26. Una correcta despedida

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A lo largo del camino a la casa de Mild pensó en las múltiples emociones que había experimentado ese día. No podía creer que Nhorla fuera prima de Jian, ahora entendía el cariño que había empezado a sentir por ella, era algo familiar. Luego pensando en el gato y en las palabras que siempre le decía Jian sobre la reencarnación. Era todo muy extraño. Pero le encantaba tener otra conexión con ese amigo que había querido tanto. Estaba sonriendo y perdido en sus pensamientos cuando la voz enojada de Gulf lo sorprendió desde la puerta de la casa.

- Tu Nhorla sí que te hace sonreír ¿no?- dijo Gulf odioso.

- Hola, cariño – dijo Mew sin dejar de sonreír – tengo que contarte algo – moría de ganas por contarle a su amor lo que había vivido ese día.

- ¿Sobre tu Nhorla? - preguntó de nuevo odioso y Mew asintió con una sonrisa y los ojos bastante felices para el gusto de Gulf – entonces no me interesa- dijo y se apartó de la puerta para que Mew entrara.

- ¿Estás seguro? Porque es algo que...- intentó decir, pero Gulf interrumpió.

- Déjame ver... saliste a caminar con ella – decía y Mew asintió- te llevó a conocer algo nuevo – siguió diciendo y Mew asintió acercándose para tomarlo de las manos – entonces no me interesa, es lo mismo de siempre – se dio la vuelta y dejó a Mew solo.

- Gulf, por favor, deja de estar enojado, quisiera contarte que...- persiguió a su novio hasta la habitación, pero este le cerró la puerta en la cara cortando la conversación. Mew se empezó a encabronar- ¿Vas a seguir así? Pero, qué carajos es lo que te pasa Gulf, por qué estás actuando de esta manera. ¿Fuiste tu el que tuvo la intensión de golpearme y te enojas? Yo debería estar enojado por la forma en cómo me tratas – siguió hablando, aumentando el volumen de su voz - ¡¿ acaso no te importa lo que pasa conmigo?! – gritó frustrado. Se estaba cansando de eso, las cosas no mejoraban, cada día peleaban más y más y Gulf no bajaba su orgullo. Esperó un momento detrás de la puerta a que su novio abriera pero nada, así empezó a caminar hacia la sala, pero la puerta se abrió.

- Y ¿a ti? - salió Gulf con los ojos llenos de lágrimas- ¿te importa lo que yo viva en mi día a día? ¡¿Acaso en algún momento te ha importado lo que pase con migo?!  – gritó y Mew lo examinó rápidamente de arriba a abajo y con angustia se dio cuenta que Gulf tenía una mano vendada.

- Cariño, yo...- intentó decir Mew pero Gulf volvió a interrumpir.

- No Mew, tu nada, ahora solo te importa tu Nhorla ¿verdad? – decía con una mirada cargada de ira – ¡por mi te puedes ir muy a la mierda con esa mujer! -gritó desconsolado.

- Cariño no digas eso, tú sabes que te quiero solo a ti- intentaba tomar de brazo a Gulf, pero este se sacudía.

- No Mew, eso no es cierto. Mira ya no sé si de verdad eres homosexual, a lo mejor eres bi o pansexual, no lo sé – decía Gulf confundido.

- Gulf yo solo te amo ti cariño, por favor, perdóname tienes razón, pero es que nuestra relación...- No le dio tiempo de terminar su frase por Gulf regresó a la habitación y cerró de nuevo la puerta.

- ¡Maldita sea Gulf! ¿Cuándo se volvió tan difícil para nosotros hablar? ¿por qué estás cortando la comunicación así? Esto no es sano, por favor– decía mientras golpeaba la puerta, pero Gulf solo lloraba del otro lado. Después de golpear un poco más y ver que Gulf no abría se fue a la sala. Tenía su corazón arrugado. Se sentía culpable, ¿estaba muy concentrado en sus propios asuntos y estaba descuidando a Gulf? ¿por qué se había convertido en un infierno hablar de lo que sucedía? ¿por qué Gulf estaba tan a la defensiva? ¿qué sería lo mejor? "¿debería irme?" se preguntó.

Aunque no te Pueda VerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora