23. Una nueva aventura

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- Por ello, hasta que llegue a la budeidad emplearé el cuerpo, la palabra y la mente en la virtud- se escuchaba a Mew y a Gulf repetir una vez más sus motivaciones desde la habitación de meditación, lo hacían los dos en una misma voz.

- Hasta la muerte, emplearé el cuerpo la palabra y la mente en la virtud – continuaban repitiendo, sentados en sus zafus, de cara a la pared, con los ojos entreabiertos, la espalda erguida y el mentón levemente inclinado hacia abajo.

- Desde hoy hasta mañana a esta hora, emplearé el cuerpo la palabra y la mente en la virtud- terminaban para volver a empezar de nuevo.

Era su último día en su isla de paz, probablemente el día siguiente a esa hora estarían ya en terreno indio, avanzando hacia el campo de refugiados donde iniciaría por fin su nueva aventura. Habían pasado 8 meses desde el día en que Mew llegó con sus dos morrales para invitar a Gulf a vivir la aventura que tanto anhelaba volver a vivir. Después de ese día, empezaron los preparativos que comprendían no solo alistar la maleta y partir, sino tendrían que pensar cómo dejarían las cosas, la casa, la empresa y su familia. Inicialmente pensaron que eso solo les tomaría dos meses a lo mucho, por lo que Mew, se encargó de comprar los tiquetes de vuelo, reservar algunos hoteles y algunas otras cosas. No obstante, no contaban con que Madre presentaría un problema de salud grave que la hizo pasar varias semanas en el hospital. Por supuesto esperarían a que ella recuperara su salud para poder marcharse.

Meses antes

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Meses antes...

Mew recuerda la angustia que sintió el día que Earth lo llamó para comentarle que había tenido que llamar a una ambulancia porque Madre se había desmayado en su casa. Se quedó en completo silencio, palideció y sintió que caía, afortunadamente Gulf lo sostuvo. Ambos corrieron al hospital, pero pasaron varios minutos antes de que apareciera Saint a comentarles la situación. Al parecer era un problema grave de riñón.

Ella llevaba varias semanas así, posponiendo el tratamiento que le había sugerido el médico, para después de que Gulf y Mew se marcharan. Pero la situación se complicó cuando Earth le pidió que cuidara de Lea, porque no pudo descansar lo necesario y su cuerpo colapsó. Afortunadamente no era nada muy grave, pero debía estar en observación por un tiempo en el hospital. Ese mismo día, debido a que Mew se encontraba muy alterado, al llegar al hospital fue Gulf el que consiguió ver a madre primero. Cuando Mew llegó a la habitación guiado por Saint y vio a Gulf sosteniendo la mano de madre, se molestó. Esperó a que su madre se durmiera para sacar a Gulf de la habitación con la excusa de ir a comprar algo para comer. De regreso a la habitación discutieron.

- No me gustó eso que hiciste. Irte a ver a Mi madre sin decirme y luego restarle importancia como si nada. ¿Es que acaso crees que yo no me preocupo? – decía Mew manteniendo un ritmo lento – es mi madre Gulf, es mi familia, por favor tenme en cuenta ¿sí? – Gulf se detuvo y bajó la cabeza. Ese 'MI madre' y 'MI familia' le había dolido un poco. Obviamente sabía que ella era la madre biológica de Mew, él no quería robársela ni nada, tampoco quería ocupar el lugar de su hijo, pero él estaba preocupado, quería hablar con ella, preguntarle qué había pasado. Él era médico también y sabía que una infección renal puede llegar a ser muy dolorosa, él quería saber por qué ella no se había sometido a un tratamiento. La relación que tenía Gulf con madre, no era solo de madre e hijo, él también era su amigo, era algo que probablemente Mew no entendería o sí, no lo sabría. Tampoco quería abarcar el cariño de todos en esa familia, no quería que Mew se sintiera desplazado, no quería que Mew sintiera que él intentaba ocupar el lugar que no era.

Aunque no te Pueda VerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora