Kara.
Mis manos estaban fijas en sus caderas y mis ojos pegados en los suyos, como si quisiera encontrar el alma que se le había escapado en el suspiro que se escapó de sus labios hace unos segundos. Acaricié con cuidado sus caderas, intentando que volviera dentro de sí y me dedicase algo más que una mirada atónita y su boca entreabierta.
-Yo nunca me acosté con Andrea.- Lanzó con rapidez, casi tanto que se atragantó con las palabras.- Yo... yo nunca la toqué.
Fue inevitable que se me escapara una carcajada.- Amor.- Susurré tirando de su cuerpo más cerca del mío.- Ella ni siquiera tiene pene.
-Oh.
-No te estoy acusando de haber estado con alguien.- Calmé sus preocupaciones con suaves caricias en su espalda.- Eso era lo que debía decirte en la consulta del doctor, por eso fue todo esa pelea en la consulta.- Sus ojos seguían inquisitivos, incluso reticentes a creerme.- Luego de que te desmayaras fuera de la casa y luego de patearle los ovarios a Andrea.- La boca de Lena se abrió tremendamente, reacia a creer a mis palabras.- Literalmente le pateé la cuca.- Susurré avergonzada.- Te llevamos a la clínica; lo primero que hizo el doctor fue hacerte exámenes de sangre y hacer algunas preguntas, también me preguntó un aproximado de nuestra última relación sexual.- La incredulidad seguía presente en su rostro.- En ese momento me dijo que estabas embarazada y luego de hacerte los exámenes correspondientes, me dijo que estabas aproximadamente de unas seis semanas.
-¿Un mes y medio? - Preguntó con ese gesto de cabeza ladeada que tanto adoraba.- ¿Yo... yo...?
La abracé con calma, intentando transmitir esa seguridad y esa ternura frente a todas las implicancias de esa nueva situación que se abría en nuestra familia. Había tantas cosas que arreglar y tan poco tiempo para hacer todo lo que queríamos, que había que rogar para que las palabras fueran precisas y tan reales como siempre.
-La noche que compartimos luego de que salí de la cárcel.- Susurré cautelosamente, intentando ser suave.- Esa noche nos da la fecha exacta.
En un claro signo de desesperación, sus manos terminaron aferrándose a su cabeza.- ¡Olvidé cambiar el dispositivo! - Exclamó conmocionada.- ¡Dios, soy una estúpida! - ¿Qué diablos había dicho esta mujer loca? - Yo... yo... yo... Lo siento, Kara, esto es mi culpa.- ¿Por qué diablos estaba hablando de culpa en esto? - Te juro que...
-¡Cállate! - Ordené fríamente.- No te atrevas a hablar de culpas.
-Pero...
-¡No te atrevas a hablar de culpas cuando estás hablando de nuestro bebé! - Corté antes de que me dijese algo más.- No puedes hacer esto, cuando estoy jodidamente feliz de que sea contigo, de estar contigo en este momento.- Su expresión comenzó a relajarse y a invadirse de un dulce toque de ternura.- Yo no quiero que hables de culpa cuando estoy completamente enamorada de la idea de que nuestra familia sea tan grande como un equipo de fútbol y que tu estés a mi lado, siendo mi esposa, mi mujer.
Una lágrima se deslizó de su mejilla y casi sin poder evitarlo, mi pulgar la eliminó. Quería que ella dejase de romperse en mis brazos y que por fin se entregase a la felicidad de una vez por toda, que se entregase a esa felicidad que nos merecíamos completamente.
Su cabeza se escondió en el hueco de mi cuello.- Pero, yo firmé los papeles del divorcio, Kara.- Susurró realmente apenada.- Ya... ya... ya no soy tu esposa.
-Eres.- Le hice saber con seguridad.- Esos papeles siguen escondidos en el último cajón de mi escritorio y te prometo, que si no estuviera desnuda sobre mi, te prometo que en este momento me levantaba a arrojarlas como acelerante para la chimenea.
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La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]
FanfictionElla es una bella Rosa vendida en una subasta, la otra, es la bestia que todo el mundo le hizo creer, una poderosa altanera. La Rosa acusa a la Bestia de ser un monstruo. La Bestia llora por los maltratos sufridos durante toda su vida. La Bestia pro...