Capítulo 5.

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Respira profundo y mantiene los ojos cerrados tratando de no perder la concentración. Meditar es una buena forma de relajarse, y Harry está acostumbrado a meditar una vez al día para prevenir las arrugas y también para no enloquecer. Sus padres deben estar muy preocupados, y si no se equivoca hoy sería el día de su presentación oficial en el Reino. Y también su cumpleaños.

Ha perdido la cuenta de los días desde que subió a bordo del primer barco. Antes no había subido nunca a una embarcación y ahora está en el tercer barco del cual no cree que pueda escapar nunca.

La puerta del camarote es abierta y el príncipe abre los ojos sintiéndose amenazado, perdiendo toda la concentración que había reunido. Es el mismo chico de antes, el que lo metió en este barco sin su consentimiento, el que quiere que confíe en los piratas. Como si eso fuera posible.

—¿Desea salir a la cubierta? Necesita llevar sol y tomar aire fresco. —Él lo mira incrédulo.

—¿Por qué os preocupáis por mí? —Liam hace una pequeña reverencia antes de acercarse más a la cama donde yace sentado con las piernas apoyadas en posición de indio y sus talones unidos. Intenta no reírse porque seguramente son cosas de la realeza.

—El capitán me ha encargado que sea bueno contigo. Se preocupa. —Harry suelta un bufido, olvidando todos su modales. Los piratas no merecen ser tratados con educación cuando todo lo que hacen es ilegal y fraudulento.

—El capitán es un gilipollas que juró mantenerme prisionero en su barco por el resto de mi vida. ¿Cómo puede fingir preocupación si quiera? Si yo le preocupase la mitad de lo que dice me dejaría volver con mis padres.

—Yo sólo cumplo órdenes, su majestad. ¿Desea quedarse en el camarote por el resto de su vida, o prefiere salir a tomar el aire?

Pensándolo bien, necesita salir para poner en acción su plan de escape, aunque después de pensarlo mejor, tendría que luchar con su fobia y enfrentarla porque es la única opción que tiene. Es eso o pasar toda una vida en manos de los piratas para que hagan lo que quieran con él y se aprovechen de su situación.

—Bien, saldré a cubierta. Pero no deseo tener compañía. —Liam inclina su cabeza un poco y camina nuevamente hacia la puerta para mantenerla abierta y esperar a que el príncipe salga del camarote. Harry no confía en su aparente amabilidad, seguro todo forma parte de algún plan en su contra.

Se incorpora moviendo sus piernas y tocando el piso con los pies descalzos. Observa que sus zapatos no están en ninguna parte de la habitación, y se preocupa.

Liam lo espera pacientemente para cerrar la puerta, mirándolo con diversión al verlo ponerse de pie y caminar en puntillas como si el piso estuviera contaminado. Es un poco maniático si se lo preguntan, pero imagina que todos son así de donde viene. Pone los ojos en blanco cuando el chico finalmente sale del camarote.

—Gracias, ya no necesito ayuda desde aquí.

Liam no responde nada ante su actitud arrogante, simplemente se aleja después de cerrar la puerta del camarote y se distrae fácilmente en otras cosas.

Harry traga saliva y observa todo a su alrededor, tratando de hallar una salida fácil entre tantos hombres que se pasean por la cubierta. Sus pies están helados porque el clima es muy frío y no está usando calcetines ni zapatos. Podría fácilmente pescar un resfriado por el cambio climático, Harry es muy maniático con su salud y no se encuentra nada satisfecho con lo que está pasando.

Varios hombres lo miran con lujuria cuando pasan a su lado, pero ninguno se detiene para hablarle y eso lo tranquiliza un poco. Ellos sólo se mueven de un lado a otro haciendo su trabajo, y Harry no encuentra agallas para moverse cerca de la borda. El mar está muy movido y le causa escalofríos cada vez que el barco se sacude con fiereza. Intenta no perder el equilibrio parado en medio de la cubierta sin ganas de moverse y con un terrible pánico haciéndose cargo de su cuerpo.

ᴘɪʀᴀᴛᴀ 🏴‍☠️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora