Capítulo 3.

3.9K 752 1.8K
                                    

No pegó un ojo en toda la noche. El mar al golpear la embarcación provoca un crujido desagradable de la madera vieja del casco, eso y los murmullos y carcajadas de los piratas a mitad de la madrugada le impidieron cualquier posibilidad de dormir. Además, el lugar no es del todo cómodo, en absoluto. Harry no ha podido sentarse porque teme que las cucarachas y las ratas caminen sobre él, por lo tanto ha pasado toda la noche de pie en aquel lugar, con los brazos atados y muerto de hambre.

No deja de pensar en sus padres, en lo preocupados que deben estar, en la ceremonia que se perderá, en que pasará su cumpleaños lejos de su familia, en la angustia que sentirá su pueblo al recibir la noticia de su desafortunada situación, en todas las personas que va a decepcionar por no haber sido capaz de defenderse o defender a los suyos... Se siente como un grandísimo perdedor. Ni siquiera se puede considerar príncipe todavía.

Ha empezado a sentir esa presión de ser perfecto cuando claramente no lo es. Es sólo un chico que fue criado en una Isla remota, donde no tenía más deberes que estudiar, practicar esgrima, y leer sus libros favoritos. Extraña lo simple que era su vida cuando no tenía que ser un príncipe ni presentarse ante la sociedad como tal, para ser juzgado y condenado a un futuro que honestamente no desea tener. Quiere su vida de vuelta, tal y como era.

La puerta se abre de repente sacándolo de sus pensamientos, y el capitán da un paso dentro de la oscura habitación, cargando un velón capaz de iluminar el lugar.

—Buenos días, príncipe.

—Harry. —Le corrige con irritación, con voz rasposa porque tiene la garganta muy seca por no haber tomado agua en las últimas horas. El capitán lo ignora por completo y se posiciona frente a él.

—¿Cómo pasaste la noche? —Harry quiere insultarlo, sin embargo se contiene porque no quiere provocar la furia del hombre que es claramente el doble de su tamaño. No sabe de lo que son capaces de hacer y no quiere averiguarlo.

—No es necesario preguntar tal cosa. Claramente no cuentan con las mejores instalaciones en este barco.

Escucha la risa profunda del capitán, sintiéndose como un minúsculo objeto de burla. Obviamente lo cree divertido, cree que pasar toda la noche atado de brazos y de pie en una habitación hedionda e infestada de roedores es divertido. Sin embargo Harry no piensa refutar, no quiere empeorar su situación, aunque honestamente piensa que no puede ser peor de lo que ya es. ¿O sí?

—Como lo prometí, te sacaré para que comas algo hoy. —Se acerca demasiado, rozando sus cuerpos y Harry siente náuseas cuando le susurra al oído—. Debes ser disciplinado, muchos quieren comerte allá afuera en lugar de sus comidas.

Se retuerce cuando sus brazos son liberados finalmente, alejándose del hombre lo más que puede. El capitán lo observa con una mirada lasciva y eso lo hace sentir mucho más incómodo. Estira sus brazos hacia el frente sintiendo dolor en sus articulaciones, claramente después de estar tanto tiempo amarrado se han agarrotado. Probablemente duelan por un tiempo.

—¿Qué tienes allí? —Pregunta tomando una de sus manos con rudeza. Harry hace una mueca de dolor, pero no se permite quejarse—. ¿Son de oro?

Harry sigue la dirección de su mirada hasta los finos anillos que adornan sus dedos, inmediatamente aparta su mano. El capitán chasquea su lengua antes de volver a sostener su mano, obligándolo a mostrarle sus anillos.

—Los tomaré.

—¡No! Tendrás tu recompensa, ya tomaste todo lo que había de valor en el barco, déjame en paz. —El hombre pone los ojos en blanco y se divierte con la situación, sin duda.

—Soy pirata, tomo lo que quiero. Entrégamelos.

Observa sus dos manos llenas de anillos que tienen algún valor importante dentro de su familia, y se arrepiente de haber viajado con ellos, pero no lo haría de otra forma, son joyas reales, hechos de los más finos materiales artesanales, valorados en millones de euros. Es una costumbre viajar con ellos y además, Harry adora llevarlos porque siente que sus manos se ven bien con ellos adornando sus finos dedos.

ᴘɪʀᴀᴛᴀ 🏴‍☠️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora