Capítulo LXXIX.

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La película de supuesta comedia en realidad era una parodia de una película de terror. Mi hambre voraz que no desapareció en todo el día, volvió a aparecer ante las escenas de sangre; claramente no es sangre real pero mi hambre sí.

Llevo al menos dos horas sin poder moverme aunque ya puedo hablar con normalidad. Víctor me ayudó a lavarme, encontrando pequeñas heridas que están terminando de sanar; me pasó una remera suya para que no tenga que usar la mía toda manchada.

-Bella, ¿verdad o reto?- me desafió Manuela.

Tras la película, nos quedamos jugando hasta que nos de sueño, solo que las preguntas y los desafíos están escritos en papeles que armamos momentos antes y elegimos a quién desafiar girando una botella en medio de la ronda.

-Verdad- hablé y estiré mi mano, tomando un papel con algo de dificultad-. Joder, me siento como una paralítica.

Víctor me ayudó y lo leyó.

-"¿Cuándo fue la primera vez que hiciste el auto~deliciosos?"- preguntó.

-¿Qué es eso? ¿Un pastel con forma de auto?- dudé y rieron-. En serio, ¿qué es?

-No esperábamos menos de ti- Víctor revolvió mi cabello.

-Pásame otra pregunta- hablé y lo hizo.

Tomó un papel al lazar.

-"¿Cuándo fue el primer cambio físico que tuviste?"- leyó en voz alta.

-Si es que vale, a los 4 años más o menos, cuando me transformé en sirena. Sino, cuando nací que cambié de forma humano a lobo- sonreí.

-Buena respuesta.

Víctor giró la botella por mi y le tocó a Emilia.

-Prefiero verdad- tomó el papel y lo leyó-. ¿A qué edad fue mi primer beso?- miró a Manuela-. ¿Recuerdas qué edad teníamos?

-Creo que 5 años- rió la otra chica-. Éramos novias en los juegos del preescolar.

Ellas se miraron de forma tierna y se besaron mientras el resto soltamos un "aww". Emilia giró la botella y le tocó a Víctor.

-Veamos qué toca; elijo reto- habló y todos miraron emocionados.

Tomó un papel y tragó saliva.

-"Menciona cuál fue el momento más duro de tu vida o salta durante dos minutos"- leyó y se formó un silencio.

Hablar de experiencias dolorosas o fuertes emocionalmente, son retos reales que ni se comparan con el esfuerzo físico, por eso damos dos opciones.

-Supongo que cuando me amenazaron con decirle todo a Bella o volver al laboratorio. Me daba muchísimo pánico ser rechazado y perder toda la paz, retrocediendo a la vieja rutina- confesó.

Parte de mi energía regresó y le abracé, quedándome contra su cuerpo, de nuevo media muerta. Él sonrió y me abrazó.

-Y pensar que se lo tomó como si fuera lo más natural- rió-. Al inicio pensé que Bella se había quedado en transe porque era como "ah, ok. ¿Vamos a por un refresco?" y se me hizo super raro.

Reí.

-Estabas hablando con una niña que se alimenta de sangre y puede ser un lobo gigante- reí-. Que me digas que eres como Ciborg no era nada raro para mí.

Él sonrió divertido.

-Casi me das un paro cardíaco- rió-. Pensé que no me creías o algo así.

-¿Tú me creíste a mi cuando te mostré mis colmillos?- pregunté y asintió.

La HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora