Capítulo 6 - La fiesta de Perla.

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La fiesta por el cumpleaños número quince de Perla fue en un salón enorme que fue decorado con muchos adornos en color perla y celeste claro.

Como era una fiesta de disfraces, me hice un traje de "bailarina hawaiana" o algo así me gusta llamar: compuesto por una falda de tela verde hecha de muchas tiras ajustadas a la cadera y una remera ajustada sin mangas que deja ver mi obligo en color coral con pequeñas flores estampadas, junto a los accesorios típicos de este look de collar, pulseras, tobilleras y collar de flores con hojas. En cuanto al peinado, me dejé el cabello suelto y mamá me ayudó a hacer pequeñas ondas.

Alex se disfrazó del típico hombre-lobo con las orejas falsas, estando en short roto en las rodillas y remera blanca desgarrada con marcas de garras y Víctor se vistió como es que se representa a Drácula hoy en día, con el vestuario raro de manga larga y dientes falsos, con la cara pintada de blanco. Damián tan solo se colocó un traje negro con camisa blanca, lentes de sol y un resorte en su oído hasta dentro de la remera, como si fuera un agente secreto o algo así.

Alex y Víctor hicieron una pequeña apuesta, mientras esperábamos que llegue la cumpleañera; la apuesta terminaría a las 12AM y se trata de ver quién va a baila con Perla primero. En su momento no quise decir nada, ya que era muy graciosa la situación.

Cuando llegó mi amiga, estaba con un hermoso vestido tipo princesa de color celeste con detalles plateados brillantes, de esos que son apretados en la parte de arriba del torso y luego va una falda extensa que tiene muchos brillos. Realmente se ve como una princesa y esto es tal cual ella planeaba. Sonreí feliz, emocionada de que todo salga tal cual se planificó.

La música está algo alta para mi gusto, pero por suerte mi padre me recomendó traer tapones para los oídos, ahorrándome algo de dolor.

Junto a los apostadores, nos sentamos en la misma mesa que la cumpleañera y otras amistades suyas a la hora de comer, ya que ella lo eligió así durante la organización del evento.

(...)

-Esta será una noche realmente inolvidable- le comenté a Perla, mientras le ayudo a cambiarse, colocándole una falda corta que deja a la vista sus piernas con zapatos de taco altos.

-Sin duda- dijo ella, con una expresión divertida-. Y más con la apuesta de los chicos... Aunque me encantaría que Alex baile conmigo.

-Se que lo hará- dije, ayudándola con los últimos retoques-. Mírate, estas muy hermosa.

-Ni tanto- dijo ella, riendo y miró el reloj que estaba en la pared-. Mira, ya son las 12:01AM. La apuesta ya terminó.

Reí ante eso y salimos, para empezar con el baile tradicional; el vals. Cada quien que quiera puede bailar aquí así que me apresuré a pasar tras sus padres, girando con ella un par de veces hasta que me interrumpió Alex y le cedí la mano de mi amiga, guiñándole un ojo sabiendo que se cumplió su deseo.

(...)

Al llegar la parte del carioca, cada mesa recibió una bolsa con collares, anillos, pulseras y otros adornos de colores que brillan en la oscuridad, junto a dientes de vampiros falsos, diademas con cuernos de diablo, anillos con dedos extra y muchos otros objetos más.

Sin agarrar nada más que un pequeño sobre de kétchup que quedó de la comida, fui al baño para encerrarme en un cubículo. Relajé el rostro, dejando ver mis colmillos naturales y mordí el pequeño saché, manchando todo, dando un efecto de sangre no real.

Salí del baño tras manchar parte de mi ropa y los chicos se impresionaron al ver el realismo del accesorio, felicitándome.

-Pásame el tip- me pidió Víctor y le indiqué.

Fuimos a la cocina para pedir otro sobre de kétchup, lo pinchamos con unos palitos y él también se manchó. 

(...)

Tras varios bailes, algo de comida y unas pocas horas más, todo terminó. Me siento algo aturdida pero varios dicen estar igual.

Me quedé a ayudar a Perla a acomodar un poco el salón, a la igual que Víctor y su familia que luego me llevaron a casa.

Al llegar al destino, me despedí y entré a mi casa, en donde mi padre me esperaba tomando una bebida sentado en el sofá.

-Hola mi hijita- sonrió él-. ¿Cómo te fue?

-Gracias por la idea de esto- tomé los tapones de oídos con mis manos-. Fue más que necesario.

-Sabría que los ibas a necesitar; incluso yo los requiero a veces y los licántropos son más sensibles- mencionó-. ¿Le agradeciste a tu amiga?

-Ahora iba a hacerlo.

-Te ayudo.

Buscamos papel y una lapicera. Mientras, fuimos hablando de todo lo que pasó. Escribí un pequeño agradecimiento por haberme invitado y transformamos la hoja en un avioncito de papel. Saqué la cabeza por la ventana de mi habitación y papá lanzó el avión hasta la ventana de Perla, dejándole justo en el reparo de la misma.

-Gracias- sonreí.

-Sabes que puedes pedirme ayuda para lo que necesites- indicó-. ¿Quieres ir a darte una ducha? Tienes manchas de kétchup secas- señaló mi pecho y reí.

-Cierto que no me limpié adecuadamente- recordé.

-Mañana por la noche vamos a empezar a planificar tu fiesta de 15 años. Sabes que va a ser una gran reunión- indicó y asentí-. ¿Tienes alguna petición?

-Que no tenga tantos bailes ceremoniales, son aburridos- pedí y rió.

-De eso si que no puedo modificar; son bailes que se realizan desde hace siglos, pero bien sabes que podemos hacer todo lo posible para que estés más a gusto, como mayor iluminación, algunos momentos de baile más actual y algo de brillos si quieres.

-Luego lo veremos; se que va a ser una locura y ahora no estoy para eso.

Sonrió y acomodó mi cabello.

-Ve a darte una ducha y a dormir si lo deseas. Tu madre despertará pronto y podrás contarle de la fiesta.

Besó mi frente y salió de la habitación. Caminé hasta el baño; cuando mi cuerpo cambia a sirena toda la mugre que tengo desaparece también, por lo que no importa en qué forma me bañe, de todas maneras termino limpia.


(Continuará...)

La HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora