30. Pasado que persigue

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🚨En este capítulo se narran hechos sensibles que comprenden tratos homofóbicos e intentos de suicidio. Pido discreción. Leer bajo su responsabilidad🚨

- Gulf, somos tu familia y nada de lo que digas va a hacer que eso cambie – dijo Kao reacomodándose en su silla junto con Earth. Gulf les había pedido a todos tomar asiento para escucharlo.

- Creo que eso no es necesario aclararlo, pero está bien que Kao te lo recuerde – secundó Zee. Gulf sonrió y tomo aire antes de empezar a hablar. Mew no lo soltó en ningún momento y Gulf estaba feliz, ese era su sitio seguro.

- Cuando nací me llamaron Type Thiwat. Soy el segundo producto de un matrimonio dueño de la central eléctrica más importante del país – los ojos de todos estaban sobre Gulf y parecía que se fueran a salir de sus orbitas. Tuvo un impulso de reír cuando vio la cara de sus amigos, pero lo reprimió y siguió hablando – sí, se puede decir que nací en una cuna de oro porque mis progenitores eran, o bueno, son ricos. Si, no me faltó nada material mientras viví con ellos. Pero, después de conocerlos a ustedes me he dado cuenta de que lo que más me hizo falta y lo que no me dieron ni un poco, es algo que no se puede comprar: amor verdadero- sonrió, se secó algunas lágrimas traviesas que se colaron, se irguió y continuó hablando – de todas formas, no es fácil percibir la necesidad cuando tienes y puedes tener todo lo material que se te antoje – tomó aire más profundo.

- Gulf...- intentó interrumpir Kao, pero Gulf levantó la mano para que se detuviera. No quería ser interrumpido. Lo quería contar todo.

- Todo iba aparentemente bien, fui un buen alumno durante el colegio, un hijo y hermano ejemplar, pude optar para una beca prestigiosa, mis padres, bueno, Bermb y Helen estaban muy orgullosos por ello... pero eso cambió drásticamente el día que empecé a sentirme atraído por un chico de la universidad. Yo nunca había vivido algo así, pero no podía hacer nada frente a lo que ese chico despertaba en mí. Cometí un error muy grave... – su respiración se hizo más pesada, se notaba que intentaba contener su llanto.

- Estoy aquí contigo bebé – susurró Mew en su oído haciéndolo sonreír.

- Un día llegué a casa y simplemente se lo comenté a Helen. Hasta ese momento me miraba con orgullo, pero cuando le dije sobre eso, algo negro se instaló en su mirada. Nunca más me volvió a mirar o hablar igual. Sé, ahora lo sé, que me tiene autentico asco- bajó su mirada y recordó el sentimiento que había experimentado unos días antes con Harry -yo pensaba que por ser mi madre trataría, al menos, trataría o fingiría comprenderme, pero qué equivocado estaba... fue directamente a hablar con mi padre- pasó saliva, lo que venía no era precisamente algo que contara muy a menudo.

- Toma hijo – dijo madre cuando entregó un vaso de whisky a Gulf. El la miró con ternura y después de tomar el vaso, beso sus manos. Ella le estaba recordando que él ya no estaba solo.

- Gracias – dijo después de beber todo de un sorbo. Si, lo necesitaba – cuando él se enteró, me llevó durante los siguientes dos años a un bar de putas. Cada fin de semana... para "curarme" de la homosexualidad- susurró.

- Oh mi dios – dijo Mew y un montón de maldiciones se escucharon a la par en la habitación. Gulf no los miró, solo cerró los ojos y siguió hablando. Eso en realidad, no se lo había contado a nadie, ni siquiera a Mild.

- Los primeros seis meses logré convencer a una mujer para que fingiera acostarse conmigo, pero mi pa... mejor dicho, Bermb tuvo que enterarse por algún medio que yo estaba haciendo eso, porque el siguiente año y medio debí mantener las relaciones sexuales, delante de él, si... con el mirándome -las lágrimas descendían por las mejillas de Gulf, sin embargo, no hubo lamentos ni sollozos.

Aunque no te Pueda VerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora