-Te quedas aquí y cuidas de Bella, yo iré a hablar con ellos- escuché decir a mi madre.
Abrí mis ojos, viendo a mi padre, quien al instante me abrazó.
-Ya despertó- avisó en voz alta-. Ven cariño.
Me inclinó un poco y acercó un vaso a mis labios, dejando caer líquido dentro de mi boca. Es sangre de buena calidad, del más delicioso sabor; es delicioso, incluso el olor es agradable.
Algo de energía volvió a mi y tomé del vaso yo misma. Me lo acabé en instantes. Ahora que me percato, estoy en mi casa, la que está en frente a la de Víctor. ¿Cómo llegué aquí?
-¿Cómo está Víctor?- pregunté, reconociendo el sabor de la sangre.
-No se ha desmayado ni nada, sus amigos le dieron de beber agua y se recuperó; me hago ideas de qué sucede pero no diré nada, lo prometo- sonrió y asentí-. ¿Quieres ir a verles?
Lo dudé un poco pero asentí.
-Tus amigos realmente se preocuparon por ti. Te desmayaste y no dudaron en venir aquí; una de las chicas está llorando hace rato- aclaró-. Ve a verles; ya hablamos con ellos y creo que serán buenos manteniendo el secreto.
Terminé de levantarme y miré mi cuerpo; la herida de la bala de hace rato ya no está.
Él tomó mi mano, como si fuéramos a un baile real o algo así. Él también lleva las protecciones básicas, aunque incluso la de los colmillos.
Bajamos las escaleras con cuidado y me encontré con los cinco en la sala.
-¡Bella!- exclamaron a coro, levantándose de sus asientos.
Víctor se acercó a mi y me abrazó.
-Que bueno que estés bien- confesó, sin alejarse de mi.
-Ya, mucho cariño. Tu para allá y mi hijita para acá- indicó mi padre, separándonos y mi madre rió.
-Déjala a ella por allá y tu ven para acá- le ordenó ella y él obedeció, bien sumiso.
Reí y nos sentamos en círculo.
-Creo que es hora de que lo sepan. Son confiables y espero que puedan guardar el secreto- mi madre, quien lleva gorro a la igual que yo, se lo quitó.
En tres segundos, sus orejas achatadas por el gorro se levantaron y las movió. Mi padre le abrazó y se quitó las protecciones de la boca y uñas, sonriendo orgulloso.
El grupo entero soltó un chillido extraño y diferentes tipos de exclamaciones. Abracé a Víctor, con miedo.
-¡¿Tus padres son vampiro y licántropo?!- chillaron a la par.
-No solo ellos- sonreí algo tímida mostrando dientes y me quité el gorro, moviendo mis orejitas también.
Sus caras expresan sorpresa, todos menos Emilia, quien parece furiosa. Ella sacó un arma, apuntándome.
-¡Eres una perra traicionera!- gritó.
-Nada de armas en mi casa, jovencita- mi padre le regañó y le apuntaron.
-Oye, tranquilízate- Manuela quiso quitarle el arma pero ella disparó.
Chillé asustada, aún cuando vi cómo la bala terminó en la pared.
-Manuela, lamento mucho lo que te sucedió hace tiempo; ya hemos castigado al responsable y contamos con nuevas reglas para evitar siniestros- habló mi padre, haciendo una pequeña reverencia, mostrando respeto.
-Está bien- Manuela sonrió apenas-. Gracia a ello puedo estar con este hermoso grupo. Se los agradezco.
Eso dejó paralizado a mi padre, quien miró a mi madre y luego a mi, sin comprender.
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La Híbrida
VampirEsta historia es una de las más obvias de todas... Trata de una niña híbrida entre vampiro (por el lado del padre) y licántropo (por el lado de la madre), que además es sirena. ¿Típico? Puede ser XD Aquí narraré sus aventuras junto a sus amigos Perl...