Tan solo pasaron dos semanas desde la charla; mi cuerpo me pide constantemente tomar sangre. Cree pastillas fuertes que deberían de calmarme por horas y las consumo como caramelos, uno tras otro para calmarme en clase y paso el resto del tiempo en modo sirena, ya sea en casa, en mi verdadero hogar o en la isla, pero esto me está superando.
Ninguna de las pastillas por más fuerte que sea me ayuda ya. Colocar sangre en bolsas y morder eso tampoco ayuda. Por poco hoy muerdo a Perla quien se colocó detrás mío para explicarme un par de señas... Esto me aterró, por lo que llevo horas plantada en el estanque, en donde me siento a salvo.
-¿Bella? ¿Estás aquí?- dijo Víctor, mientras se acercaba a mi.
-Si- dije y escuché pasos, hasta ver a Víctor frente a mi-. Hola mi amor.
Él se acercó para darme un besito y nos sentamos contra la pared, una vez que salí del estanque con ayuda de mis poderes y el agua.
-¿Qué haces aquí?- me preguntó.
-Nada- dije, en un tono de broma-. Literalmente.
-¿Por qué no vamos a mi casa a ver una película o algo? Siento que últimamente estás muy lejos de mi- mencionó con tristeza.
-Es que... Tengo miedo- confesé, mirando mis manos, apenada-. Lo siento.
Su mano acarició mi mentón y me hizo mirarlo, con una pequeña sonrisa.
-¿Es por lo del hambre, cierto?- dijo y sonreí triste-. Muérdeme.
-No lo haré- dije, decidida-. Temo hacerte daño.
-No sucederá nada- su voz y su actitud es tranquila pero yo necesito la calma-. Cualquier cosa me tiro al agua y te transformas y ya.
-No es tan simple- suspiré resignada-. Odio esto.
Para mi mala suerte, ahí mismo mis piernas volvieron y estoy muy cerca de él. Mis propios colmillos me lastimaron.
Iba a lanzarme al agua, pero Víctor se sentó sobre mis piernas, agarrando mis brazos y subiéndolos sobre mi cabeza, evitando que escape sin usar fuerza.
Se quitó la remera con una mano, mientras que con las otra me inmovilizaba, a pesar de que con tan solo levantarme ya sería suficiente para liberarme, pero su hermoso cuerpo me cautivó.
-Por favor- me susurró al oído, estremeciéndome-. Acepta mi sangre.
Su cuello estaba a nada de mis labios, su aroma es delicioso. Le di un pequeño besito, con todo mi autocontrol, escuchándolo suspirar.
-Por favor- pidió-. Hazlo ya... No me gusta verte mal.
Moví mis manos y me soltó, abrazándome, haciéndome caricias en la espalda.
En un rápido y suave movimiento, yo estaba sentada sobre él, mientras aún acaricia mi espalda con cariño.
El calor subía en mi cuerpo. No resistí más.
Soltando una pequeña lágrima que se evaporó al instante, lo abracé con cariño.
-Lo siento- susurré contra su oído, para luego morderle con tan solo los colmillos.
Puedo marcarle como un alfa a su omega, pero eso le haría demasiado daño y no quiero eso.
Absorbí un poco de su sangre, a la vez que lo sentía tensarse y soltar un pequeño quejido por más que lo intentó reprimir.
El sabor es dulce y la sensación placentera. Es como comer chocolate pero más satisfactorio y llenador.
Además del placer que genera, unir mis colmillos a su piel es como si creara un mapa mental de sus venas desde mis colmillos y pudiese sentir cómo está físicamente su cuerpo, por lo que tomé otro sorbo para asegurarme. No tiene enfermedades ni descontroles de ningún tipo, lo cual lo hace perfecta. El tipo de sangre no lo conozco, por lo que puede que sea especial.
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La Híbrida
UpířiEsta historia es una de las más obvias de todas... Trata de una niña híbrida entre vampiro (por el lado del padre) y licántropo (por el lado de la madre), que además es sirena. ¿Típico? Puede ser XD Aquí narraré sus aventuras junto a sus amigos Perl...