16. Intimidad 🔥

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¡Mierda, mierda, mierda! ¡Maldita sea! – decía Gulf en su mente. Estaba tan jodidamente cachondo que cuando vio a Mew dormir se sintió defraudado y frustrado. Venía todo el puto camino haciéndose imágenes en su cabeza, de todas las posibles caricias que le podría hacer su amado, pero ahora su amado estaba en el mundo de los sueños, se cansó de esperarlo. Pero claro, era su culpa, debió venir los más pronto posible. Al final, se había quedado para hacer el informe de mierda, pero ni siquiera lo terminaron – la madre que me parió- bufó para sí mismo.

Se movió con cuidado hasta la cocina, tomó agua para intentar calmarse, volvió a la sala y vio a Mew dormido. Lo amó. Era dulce su carita. Después se concentró en el movimiento de su pecho, la forma en que subía y bajaba con cada respiración. Ahora no parecía dulce, parecía malditamente delicioso, caliente. Ese pecho fuerte y bien formado, lo quería lamer, lo quería probar. Mierda, su mente aún estaba estimulada debido a los mensajes de Mew. Se acercó lentamente para dejar un beso en la frente de su amor, antes de ir al baño, tenía que ducharse para bajar esa calentura. Pero cuando se agachó a dejar el beso vio que Mew sudaba. Ay bendita vida, todo su cuerpo estaba mojado. Gulf lo quería tocar. Se quería echar encima de él.

"Cálmate Gulf" se repetía en su mente, no recordaba cuándo había estado tan jodidamente excitado como ese día. Mientras pensaba en eso o, mejor dicho, no podía pensar en nada más, su mano fue directo a la entrepierna de Mew. Se acurrucó en medio de esas piernas, tan bien definidas y sin ser consiente de cómo lo hizo ya tenía en su boca el miembro viril de su compañero. Como los dioses, como la gloria. Gulf no quería dejar de chupar. Se empezaron a escuchar leves jadeos por parte de Mew y empezó a endurecerse ese miembro dentro de su boca. Exquisito. Gulf no supo en qué momento sus pantalones cayeron y su propia polla, jadeante, necesitada y dolorosa rosaba con una de las piernas de Mew.

- Oh, cariño, llegaste, por fin, mmh – dijo Mew en medio de gemidos más sonoros. Empezó a mover su pelvis hacía la boca de Gulf – qué bueno que ya estés aquí, te.. ah... te necesitaba – se dejó ir. Gulf había empezado con movimientos rápidos. Mew seguía hablando y hablando. Gulf estaba perdido mientras escuchaba. Seguía lamiendo, la cabeza, el tronco, la base, las bolas, todo con rapidez y necesidad. Mew se incorporó para acariciar la espalda de Gulf, con su mano dibujaba distintas formas. Intentaba llegar hasta la base de la columna de Gulf y sacarle esos gemiditos que tanto alimentaban su placer. De pronto Gulf paró sus movimientos alejándose de la polla de Mew. Mew también se detuvo esperando, no quería que eso acabara. Pero si Gulf no se sentía capaz de seguir tendría que parar. Pasó saliva mientras esperaba cuando sintió en su boca el miembro totalmente mojado de Gulf. -¡Si!- Gritó para sí mismo.

- Siiiii, ah Mew- empezó a ahora a jadear Gulf- enséñame para qué me querías aquí- gritó con autoridad llevando su cabeza hacía atrás a la misma vez que empujaba más y más su cadera hacía la boca de Mew. Este tragó toda su polla, lo hacía con tanta sensualidad, con tanta necesidad. Mientras con sus manos grandes rodeaba sus nalgas, las amasaba y a veces golpeaba. En la mente de Gulf solo estaban esas sensaciones, junto con lo que se había despertado en él con el primer mensaje que escuchó en la casa de Zee. Mew era el mejor haciendo sexo oral, al menos para Gulf, porque sabía dónde y cómo chupar. Conocía el ritmo perfecto para Gulf. – Eres mío – susurró Gulf para dejar salir su líquido blanco en la boca de Mew, no podía resistir más, estaba demasiado excitado. Su orgasmo brotó con fuerza. Tenía tantas ganas de llegar desde hacía tanto tiempo, que cuando por fin pudo, se dejó llevar y cayó rendido sobre el cuerpo de Mew.

Como pudieron llegaron a la habitación. Mew aún con su polla erguida pidiendo atención. Gulf se acomodó en la cama acostado sobre su espalda. Mirando a Mew quien se ponía encima suyo. Empezaron a besarse lentamente, después la lengua de Mew recorría toda la boca de Gulf. Este estaba encantado. Después Mew fue hasta si oído para dejar algunos besos y algunas palabras obscenas.

Aunque no te Pueda VerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora