ᴘɪʀᴀᴛᴀ 🏴‍☠️

Capítulo 36.

En la penumbra de la noche, mientras las voces pierden energía y se apagan poco a poco a su alrededor, con algunos hombres dejando la cubierta para ir a dormir después de un agitado día de trabajo, y otros simplemente cayendo dormidos sobre los tablones de madera sin oportunidad de llegar a sus aposentos debido a la gran cantidad de alcohol consumida durante la noche, Harry permanece en silencio sentado en la cubierta a un lado de su capitán, deleitándose con la imagen del hombre que ama bajo el tenue resplandor que les proporciona la luna sobre ellos.

Se mantuvo en silencio durante todo el festejo, sólo admirando con fascinación la nueva faceta de Louis, compartiendo animadamente sin amarguras ni preocupaciones, dejándolo entrar en su mundo, dejándolo ser parte de él. Harry nunca lo había visto de ese modo, y ahora tener la oportunidad de compartir un momento agradable dentro de su círculo social, donde Louis se siente más seguro y conforme, es un gran honor para él, porque puede ver lo que antes no había visto, una persona despreocupada y alegre. Una persona real. Sabe que Louis pertenece aquí, esta es su vida, la única que conoce, donde se siente libre de ser quien es, y Harry siente un nudo en la garganta al pensar que él nunca tendrá un lugar para sentirse de la misma manera, lo cual le causa mucha tristeza porque no pertenece a ningún lugar realmente.

Nada quedó de la pequeña llama de la fogata que antes iluminaba el lugar con alegría, el fuego habiéndose extinguido a un ritmo lento, como el alcohol, acompañándolos en su velada justo el tiempo necesario antes de apagarse por completo. Las botellas de vidrio quedaron esparcidas alrededor de la cubierta, completamente vacías.

Exactamente así debía de verse un barco pirata cada noche al finalizar la jornada, o eso era lo que Harry había pensado hace unos meses atrás cuando era desconocedor de la vida en alta mar, sin embargo, ha descubierto que pocas veces tienen la libertad de poder reunirse entre todos y celebrar como personas civilizadas, cuando no se están matando unos a otros, o no están siendo expulsados de la cubierta por algún hombre robusto y apestoso que tiene la orden de desalojar a una hora específica. No después de que Louis lo mató, claramente. Ahora Harry no sabe cómo funcionan sus horarios o si hay alguien nuevo encargado de enviarlos a dormir. Aunque viendo los cuerpos inconscientes en el piso, no cree que haya alguien encargado de esa tarea después de la muerte del hombre. Pero puede asegurar que ahora todos lucen más felices.

Louis lo atrapa mirando en su dirección, aunque no ha ignorando que el chico lo ha estado observando fijamente durante todo el tiempo que han estado afuera. No le molesta, tampoco se siente incómodo, al contrario, ha descubierto que le gusta tener esa atención, lo cual es raro viniendo de él, pero exclusivamente le gusta ser admirado por el príncipe y ser el único dueño de esa mirada embelesada y curiosa. Quiere mostrarle lo mejor de él, y lo mejor que la vida pirata le puede ofrecer, si eso significa tenerlo a su lado para siempre. Sus sentimientos no son desconocidos para él a este punto, sabe exactamente cómo se siente respecto a Harry, pero ha evitado procesarlo, prolongando lo inevitable.

Su mirada se desvía hacia la toldilla, notando la ausencia de Liam y Zayn, y maldice entredientes antes de elevar su mirada hacia la cofa, arriba en lo más alto del barco donde debería haber una persona vigilando y observando si hay barcos cercanos que puedan significar una amenaza. Aprieta los puños cuando tampoco ve a nadie vigilando desde allí. Sus dos guardias nocturnos se han escabullido durante el festejo, y él no los ha visto huir, seguramente pasando frente a sus narices en un momento de distracción.

—Genial, no hay vigías. —Chasquea la lengua con amargura antes de girarse en dirección al príncipe, quien ahora lo mira con los ojos muy abiertos. Louis asume que nunca había bebido tanto en su vida y por eso actúa más raro de lo normal, luciendo como un niño confundido que nunca había probado alcohol y no sabe qué hacer además de mirarlo. Louis sacude la cabeza ocultando su sonrisa y levantándose de su posición en la cubierta, quitándose el polvo de los pantalones—. Eso significa que me tocará hacer guardia esta noche. ¿Quieres acompañarme?