ᴘɪʀᴀᴛᴀ 🏴‍☠️

Capítulo 18.

El cielo estrellado le da una iluminación especial a la inesperada velada que le preparó el capitán. Los tenedores están perfectamente alineados a cada lado de los platos, como solían hacerlo en su casa, y los platos no contienen comida marítima como acostumbran dentro del barco, esta vez hay pechuga de pavo con verduras salteadas y trufas frescas. Y a un lado de los platos también hay mousse de chocolate, uno para cada uno.

Harry no puede reaccionar, se encuentra muy conmocionado debido a todos los sucesos previos. Son muchas emociones al mismo tiempo, acaba de ver a Zayn en una escena muy comprometedora, también fue atacado injustamente por un hombre con el doble de su fuerza y tamaño, y segundos después fue testigo de cómo el capitán le cortó la garganta dejándolo morir en la cubierta del barco como si no fuera nada, eso sin mencionar que su corazón está roto y ha perdido toda la esperanza de encontrar refugio y consuelo en este oscuro y gélido lugar.

—¿Por qué no dices nada? —El capitán lo mira con confusión. Había pensado que el príncipe se pondría muy feliz con la sorpresa y saltaría de alegría como suele hacer siempre que se encuentra entusiasmado, sin embargo no ha reaccionado como lo esperaba.

Harry levanta la mirada para verlo, deseando una explicación, pero se encuentra con una expresión confusa en el rostro contrario.

—No entiendo. —Rompe el silencio, llevándose una mano hasta su cuello para acariciar la zona lastimada al sentir el ardor en su garganta, tragando saliva varias veces.

—Sólo es una cena, no hay mucho que explicar. —El mayor se encoge de hombros restándole importancia, una importancia que ya Harry le había dado.

—¿Por qué? ¿Por qué planeaste una cena bajo las estrellas en la toldilla del barco, con velas y comida exquisita? —Pregunta con impaciencia, muy frustrado por todos los acontecimientos del día, y de la semana. No soportará una mentira más, está cansado de ser engañado como un niño. Está cansado de todos los cambios de humor, de la bipolaridad de todos los hombres en este lugar, y del tonto orgullo del capitán.

—Pensé que te gustaría. —Harry frunce el ceño y arruga la nariz ante esa tonta respuesta.

—Sólo quiero saber por qué lo hiciste si al final no significa nada para tí. —Louis puede notar lo molesto que se encuentra el príncipe, y puede imaginar las razones por la cual está de ese humor, sin embargo no tiene una buena respuesta para darle ya que ni él mismo sabe porqué lo hizo.

—Si me acompañas a comer te lo diré. —Arrastra una silla para ofrecerle asiento, y el menor lo piensa unos segundos antes de sentarse en la silla que el capitán sostiene para él, todavía con el ceño fruncido y los labios apretados.

Louis se sienta en la silla contraria, y lo mira con una sonrisa fantasma surcando sus labios al ver lo lindo que se ve malhumorado.

—Lo siento. —Dice luego de unos segundos en silencio. Harry alza la mirada en su dirección, y su ceño fruncido desaparece al escuchar esas palabras, dudando de su veracidad.

Ya no confiará tan rápido, ha aprendido la lección y ahora es muy difícil detectar la verdad de la mentira, por lo que prefiere no creer hasta ver acciones que lo demuestren.

—Tú eres diferente a cualquiera de nosotros, y a veces olvido de dónde vienes, olvido nuestras diferencias, olvido cómo debo tratarte... Y también olvido que tienes sentimientos. —Harry siente el calor subiendo por sus mejillas, apoderándose de toda su cara en un santiamén, y debe desviar la mirada para no caer nuevamente en sus encantos.

No puede olvidar los deseos carnales del capitán. Debe recordar que no siente nada por él además de lástima y ganas de follarlo. Tampoco puede olvidar la nostálgica expresión en el rostro de Timothée, y cómo el capitán le rompió el corazón por querer algo más que una aventura. No puede evitar mirarse en ese reflejo, y definitivamente no quiere acabar así, se niega a caer en sus juegos.