-Kok necesito que te calmes- decía el doctor Kanawut tratando de ayudar a tranquilizar al joven frente al quirófano.
- No, es que sé que Mew no va a venir. Ayer hice algo muy malo y sé que el jamás me va a perdonar- lloraba el menor desconsolado.
-No creo que Mew sea de las personas que dejan a sus amigos tirados solo porque le hicieron algo que le molestó- trató de hacerlo reaccionar el doctor.
-Entonces ¿por qué no llega todavía? – preguntó Kok.
- Debe haber mucho tráfico, se le hizo tarde. No sé. Pero seguro ya llegará- dijo el doctor mirando su reloj. Aunque quería creer lo que le decía a su pequeño paciente, él mismo dudaba si Mew llegaría. No sabía qué había pasado entre ambos, pero no creía que fuera tan grave. Pero tampoco conocía muy bien a Mew.
-Mew me llamó- dijo Saint fatigado. Se notaba que había venido corriendo -que en 5 minutos está aquí- añadió con la voz agitada.
- Ya no me quiero operar- resolvió Kok dejando con los ojos abiertos a los dos doctores, pero ninguno dijo nada. Sabían que en cuanto Mew apareciera todo seguiría su curso. Al menos eso esperaban.
Después de 15 minutos se abrió el ascensor dejando ver a un Mew reluciente. Traía su cabello mojado, unos lentes negros (que el doctor pudo notar no los tenía el día anterior) y una muda de ropa como si fuera a una cita. Saint sonrió. Se dio cuenta que su amigo estaba teniendo una experiencia nueva, pero este no era el momento ni el lugar para preguntarle de qué se trataba.
Mew bajó del ascensor junto con la enfermera que lo guiaba. Cuando se fue acercando percibió ese olor maravilloso, quería dejarse llevar, pero no podría, esta vez venía preparado. Traía un pañuelo. Lo sacó de su bolsillo para taparse la nariz, mientras avanzaba hacia donde lo esperaban.
- Mew, pensé que no vendrías. Pensé que te habías enojado tanto conmigo. Sé que me lo merezco. Pero...- sollozaba Kok cuando vislumbró la presencia de su tutor.
-Kok ¿cómo se te ocurre siquiera pensar que por una bobada como la de ayer voy a dejarte cojo para toda la vida? Me pone triste que después de un año todavía no me conozcas- le respondió Mew bajando la cabeza, porque la realidad era que él no tenía ganas de levantarse de la cama ese día. De hecho, llegó tarde porque estaba deprimido después de lo ridículo que se sintió el día anterior. Pero eso no le iba a impedir acompañar a ese niño en su operación.
-Bueno, tengo media hora de retraso- dijo el doctor de la encantadora voz- vamos a empezar entonces- apuró al paciente y al personal. Entraron al quirófano.
Mew se quedó afuera esperando. Pasaron dos horas en las que de vez en cuando se acercaba Saint a acompañarlo y a hablarle. Pero nadie salía a informarle algo. Por fin, la puerta se abrió y allí llegó de nuevo el encantador aroma. Mew inhaló profundamente. Quería ese olor siempre a su lado.
- ¿Qué tal la operación doctor? - Preguntó Mew poniéndose en pie, no esperó a que el doctor le hablara.
-Por favor dime Gulf- dijo el doctor acercándose al oído de Mew. Repitió la misma acción que el día anterior. Mew se sobresaltó. Allí estaba de nuevo esa sensación maravillosa su voz ysu aroma cerca de sus sentidos. Inhaló profundamente de nuevo. Esta vez no necesitaba el pañuelo.
- La operación fue todo un éxito- continuó diciendo Gulf, aún en su oído- pero Kok aún está dormido y probablemente despertará dentro de una hora o más, pero yo tengo mucha hambre. ¿Quieres acompañarme a la cafetería a comer algo? - Mew asintió
– Creo que yo también tengo hambre- finalmente dijo.
- Vamos por aquí- dijo Gulf mirando que Mew podía muy bien seguir su voz.
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Aunque no te Pueda Ver
FanfictionSe trata de Mew un exbombero que ha tenido que abandonar su profesión debido a que quedó ciego por un accidente. Ello ha generado que su estado de ánimo cada día que pasa sea peor. Este bombero está sumergido en una rutina aburrida. Un día, sin plan...