro, y a mi, ella ya me tenía entre la llamas del infierno.
Jadeé sobre su boca.- Deten las provocaciones.- Advertí.
-No te estoy provocando.- Respondió de maner inocente, batiendo sus pestañas para dar una imagen tierna. Ella es un maldito angel del diablo.- Solo te pedí un besito.
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La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]
FanfictionElla es una bella Rosa vendida en una subasta, la otra, es la bestia que todo el mundo le hizo creer, una poderosa altanera. La Rosa acusa a la Bestia de ser un monstruo. La Bestia llora por los maltratos sufridos durante toda su vida. La Bestia pro...